Ya ha pasado un rato y juro que estoy a punto de explotar, Guille no le quita los ojos a Fran, Dalia no para de insinuarse y hablar fuerte para dejar claro que está conmigo. ¡Ya no sé qué hacer!
En eso veo a Max bajar a bailar y Fran los sigue, tomo a Dalia más que rápido y los seguimos, Ella se queja de que no quiere bailar y me pregunta qué pasa sí a mí tampoco, contigo no me gusta pienso y sólo la miro y sonrío – Esta noche tengo ganas de hacerlo y la tomo de la cintura, vamos –
Una vez en la pista no puedo sacar los ojos de encima de mi piccola, Guille la hace girar y su falda cada vez se sube más, en eso la veo alejarse y disimuladamente le pido a Dalia que me traiga un trago, apenas va me dirijo detrás de Fran, se acerca a un tipo a hablarle, él le indica un camino, de seguro al baño, ella no conoce este bar. La veo entrar al baño y cuando está a punto de cerrar, pongo mi pie, me queda mirando asustada, la veo y sonrío, haciéndole un gesto con mi dedo que guarde silencio y entro.
- ¡Daniel que estás haciendo acá! - no la dejo terminar y la acorralo contra la pared, y comienzo a besarla, ella me corresponde en el acto y cierro la puerta con seguro. Le tomo la cintura y subo su pierna a mi cadera, lo único que quería era sentir su piel y comienzo a besarla y acariciarla, demostrando cuan ansioso me tiene.
POV Fran
Ya no soporto ver como Dalia no se despega de Daniel, estoy cansada y quiero irme, le aviso a Mariela que voy al baño, ella se acerca y me pide calma, no se cuanta calma más tendré, esa mujer de verdad es una arpía cómo fingir que no me conoce, todos se han dado cuenta y su amiguita que también la recuerdo no hace más que mirarme y sonreír burlescamente, esas dos parece que no maduraron en todos estos años, camino al baño siguiendo el camino que me indicó el guardia y entro, cuando voy a cerrar veo un zapato en la puerta que no me deja entrar, me da pánico y miro para ver quién es… - ¡Daniel que estás haciendo acá!, no alcanzo a decir nada más cuando siento que soy empujada adentro y me apoya contra la pared, comienza a besarme y no puedo negar que se siente maravilloso, de pronto siento su mano por mi pierna y la alza a su cuerpo, se apega más a mí y la verdad no quiero que pare, me dejo besar y acariciar, cada vez me aprieta más contra la muralla y ya casi no puedo respirar, lo tomo del pelo y lo acerco más, quisiera estar en otro lugar y dejarme llevar. No sé cuanto tiempo hemos estado así, pero comienzo a alejarlo, tengo que salir o sospecharán. Cuando creo que ya se separará me sorprende tomando mis caderas y apretándolas, - No me gusta verte con vestidos tan cortos, esto es mío y no quiero que nadie lo vea-.
– ¡Perdón!, no puedo creer lo que estoy escuchando… ¿¡Daniel, tú celoso!? Entonces que me queda a mí después de ver semejantes escenas que estás haciendo con Dalia, que sepa yo no he besado a nadie. ¿Puedo decir lo mismo? – Fran por favor, sabes que no quiero hacerlo, pero ya no sé como hacer para sacar el tema y no quiero que sospeche. - ¡entonces hazlo, pero mantenla alejada! porque si pretendes celarme vas a tener de la misma medicina.
- No sabes cuanto me agrada la idea- y vuelve a tomarme de la cintura y esta vez me toma en brazos y me deja sentada en el mesón del lavamanos y vuelve a besarme, pero esta vez ya no es suave, sus besos son exigentes, fuertes y me hace sentir en la gloria, siento sus manos por debajo de mi vestido recorriendo mi cuerpo hasta llegar a la espalda, sólo acaricia, aprieta y me besa, - No tienes por qué sentirte celosa, yo te amo, eres la única mujer que necesito en mi vida y te juro que si hoy no logro saber la verdad, no haré nada más, me alejaré de ella y estaremos juntos, ya no quiero perder tiempo a tu lado mi amor.
- Daniel, si estamos acá es porque a Mariela se le ocurrió una idea, vamos, sal para que pueda entrar al baño y veamos si resulta, pero si no es así te juro que confiaré en ti, pero por favor, ya no quiero verte a su lado. – Mi piccola, lo que tú digas, te prometo que apenas termine esta noche tendremos todo el tiempo para nosotros.
Lo que no sabían es que mientras ellos estaban apasionadamente encerrados, afuera en la pista de baile se había ocasionado una discusión…
POV Mariela
- ¿Dónde está Daniel?, escucho a la muy tarada hablarnos, la miro me río en su cara y sigo bailando, me imagino donde está, con mi amiga, pero para que le voy a contestar, sigo bailando con Max cuando siento que me tira del brazo, - ¡Se puede saber qué estás haciendo! –
-Te hice una pregunta, y dónde está tu amiga. – y porqué tengo que saber yo donde está “tú Daniel”. Mi amiga fue al baño, el otro no tengo idea. Pero dime porque esa cara de preocupación, acaso te volvió la memoria y recordaste quién es Fran, o ya se te olvidó que el otro día fuiste a molestarla a la oficina.
En ese momento veo a Max con su mejor cara de actuación sorprenderse y pregunta ¿De qué estas hablando amor? Dalia no conoce Fran y para qué iría ella a la empresa, no entiendo…
Vuelvo a mirarla, - Lo dices tú o yo, porqué ellos no sabrán, pero a mí me contaron todo con lujos y detalles. - ¡No sé de qué estás hablando! Yo sólo estoy preguntando por Daniel, y nunca he ido a la empresa a no ser que vaya a ver a mi novio. ¿Tú novio? ¿quién, Max, Damián o Daniel?
Sólo la veo ponerse roja y venir contra mí, pero Guillermo la detiene, ¿qué pasa? Tranquila mujer, estamos divirtiéndonos.
Ella sólo me mira con odio y la veo como rompe a llorar, - sólo quiero saber dónde está Daniel, me quiero ir. No puedo creerlo, ahora entiendo como este par de brutos le ha creído todo este tiempo. En eso veo que Daniel viene con una sonrisa de oreja a oreja, pero no veo a mi amiga, aunque imagino que estuvieron haciendo, porque el Daniel tenso y molesto que se fue como hace diez minutos ya no está.