Capitulo 14: Quién lo diría

- Ale, ¿lista para salir?

- Ya casi, solo déjame buscar mi cargador de celular.

- Anoche lo dejaste en la sala, ¿buscaste allí?

- ¿A sí?, no lo he buscado, ahora voy.

- ¿El carro tiene suficiente gasolina?

- Creo que sí, si no le ponemos en el camino.

- Llevaré un poco de dinero también, solo en caso de que ocurra algo inesperado.

Aún era temprano y nos estábamos alistando para pasar el fin de semana en una ciudad cerca a la playa. Yo había averiguado de una casa de alquiler para poder pasar la noche, esta vez solo fuimos Ale y yo ella conocía muy bien casi todo el Perú, pero la verdad a ella no le gustaba manejar largos tramos por la carretera, así que en este viaje yo seré el conductor.

A veces me ponía a pensar en los recuerdos antiguos en familia, y siempre que pienso en ello, se dibuja una sonrisa en mi rostro, Ale sabía lo mucho que me encantaba viajar, así que ella se dispuso a ser la del mapa en mano y la DJ del carro. Una vez dentro del carro surgió la pregunta que separa personas en un viaje.

- ¿Que música pongo?

- La que desees Ale.

- Pero puede ser una música relajante, o tal vez un poco de electro para activar el día.

- Bueno creo que si me gustaría una música relajante.

- Algo de reggae ¿ok?

- ¿Reggae?, eso no es relajante.

- Ash, ¿Sigues pensando que es música para drogadictos?

- Es que en verdad todos lo que lo tocan son drogadictos o lo han sido. – Exclamé un poco fuerte, esa discusión ya la habíamos tenido.

- Pero a mí me gusta.

- Pon algo de “Depapepe”. Al fin y al cabo, eso sí es música relajante. – Y la verdad que si era relajante.

- Bueno anda conduciendo mientras yo busco que poner.

- Ok, toma mi celular, si alguien llama le dices que estoy conduciendo, a lo mejor es Ayla.

- La verdad no esperaría otra llamada de otra mujer. – Ella pensó que era gracioso, pero la verdad para mí no lo era, aún no olvidaba por completo las palabras de Kate, sentía que ya lo había superado por completo.

Escuchaba como Ale conversaba con Michel por teléfono, el viaje era tranquilo y ya faltaba casi una hora para llegar, podía sentir el cambio de temperatura a cada minuto, el paisaje se pintó de arena y palmeras, y se escuchaba a las gaviotas en lo alto, una muy buena combinación. Al instante me fije en el tablero del carro y me di cuenta que ya casi no tenía gasolina.

- Ale, creo que ya es buena hora para buscar una gasolinera, ¿Podrías buscar en tu celular please?

- Ah, claro, dame un minuto. – Ella sacó al instante su celular y busco una gasolinera, quedaba a unos minutos alejado de la carretera, pero había tiempo de sobra, y además era muy temprano.

- Ok de aquí, ¿Para dónde voy?

- Dice que voltees a la derecha y allí está la gasolinera.

- Ya volteé, ¿Segura que es por aquí? No hay nada que se parezca a una gasolinera.

- Juro que acá dice que sí. – Ella me mostró el mapa de su celular y efectivamente allí estaba la ubicación.

- Tendremos que preguntar a alguien cerca, porque si no podremos llegar a… - El carro se apagó de repente.

- No puede ser, ¡Maldita sea! – Ale se puso muy molesta y empezaba a maldecir entre dientes.

- Tranquila, cerca debe haber alguien que conozca alguna gasolinera, tú por mientras pregunta por allá.

- ¡Ah! Ok, iré a preguntar.

Yo me quedé en el carro tratando de moverlo solo unos pocos metros para qué no obstruya la calle, en ese momento solo podía esperar allí.

ALE

- Yo no podía equivocarme en estas cosas, como es posible que me haya pasado algo así, que vergüenza, ahora me toca ir como moribunda a preguntar si es que alguien conoce una gasolinera cerca, ¿Acaso estamos en el siglo XX?, mejor voy a utilizar mi celular, no tengo intención de preguntarle a nadie.

Mientras estaba refunfuñando choque con un muro, o por lo menos eso parecía.

- Oye ten cuidado, acaso no ves que estoy pasan…

- Disculpe no fue mi intención. – Voz gruesa, cabello corto… ¿Un sueño?