Cuando mas te esperaba

Capítulo 17: Un momento diferente

 

Desperté en una cama que no era la mía, y la verdad puedo recordar muy vagamente lo que paso después de aquella escena “romántica” que tuvieron mis amigos. Pero me sentía un poco tenso, puede que haya dormido en una mala postura o algo, quien sabe. De repente mi celular empezó a vibrar, y pues era Ale llamando por treceava vez.
- ¿Aló? – Contesté con un poco de miedo.
- ¡Grandísimo idiota te he estado llamando desde ayer! ¿Dónde carajos estás? ¿Tienes idea de que hora es? ¡Eres muy imbécil para creer que puedes llegar a la hora que…
Y así mi hermana me empezó a lanzar improperios, pero yo aún no comprendía ni siquiera donde estaba. Después de una conversación larga, poco interesante y muy fuera de tono, pude calmar a mi hermana y colgar para llamar a Ariana o Michel, después de todo ellos deberían estar conmigo ¿Verdad?
- ¿Ariana? ¿Dónde estás?
De repente escucho desde afuera de la habitación.
- ¡Estamos aquí! ¡Ven baja!
Vale por lo menos sé que estaba en un 2do piso, eso es algo. Salí de la cama poco a poco, pues aún estaba oscuro, la luz del poste tocaba el cuarto con un anaranjado característico, sentía un poco de frío. A veces es mejor solo seguir adelante y no estar buscando el porqué de las cosas.
Abrí la puerta y me encontré con un pasadizo vacío, la verdad estaba un poco desorientado y no estaba en facultades de ver muchas cosas a detalle, solo quería saber dónde están mis amigos.
Terminando el pasadizo estaba una escalera que conectaba al primer piso, las luces se prendían mientras pasaba, sensor de movimiento tal vez, bajando la escalera encontré a los 2 sentados en un sillón ancho color plomo viendo televisión abrazados.
- ¿Y ustedes?
- ¿Qué? – Ambos respondieron al unísono.
- ¿¿Qué?? ¿En serio esa es su respuesta? – No estaba molesto, pero si me incomodaba que haya despertado en otra casa y que ni siquiera me hayan avisado de nada.
- Pero ¿Qué pasa?
- ¿Dónde estamos? – Los miré levantando las manos, pues en realidad no sabía dónde estábamos y por qué estaban tan tranquilos.
- Estamos en mi casa Sasha, tranquilo mis padres no están en casa, creo que salieron a tomar y aún no han regresado. – Ariana ya estaba mucho mejor desde ese momento.
- ¿Y qué hora es? – De verdad estaba despistado.
- Creo que ya van a hacer las 5 de la mañana. – Michel estaba muy fresco cuando dijo eso.
- ¿Qué? Oye se supone que llegaría a mi casa ayer.
- Pero tú te quedaste dormido en mi carro y además no me gusta escuchar los gritos de tu hermana.
- Bueno, pero igual me gritó a mí. Debo regresar a mi casa, ¿Me puedes llevar por favor? – Lo miré serio pues contento no estaba.
- Vale vale, regreso después de dejarlo en su casa ¿Ok Ariana?
- Esta bien, de todas maneras, vayan con cuidado.
Él se levantó y cogió sus cosas, pero antes le dio un beso a Ariana en los labios, yo solo me quedé viendo esa escena, muy incómodo, a decir verdad. Yo solo quería descansar para poder llamar más luego a Ayla, Se me complicaba a veces poder llamarla por los horarios, pero no tenía mucho que hacer en ese momento así que solo esperaba poder conversar con ella, tal vez me podía subir el ánimo.
Cuando llegué a casa Ale me sermoneó otra vez, yo solo escuché prestando poca atención, ya eran casi las 6 de la mañana y no había dormido muy bien que digamos.
Solía pensar bastante en como haría para poder escapar de aquí rápido, poder estar con Ayla era mi prioridad en ese momento, me distraía escuchando música y viendo tutoriales para poder aprender alemán, definitivamente estaba decidido en regresar allá y quedarme, tener una vida nueva alejado de los problemas que tenía aquí.
Un día sin más recibí una llamada de un número diferente a todo lo que había visto, tenía otro código incluso así que simplemente contesté a esperar lo mejor.
- ¿Aló?
- Hola muy buenas tardes, ¿El señor Sasha Beuri? – Estaba hablando inglés.
- Si soy yo, ¿Con quién tengo el gusto? – Siempre la formalidad.
- Hola muy buenas tardes, me comunico de la empresa “Majorel”, queríamos hacerle una serie de preguntas relacionadas a la postulación que habría hecho para poder trabajar con nosotros. – De estar sentado en el sillón, pegué un brinco que hice asustar a Ale que estaba desayunando tranquila en la mesa.
- Si claro, encantado de conocerlo, deme un segundo por favor. – De inmediato puse la llamada en silencio para que no pudiera escucharme y me dirigí hacia Ale.
- Me están llamando por el trabajo al que postule, ¿Qué hago?
- ¿De Alemania? – Ella estaba con el pan en la boca sorprendida por lo que estaba diciendo.
- ¡Si!
- ¿Y qué esperas?
- ¿Qué le digo?
- ¿Cómo qué “qué le vas a decir”? ¿Qué te dijeron?
- Me dijeron que me preguntaran algunas cosas relacionadas con la postulación.
- ¿O sea como una entrevista?
- ¡No lo sé!
- Pero eso te dijo ¿Verdad?
- Si, solo eso…
- Entonces pon en altavoz para poder escuchar.
- Vale vale. – En seguida volví con el teléfono para responder.
- Hola, ahora sí, dígame por favor.
- Muy bien caballero…
Cada cosa que decía eran muy técnicas y un poco difíciles de entender, pero sé que pude pasar la entrevista por completo, la persona que me contacto me dijo que es parte del protocolo de reclutamiento y que debía esperar una semana para poder conocer los resultados, estaba más nervioso que emocionado y decidí llamar a Ayla, para poder contarle todo lo que había pasado, pero al parecer estaba lejos del celular o simplemente estaba ocupada, como saberlo. Solo escribí un mensaje para ella por WhatsApp.
“Hola Ayla, hoy día acaba de suceder algo muy interesante y bueno un poco de sorpresa, ¿Recuerdas la empresa para la cual postulé hace unas semanas atrás? Pues me llamaron hoy, haha, la verdad me agarró muy desprevenido, pero me preguntaron varias cosas acerca de temas de trabajo mi disponibilidad y si podría ir lo más antes posible. El punto es que me dijeron que debía esperar una semana aproximadamente para poder conocer si pude pasar la entrevista. Estoy un poco nervioso, pero también emocionado con esto que acaba de suceder, creo que las cosas están mejorando para nosotros, ya falta poco para volver a vernos te lo prometo.”
Tenía razón, pero no del todo… Solo diré eso.
Justo después de enviar el mensaje, María me llamó para preguntarme algunas cosas acerca de unos libros que le había recomendado leer, está de más decir que me gano la noticia y se lo conté.
- Hola Sasha, tenía algunas preguntas con este último libro…
- ¡Hola María! No sabes lo que acaba de suceder por acá.
- Hmm ¿Algo bueno?
- Si, verás, hace unas semanas atrás postulé para trabajar en una empresa allá en Alemania, y justo hace unos minutos me llamaron.
- ¿Si? ¿en serio?
- ¡Si! – No podía ocultarlo, era un pequeño paso, pero uno muy importante.
- Vaya, en serio me alegro por ti.
- Gracias, de verdad. ¿Por casualidad sabes algo de Ayla? La estuve llamando hace un rato pero como no contestó le dejé un mensaje.
- Bueno, es un poco tarde tal vez esté durmiendo, aunque siempre está pendiente del celular, un poco raro, pero debe estar cansada.
Algo raro también me parecía a mí, pero solo debía estar positivo, no quiero pensar en cosas malas ahora.
Al terminar la llamada, Ale me dijo para poder comer fuera de casa, estaba muy animosa después de todo. Antes de salir recibí un mensaje de María.
- Hola, perdón por olvidarme, pero hoy en la mañana llegó un pequeño sobre con documentos adentro, es del hospital donde estuviste aquella vez.
- A claro si recuerdo ¿Será importante?
- Bueno es del hospital, mi papá me dijo que te lo enviara por encomienda.
- Claro más simple. Gracias por avisarme.
- No te preocupes. Te lo enviaré mañana en la tarde.
- Ok, gracias. ¿Sabes cuánto demorará en llegar el paquete por casualidad?
- Creo que un mes y medio aproximadamente.
- Espero que no sea muy costoso el envío.
- No te preocupes por eso, además estamos en deuda contigo, y yo también.
- Creo que ya te dije que no hice absolutamente nada para merecer eso.
- No importa ya, debo ir a descansar. Bye bye.
- Bueno. Bye.
Algo me decía que María no me había olvidado de la manera que pensaba, solo espero no hacer más daño en ella, no me gustaría que eso me pasase a mí.
Más tarde ese mismo día Ayla me escribió.
- Hola, perdón por no contestar, llegué a casa y me dormí, estuve platicando con una amiga en mi departamento y nos quedamos dormidas. Me alegra bastante leer esas noticias, ¿Pero no crees que es muy pronto?
- Hola, bueno no lo había visto de esa manera, ya ha pasado tiempo desde que estuve allá, y la verdad ya estoy extrañando volver a verte y a todos allá.
- Tienes razón, ¿Y cómo vas a hacer con el pasaje? Supongo que debe estar un poco caro en estas fechas.
- Pero el dinero no es un problema, la idea es estar allá. – Algo me estaba dando un mal presentimiento.
- Vale, entonces creo que estará bien. De todas maneras, piensa en que vas a traer acá, tal vez puedas vivir un tiempo en otro departamento, mientras que yo me voy acomodando bien aquí.
- Bueno si ese era mi plan, no te dije que viviría contigo cuando esté allá.
- Si, sería un poco raro.
- Hmm, ok, pero de todas maneras no me quedaré en la casa de tus padres mucho tiempo tampoco, no quiero abusar de su hospitalidad y confianza.
- Pero estoy segura de que ellos estarán felices de tenerte allí, lo sé.
- Esta bien, pero no quiero llegar a ser una carga para tus padres, y mucho menos sabiendo de que son los padres de mi novia.
- Sabes que no eres una carga…
- Ahora no, ¿Hay algo malo?
- No nada, solo que aún no me siento preparada para poder tenerte aquí, todo está desordenado en mi departamento, me acabo de mudar.
- Pero te mudaste hace casi un mes.
- Si, pero también estuve muy ocupada con el trabajo, no he tenido tiempo para poner todo en orden por acá.
- Bueno, tienes razón.
- Tranquilo, todo estará mejor en unas semanas más.
AYLA
- Tranquilo, todo estará mejor en unas semanas más.
- ¿Puedes prestarme atención por favor?
- Lo siento, estaba conversando con Sasha.
- ¿Y eso que tiene que ver? Después de todo no está acá.
- Él es mi novio.
- Eres muy graciosa, después de que duermes conmigo dices que aún tienes un novio.
- Esto es solo cuestión de tiempo para que termine, no somos nada tú y yo.
- Tus labios no dijeron eso toda la noche.
- Ya basta, en serio quiero dormir. Si quieres duerme en el sillón.
- ¿En serio me estas botando de la cama por lo que dije?
- …
- Solo diré que estas confundiendo las cosas.
- Eso no te importa.
Lo conocí hace unos días, mientras salía del trabajo, fue algo pasajero, lo sé, todo está controlado. Él era salvaje, algo diferente a lo que yo había sentido con Sasha, algo que me atraía sin dudar, como ver un helado derretirse sin nadie que se anime a comerlo, y allí estaba yo, dándole una oportunidad a algo que sabía que no me molestará en el futuro.
No me siento confundida ni un poco, amo a Sasha, pero el por el momento, no está acá, no sabría explicarlo correctamente, y sé que nadie me entendería, prefiero no decirlo.
Ya habían pasado meses desde que vi a Sasha en persona, pero sé que debe estar sonriendo, todo le está yendo bien y creo que ya le falta poco para venir, aunque eso me alegre en cierta parte no pude evitar sentir un poco de presión, siento que aún no debe estar aquí.
- Buenos días.
- Creí que ya te habías ido. – Ni siquiera me levanté para verlo, el debía saber que no pasaba nada entre nosotros.
- Estás muy agresiva de repente, ¿Es por culpa de…
- Ve a tu casa.
- Vale levántate y dímelo en la cara.
- …
- Si no te levantas no me iré de aquí.
Me levanté en seguida y lo enfrenté cara a cara, aunque eso no durara mucho.
- Si no te vas de aquí llamaré a…
Sin perder tiempo me agarró del cuello y me acerco con fuerza en frente de su rostro, traté de alejarme, pero él me dio un beso y yo me quedé callada, sus labios eran suaves pero la manera en la que los movía era un poema, de esos que no importa si era largo o simple, solo era eso. No pasó mucho tiempo hasta que me derretí en sus labios, cada momento se intensificaba más, la pasión era algo que lo caracteriza, no podía pensar en nadie más que él, ahora me siento atrapada en un bucle de pasión y lujuria que solo quería satisfacer con Kel…
- ¿Ya ves?
- Eres un idiota Kel.
- Cállate y ven.
Él se alejaba hacia el baño jalándome de la mano en una danza lenta con sus pasos. Me sentía suya y eso me gustaba.



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En el texto hay: lagrimas, amor, suspenso y duda

Editado: 23.02.2020

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