Cuando nuestro amor florece

65 | Por siempre

30 de marzo

Giselle

James estuvo un día entero con mis padres recopilando información que podía ayudarnos a demostrar que ellos eran los auténticos dueños de los negocios que los Windsor han estado operando los últimos años como si fuesen suyos.

—¿Has terminado de empacar? —Le cuestioné a Claire en cuanto ingresé a su habitación.

—Sí, ya he hecho todas mis maletas, pero, siendo honesta no quisiera tener que irme de aquí —me confesó con tristeza mientras se sentaba en la cama —. He sido muy feliz mientras he estado aquí.

—¿Te has sentido bien con nosotros? Eso me hace feliz, aun así, hay varios asuntos que tenemos que resolver antes de que puedas quedarte con mis padres de manera permanente.

—Sé que debemos resolver varios problemas legales, y además extraño a Andrew, a Camila y a los niños. Es lo único que extrañaré de Inglaterra cuando me mude, y por supuesto a mis amigos del colegio.

—Mudarte de repente a un país que no conoces puede ser duro. Cuando James se casó con Priscilla, decidí que no podía seguir allí y que lo mejor iba a ser regresar a casa con mis padres. Fue entonces que Juliette y yo regresamos, y conté con la suerte que mi mejor amiga Hannah decidió transferirse a una universidad en Estados Unidos. Ella ha estado a mi lado toda mi vida y me siento orgullosa de la gran psicóloga en la que se ha convertido, y si necesitas alguien que te ayude a adaptarte, haré que te ayude en todo lo que pueda. A veces los cambios se convierten en un reto, pero, recuerda que en esta vida nada es casualidad

—Gracias Giselle, no sé si te lo he dicho antes, sin embargo, tienes la capacidad de ayudar a que las personas se sientan mejor con tus palabras —me sonrió—. Puede que al principio me cueste acostumbrarme, aun así, estaré bien. Estaré en buenas manos de todas formas.

—Y yo cuidaré de todas las personas que amas allá en Londres, y nos veremos muy seguido, te aseguro que así será —dejé un beso sobre su frente y me puse de pie—. Iré a terminar de empacar, me queda mucho por hacer.

—¿No es casi una misión imposible lograr que tu vida entera entre en tan solo un par de maletas? Te lo pregunto porque esta sería la segunda vez que lo haces y por supuesto tienes más experiencia que yo, que también tendré que mudarme en un par de meses tal vez. Solo me pregunto c9mo debo hacer que mi vida entre en una maleta.

—Lo primero a empacar son aquellas cosas que son especiales para ti, luego las que te gustan más y pues las sigues dividiendo según su nivel de importancia. Y si lo miras desde otra perspectiva, los recuerdos que hiciste en Londres permanecerán en tu mente por siempre. Los recuerdos son más importantes que las cosas.

—Tomaré en cuenta tu consejo hermana.

—De acuerdo, hablamos luego entonces.

Le di una última sonrisa antes de salir del dormitorio y dirigirme al mío, donde me encontré con James.

—¿Qué estás haciendo aquí? Parece que últimamente te gusta más de lo normal entrar a hurtadillas a mi cuarto. —Me burlé acostándome sobre él.

—Es solo que me aburro estando solo en mi habitación y creo que puedo divertirme más estando contigo —sonrió colocando sus manos sobre mi cintura y comenzando a bajarlas lentamente—. Giselle...

—James, detente, no estamos solos en casa —susurré en su oído—. Los actos indecentes no están en mis planes de hoy.

—¿Y si te digo que compré un par de boletos de avión que nos llevarán a Japón estará en tus planes? —Interrogó sorprendiéndome por completo.

Me incorporé de inmediato al escuchar lo que acababa de decirme.

—¿Nos iremos de vacaciones a Japón? —Le sonreí.

Las palabras nunca van a ser suficientes para demostrar el amor que siento por ti.

Sabes demasiado sobre mí, sé demasiado sobre ti. Te conozco de toda una vida, has sido mi mejor amigo y mi más grande compañero, pero, incluso si esta vida termina espero volver a encontrarme contigo en otra y repetir la misma historia.

No importa todo el dolor que hemos sufrido, las lágrimas que he llorado...Lo único que importa es la felicidad que tu compañía es capaz de darme en tan solo un instante.

Algunos dicen que el amor no debería doler y que cuando duele es porque realmente no es amor...Pero, ¿Existe acaso algún amor que sea perfecto? El amor que existe entre James y yo está lejos de ser perfecto, sin embargo, nada me hace sentir más viva que estar a su lado.

—Sí, nos iremos solo tú y yo. Antes de volver a Londres, quiero que pasemos un par de días a solas. Soy consciente de que vendrán tiempos difíciles para nosotros con todos los asuntos pendientes que tenemos por resolver.

—He soñado con estar aquí durante años, cada noche le he rogado al cielo por tener una nueva oportunidad de estar a tu lado y poder volver s ser felices juntos. No me interesa en lo más mínimo todos los obstáculos que tengamos que atravesar a lo largo del camino, lo único que me importa es estar contigo. En el pasado, no sabíamos lo mucho que significaba la presencia del otro en nuestras vidas y nos alejamos creyendo que el tiempo podría borrar el dolor de nuestros corazones. Al final, somos mejores cuando estamos juntos y el destino quiere que estemos juntos, eso debe ser suficientes para superar todo.

—Puedo superarlo todo si estoy contigo, ahora lo sé. Eres mi sueño hecho realidad. Es cierto que te dejé ir una vez, pero, no volveré a permitir que te vayas. Nací para vivir contigo, sin ti soy un vacío inexplicable.

—Te amo con cada pequeña parte de mí, James.

—Te amo con cada pequeña parte de mí Giselle, y si algo te puedo prometer es que siempre va a ser así. Eres mi pasado, mi presente y mi futuro. Tú eres mi por siempre.




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