Cuarentena

Día: 34

"Puedes huir, pero no esconderte." 
Esa frase se aplica por completo a la situación; cada vez que me estabilizo, cuando creo que ahora será diferente y estaré bien, simplemente se arruina. Estuve evitando el amor desde aquel "corazón roto" en séptimo grado, y lo había logrado, es decir, ya ni siquiera pensaba en eso, pero ¿tuvieron que aparecer, verdad? Gillespie, Dustin, podrían haber elegido a cualquiera, ¿por qué debía ser yo?
Oficialmente soy la persona más distraída del universo. Por Dios, Jeany, das lástima; acabo de perderme por sumergirme en mis pensamientos, literalmente no sé en qué pasillo estoy, ni el camino que hice para llegar; faltan pocos minutos para que comience la función y yo estoy perdida en medio de la oscuridad. ¿Podría ser peor? Una luz fluorescente me cega, por puro reflejo, cubro mis ojos con el dorso de la mano izquierda. 

— ¿Jeany? ¿Eres tú? — Oh no. No, no, no y no. Por favor que no sea Amy, soy muy joven para morir aún. — Soy Amy. — Oh, esto es perfecto. ¡¿En serio universo?! ¡Solo tenías una tarea! ¡¡Una sola!!
— Oh, hola Amy. — De acuerdo, esto definirá tu supervivencia, debes realizar la mejor actuación nunca antes vista. Una digno de un maldito Oscar. Tranquila, respira; tan solo te encuentras a solas con la chica que te drogó por celos y con un probable trauma infantil que la lleve a tomar decisiones extremas. Nada que deba preocuparte... 
— ¿Qué haces aquí? 
— Mmmm... Y-yo... bu-bu-buscaba el baño. Sí, el baño. — buen momento para tartamudear, Jeany.
— ¿Te perdiste, verdad? 
— Sí, no tengo remedio. — ríe.
— Vamos, la función ya va a comenzar. — supongo que veré a Dustin en el teatro. Eso espero.

Al llegar nos separamos. Amy se acomodó en la quinta fila, y yo literalmente en el fondo junto a Jake y Dustin; aún no había comenzado, por lo menos no me perderé la obra. La directora junto a algunos profesores comenzaron a otorgar las linternas, "está por iniciar" repetían en cada entrega. 
Se abre el telón, un narrador aparece en escena explicando que será una obra leída, ya que no tuvieron suficiente tiempo para ensayar. Puede que sea interesante.
Primer acto, o eso creo. Aparentemente es una "niña" que intenta descansar luego de la cena de acción de gracias, creo que será la protagonista; se recuesta sobre la cama, cierra los ojos y tal parece que comenzara a soñar. La escenografía cambia y ya no es el cuarto de la niña, pero ella sigue en escena durmiendo; se suman a la actuación un profesor de química con su alumna, la cual se ve hipnotizada por él, casi diría enamorada. Supongo que hace referencia a que ese es el sueño de la pequeña que descansa a un lado del escenario. Sonreí al recordar que en mí anterior colegio solía "gustarme" un profesor, aunque no estoy segura de qué enseñaba. Suspendí esa materia por no prestar suficiente atención. 
Segundo acto. Dos adolescentes platicando sobre una joven que acosaba a uno de ellos. Ahora discuten la apariencia de dicha muchacha: frenos, cabello alborotado y lentes de contacto de un color poco favorecedor y notablemente falso. Aguarda un segundo, yo solía usar frenos y lentes de contacto de colores. No será que... No, imposible, es decir... no, no lo harían. ¿Escribí sobre ello en mí diario? Debe ser coincidencia. 
Último acto. Una pareja muy bonita y feliz camina en la escuela; hablan sobre el clima, sus amistades, etcétera. Entonces comienza la discusión por el futuro, al parecer él quiere estudiar afuera pero ella le teme a los aviones, lo cual haría difícil la relación ya que él no puede ser siempre el que viaje. 
— Podrías ser un poco más 
comprensivo. — la chica tiene lágrimas en los ojos, él intenta abrazarla pero ella se aleja para impedirlo. 
— Quiero un futuro mejor; aquí no hay salida y lo sabes.
— Si, pero ¿qué hay de nosotros? 
— Vamos, Jeany, no te creíste eso, ¿verdad? — ¿Jeany? ¿Acaba de decir Jeany?. Observo a Dustin para corroborar que él escuchó lo mismo que yo. También estaba observándome así que puedo confirmar que sí.
— ¿Creer qué, Dustin? — ¡¿No estoy paranoica, verdad?! Acaba de decir Jeany y ahora Dustin. ¿Acaso es coincidencia que haya encontrado similitudes en dos actos seguidos?
— Yo no te quiero. Te he estado utilizando para darle celos a Amy, ¿recuerdas? Pareja perfecta. 
— ¡Eres un idiota! 
— Tú eres la que creyó que alguien como yo querría estar contigo. ¿Quién es la verdadera idiota aquí? — tengo la vista borrosa. Esto no es una simple obra de teatro, se metieron con mí diario e incluso lo que aún no estaba escrito allí. Podría tan solo huir de aquí y perderme en los pasillos, sé que eso confirmaría que, todo lo que acaban de ver y escuchar, es cierto, pero ¿a quién le importa? Ya saben que soy yo, conocen mí vida. Necesito escapar ahora. Me pongo en pié y corro hacia la puerta aún con lágrimas en los ojos, rogando que nadie note mí ausencia y tan solo sigan como estaban antes.

— Jeany, amor, aguarda. — Dustin me sujeta del antebrazo para detenerme. 
— Solo deja que me vaya. No necesito ver esto, es mí vida, ya sé lo que sucederá en el siguiente acto porque yo lo escribí. 
— De acuerdo, iré contigo. — sujeta mí mano como si nos fuéramos a fugar. Me deshago del agarre lentamente como si pesara, la verdad duele.
— No, quédate. Es mejor así. 
— Vamos, no creerás que ese último acto es lo que pienso realmente, ¿verdad? — desvío la mirada a mis zapatos. 
— No lo sé, tu dime. 
— Por Dios, Jeany, nunca estaría contigo para darle celos a Amy. Sabes lo que siento por ti, te lo he dicho y demostrado cientos de veces. 
— Tiene lógica, lo que decían. No tiene sentido que un chico como tú que puede tener a cualquiera me haya elegido a mí. Amy es el ideal de todas las chicas en la secundaria, puedes estar con ella pero estas aquí. 
— Escúchame con mucha atención porque solo lo diré ésta vez y más te vale que me creas. — tenía un tono lleno de irritación y un poco amenazador. — Desde que me hablaste ese día para devolverme mí libro de Historia Francesa, no puedo parar de pensar en ti. Amy es la chica perfecta superficialmente, tú eres única sin siquiera pretender serlo. No quiero perfección, quiero algo real. Te quiero a ti, pequeña Montgomery. ¿Me 
oyes? — asiento — Que ésta sea la última vez que dudas que te amo.
— No prometo nada... — arquea una ceja. — Pero lo intentaré. — sonríe y se inclina para darme un beso en la frente. 
— ¿Aún quieres huir de aquí? 
— Más que nada. 
— De acuerdo, — me sujeta de la mano y entrelaza sus dedos con los míos. — larguémonos de aquí. 
Dustin enciende una linterna que trajo de la obra y comenzamos a correr por los pasillos. No tengo ni idea de hacia qué lugar de la escuela iremos, pero se siente bien no estar sola en esto.



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En el texto hay: misterio, drama, amor

Editado: 15.04.2019

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