Capítulo I

La noche se había vuelto fría y aunque se acurruque dentro de su caliente cama no lograba recibir calor.

-Mamá

Una mujer de facciones finas entraba  al cuarto de aquella niña como cada noche acostumbraba desde que se enteró que su niña veía cosas que un infante no debía. Aunque no lo dijo directamente, sentía el temor que reflejaba su mirada cada vez que ella apagaba la luz, y, al conocer perfectamente el motivo optó por una solución.

-Si lo se cariño. Te contaré tu cuento.

 En sus brazos llevaba un libro azul con una portada de madera, haciéndolo ver antiguo y misterioso, la pequeña niña de cabello cobrizo se acomoda en su grande y fría cama.

“Allá en los confines del universo, en donde la luz y el tiempo son uno solo, en donde las estrellas brillan con más fuerza, en donde las galaxias parecen abrazarse unas a otras, existe un lugar tan magnifico como su nombre.

Theiphane, se trata de la estrella más grande de la constelación de Orión que cada noche vemos al alzar nuestra solitaria mirada en busca de consuelo, existe maldad y bondad como en todas partes, es un lugar en donde todo lo que respire y forme parte del hermoso paisaje colorido y luminoso tiene derecho a la vida,  su azulado amanecer se levanta mientras que su oscura noche descansa, es una estrella que duerme eternamente ajena a lo que suceda en ella, alguna vez tuvo los mejores reyes , el rey junto a su hermosa reina hacían que esta perla de mil colores sea pacíficamente encantadora.

Nada parecía alterar aquella encantadora  paz hasta que una bruja. La más  malvada y poderosa que pudiera existir llegó a tierras del rey Zhak, quedando perdidamente enamorada de él.

Zhak la rechazó y ella sin entender que a pesar de su exagerada belleza no pudiera ser amada se marchó con un plan de venganza. Siglos después vuelve llena de odio con un solo motivo, la venganza de hace mucho  tiempo, era tiempo de realizarla.

“Así como rechazaste y olvidaste mi amor hacia ti tan fácilmente, tu reino te olvidará, y en su eterna vida jamás recordarán quien fue Zhak, tú y toda tu familia partirán al ojo del agujero en tres días, y los recuerdos de todo tu pueblo sobre ustedes desaparecerá…por toda la eternidad.”

Todo lo que ella dijo ese día, todo lo que su oscuro corazón deseó, se hizo realidad, como si se tratara de un leve suspiro, murieron lenta y dolorosamente, sintiendo todo el dolor que ella sintió al ser rechazada, su corazón dolió un tiempo y quedó vacío, la perfecta venganza lo llenó  un poco, aunque no como ella pensaba, pero de una u otra manera desafortunadamente lo hizo quedando así satisfecha, aunque la familia tuvo un grande y favorable secreto, una bebé, princesa Elizabeth heredera del bien y el mal,  todos ellos tenían mucho más que simples poderes de controlar los cuatro elementos como lo hacían las demás criaturas, dieron todo su poder a la hermosa criatura que acababa de nacer , alguien debía quedar con vida y devolver todo lo que algún día perteneció a la magnífica Theiphane.

Enviaron a la bebé a un oscuro y lejano lugar, una bruja de magia blanca la recibió y prometió cuidarla con su vida, su presencia pudo notarse los primeros años, luego…desapareció sin dejar rastro alguno, la luz de la estrella se opacó quedando casi muerta aunque a pesar de todo, seguirá siendo una maravilla escondida en los más lejanos horizontes del Universo.

Lo único que no se cumplió ese día fue el olvidar a la familia real, ellos no estaban en sus cabezas si no en su corazón en donde ni la maldad más pura podría llegar.

…”

El cuento era largo y a cualquiera cansaría y pondría a dormir en cuestión de minutos, pero ella seguía despierta con sus ojos retumbantes de emoción.

-Mamá esa historia. Ese planeta existe, ¿verdad?

-Tal vez, deberías averiguarlo

-¿Me dejarías?

-Claro, pero cuando crezcas un poco más

-Creceré muy muy fuerte.

-Ya eres fuerte.

La niña se quedó dormida soñando en ser esa princesa, aún ajena. Ya en su inocencia el deseo de salvar su  hogar se hizo presente. Pero era algo de lo que solo su inconciencia lo mantendría a flote cuando creciera, ya que muy pronto olvidaría todo.

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Se supone que hoy debería ser un día de felicidad para mí, no un ajetreo total de papeles, discursos y diplomas. Al parecer la graduación no es del todo el mejor día de tu vida antes del matrimonio, o al menos eso parecer ser hasta este momento. Debería estar durmiendo no lidiando con hacer algo en mi rebelde cabello.