Capítulo: 9
"sé todo sobre el amor"
Liam
-Dime, señor sabelotodo – dijo mientras esperaba ansiosa lo que estaba por decirle, mientras yo estaba pensando que decirle, para no hablar demás-
- no tengo tanta experiencia en el amor, pero creo que todo lo que se necesita es un afecto mutuo, donde el amor sea un beneficio y una prioridad para ambos. Mira, una vez JOHN GOTTMAN dijo que "Para que una relación sea estable es preciso que los dos componentes de la pareja estén dispuestos a mostrarse mutuo apoyo tanto al surgir acontecimientos traumáticos que provocan un vuelco en nuestras vidas como en las pequeñas situaciones de estrés de la vida diaria." Y puedes llegar a creer que al decir eso pensó en tu situación sentimental - ¡Como pude decir que no tengo experiencia!, estoy fallando como cupido, con esas palabras eché muchos años de mi carrera como cupido a la nada, pero al menos usé una de esas frases que dejan en alto mi coeficiente intelectual, me refugiaré en ese hecho para reconfortarme un poco. -
- ¡oye! tu si estás de acuerdo conmigo, ya me empiezas a caer bien ¿sabes?, pero hay una duda que me deja todo esto, ¿Por qué tú estás de acuerdo con el amor mutuo, pero, apoyas a cupido? Todavía no creo entenderte. Aunque me gustaría más tu segunda fase – dijo, sentí su buen humor al recitarle esa frase de JOHN GOTTMAN, amante a sus libros, podría ser, pero, estaba orgullosa de que esas palabras salieran de mi después de haber ocasionada tal alboroto sobre el tema de cupido, si, amor mutuo, esa es la palabra clave -
- no te preocupes, estoy dispuesto a hacer lo que esté a mi disposición, para lograr ganarme tu confianza, hare todo lo que esté a mi alcance para hacer de esto posible, con tal de que me ayudes con esto de mi memoria y la vivienda mientras esté en proceso, te ayudaré con lo que quieras. -La miré profundo, justo con esa mirada que me caracteriza y sé que en ella causa un gran efecto, quería ver cuáles eran sus sentimientos ahora mismo, espero que ceda porque no todos los días aparece Liam London en tu casa, ¡que guapo soy!, si la palabra es presumido, la acepto como un galardón, al parecer ella no ha tenido suficiente contacto con otros hombres, eso hace que todo lo que es samuel, sea especial, eso hace que ella llegue a alabarlo. -
- ¿estás seguro? ¿Estarás dispuesto a hacer el aseo de la casa, cocinar y hacer recados? ¿Hasta salir conmigo...? – preguntó, trato de no usar mucho las palabras ambiguas, palabras maniáticas que te hacen pensar demasiado, suelen dar mucho trabajo al cerebro, las palabras ambiguas, son aquellas que pueden entenderse o interpretarse de diversas maneras. -
- ¡Cómo! ¿tú quieres salir conmigo? -pregunté al ver que no se contradecía, tan rápido cambió sus sentimientos hacia mí, bueno no la culpo, es difícil resistirse a todo esto. -
- ¡no! espera, no es el salir que tú crees. – dijo nerviosa- me refería al salir de compras o cuando te ordene hacer algo tienes que ir. -respondiendo alterada dejando a flote todo su nerviosismo, tratando de hacerme entender que estaba equivocado, me miró esperando que dijera que no y saliera huyendo, pero no fue así, hablaba con Liam London, hombre que aparte de ser guapo, nunca sería capaz de romper sus promesas. -
- ¡claro! no hay problemas, sus palabras son órdenes para mí. – dije, haciéndola sentir la sensación de que no se saldría con las suyas, ella no se librará tan fácil de mí, necesito hacer esto rápido y tener esa vida que tanto he deseado y si eso incluye lidiar con ella lo hare, total todo en esta vida te debe costar algo. Están algo duras las condiciones de vivienda de esta chica, no sé si voy a poder soportar, pero al menos diré, lo intenté. -
- ¡que! Estás seguro de que no hay problemas, te mandaré en muchas ocasiones, soy muy indecisa, quiero de todo y soy muy exigente a la hora de hacerlo. - buscaba a todo dar que cambiara de opinión, pero, aunque esto de servir para otro no se me daba bien, soportaría un poco. -
- no importa, haré lo que quieras, - miré alrededor de la casa fingiendo interés por servir- si quieres empiezo desde ya, si tienes hambre cocinaré. – tengo muy buenas recetas culinarias, esto de vivir solo con un padre te hace ser bueno en la cocina te guste o no, es algo que no está a tu elección, pero, ahora lo único que quiero decir es, en que me he metido ¡Dios mío! Me levanté porque, tenía que ser creíble ante ella. -
- ¡no! tranquilo no se me antoja nada, por ahora déjalo así. – bostezó dando a entender lo agotaba que estaba, a decir verdad, también quería que ella fuera a dormir, algo me estaba incomodando y creí saber que era, no me acostumbraba aún. -
- entonces... ¿qué quieres ahora? - ¡que no pida nada por favor! Fingí interés aun esperando que solo dijera que dormiría. -
- nada, solo dormiremos es demasiado tarde – dijo, y a decir verdad ha sido un día pesado, creo que llego el momento de descansar. Pero no lo haría sin antes reprocharle la última palabra, ¿acaso no puede dejar de usar las palabras ambiguas? -
- ¡como dijiste! ¿Dormir tú y yo? - fingí estar desconcertado, con la expresión que más la incomodara, la de "esta chica me está invitando a dormir con ella, espero sea un mal entendido" pero, está bien no la juzgo ¿quién se negaría a estar con Liam London? Me encanta esa expresión de ¡no es lo que quise decir! En su cara. -