Cupido por una vez

Capítulo 34

 


—Como saben, en unas semanas será el aniversario de la carrera —anunció nuestra delegada—, por lo que ayer tuvimos una reunión para saber que tema le corresponde a nuestra alianza.

Hubo un momento de silencio, en el cual todos tuvimos la oportunidad de intercambiar opiniones, y no todas fueron sobre la celebración.

—¿Supieron? Nick volvió con Ada esta mañana —comentó Agustín.

—Han roto como cinco veces —suspiró Sandra—. Perdonen si pienso que volverán a romper.

Mientras todos hablaban, mi mirada fue a recaer en la inocente chica recluida en una esquina.  La mejor arquería que había conocido, y una víctima del amor.

—¡¿Escuchaste?! —exclamó Fran, sujetando mi brazo con fuerza.

Salí de mi ensueño y recordé que tenia gente a mi alrededor. 

Miré hacia la pizarra, donde Ann, nuestra delegada, había escrito nuestro tema con letras grandes y legibles: Grecia y Roma.

—Díganme que es una broma —suspiré.

La puerta se abrió, y Nick entró, atrasado como siempre.

—Lo siento, había un tráfico horrible —dijo.

De reojo, vi a Agnes enderezarse en su puesto.

—Solo siéntate y escucha —ordenó Ann.

Nick sonrió y pasó directamente a nuestro lado.  Detrás de él, entró su novia, pero escogió un asiento distinto, por suerte.

—¿Ada también estaba en el embotellamiento? —bromeó Agustín, mencionando a su novia.

—Oh, cállate —dijo el recién llegado, riendo.

—Hay alguien en este salón flechada con Romeo —susurré a Fran, apuntando a Agnes con la mirada.

El rostro de mi amiga se desfiguró con la noticia.

—Chicos, presten atención —pidió Ann—. Necesitamos decidir quién participará en cada actividad.  Primero, ¿quién será el rey de nuestra alianza?

—Propongo a Paul Walker —avisó Agustín, señalando a su amigo rompecorazones.

Todos apoyaron la candidatura.

—Ustedes están practicando arquería, ¿no? —inquirió Nick—.  Podrían prestarme un arco, y llego vestido de Eros, el dios romano del amor. 

—Eros es griego —corregí. 

—Es lo mismo —suspiró el idiota de turno.

Fran contuvo la risa.

—¿Algún otro postulante? —preguntó Ann al público.  Nadie se ofreció, no había otro en la sala que pudiese competir con él y sus niveles de popularidad—. Bien, Nick será nuestro rey.  ¿Y la reina?

La chica a mi lado levantó su mano, y nuestra delegada le dio la palabra.

—Propongo a Agnes.

Todo el mundo comenzó a murmurar, preguntándose de quién hablaba Fran, mientras la aludida se encogía en su sitio.

—¿Qué haces? —pregunté.

Fran me hizo un gesto que decía: "Espera, y veras".  Pero yo no quería esperar, necesitaba explicaciones... ¡Ahora!

—Hay una competencia donde los reyes deben mostrar un talento frente a todos.  Agnes es una excelente arquera, puede vestirse de Artemisa y hacer una demostración.  Nadie podrá superarla.

—¿Y yo que haré? —inquirió Nick.

—Tu puedes pararte con una manzana en tu cabeza, nos meteríamos a los jueces en el bolsillo —se burló Agustín.

—No es gracioso —Se quejó.

Sin embargo, todo el mundo parecía entusiasmado con la idea.

—Agnes, ¿te gustaría ser reina? —cuestionó Ann.

—¡Alguien díganme quién es Agnes! —exclamó Victor. 

Al ver que nuestra candidata no decía nada, decidí tomar parte en el asunto.

—Es ella —señalé.

Nuestra arquera se encogió en su asiento al sentir todas las miradas puestas en ella.  Nick también la observó, por primera vez en la vida, seguramente.

Me puse de pie y me senté a su lado.

—Anda Agnes, lo harás excelente —dije.

—No estoy segura —respondió mirando el suelo—. No creo que pueda hacerlo bien.

—No hay nadie más que pueda garantizar esos puntos —aseguré.

—Por favor, que responda pronto —pidió Nick, ganándose un fuerte codazo de Fran.

Quería pararme y gritaf: «Ella acepta», pero no me correspondía tomar la decisión a mí.

—Nos aseguraremos de que luzcas increíble —prometí.

Mis palabras tuvieron el efecto deseado, y por fin, la candidata asintió.  Todo lo que tenía era inseguridad.

—¿Alguna otra candidata? —preguntó Ann al público.

«No, ninguna» pensé, lista para bajar cualquier mano que se alzara.

—Yo propongo a Ada, ella se verá increíble vestida de griega, y podremos ganar la competencia de los trajes con facilidad —propuso una de las amigas de la reina en cuestión.



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En el texto hay: romance, cupido, mitologa

Editado: 27.08.2018

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