Damnare Vultus

Capitulo 7

El silencio que le sigue a sus palabras solo es opacado por el sonido del viento, que choca con fuerza contra mi piel.

Sonrío de lado mientras me pongo mi abrigo y mi primo Marcus toma mi mano cuando agarro la manga de la prenda.

- Laana, no bromeo.

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Después de lo que dijo, yo realmente no supe como reaccionar, estaba en blanco, nisiquiera tenía preguntas, él decidió hablarme de la familia, de como estaban todos y que el siguiente mes, Diciembre, la mayoría viajará a Costa Rica para visitar a los abuelos.

Me ofreció pagarme el vuelo con tal de que verme con la familia y se lo agradecí, pero sé que al momento de llegar al aeropuerto yo le daré el dinero que invirtió en el boleto.

Lo único que tengo claro es que en serio hay muchos puntos en mi vida que se aclaran con lo de mis padres, pero además del hecho de que sea una relación incestuosa, siento como que algo no encaja, como si eso tuviera algo demasiado fuerte sobre las situaciones que hemos pasado.

Pero en mi punto de vista no encaja que si mis padres han formado una relación mal vista como castigo yo sea un ángel, ¿eso porqué sería un castigo? No puedo comprenderlo.

Cuando llego a mi casa, abro la puerta con mis llaves y cierro rápidamente para poder subir a mi cuarto y dormir, pero cuando mis ojos raspan una pequeña visión de mis padres en la sala me quedo quieta.

- Creí que dejarían de esperarme desde que cumplí los dieciocho -aseguro cruzando mis brazos.

- Laana Egún Milikan -mi nombre suena peligroso en los labios de mi madre y como una niña logra que mis nervios se disparen-. ¿Qué es lo que has hecho?

- No entiendo de que hablas -digo lo más serena que me permite mi voz.

- ¿Dónde andabas? -pregunta mi papá, aúnque su modo es más amable y tranquilo no se puede dejar de lado el modo filoso con el que se dirige hacía mi.

- En el parque...

- Bien... -mi madre se levanta del sillón  y respira hondo mientras camina por la sala.

- ¿Qué pa...? -el sonido de un vidrio quebrandose me confunde y trago grueso cuando sé que ha sido mi madre.

El espejo de la sala esta hecho pedazos y no ha sido con sus manos, sus ojos tienen ese poder contra los reflejos, hiere con su mirada de un modo, incluso, más rápido que yo, cuando se ve en un espejo, furiosa, no se puede lastimar a si misma así que el reflejo se destruye, es como una representación física de lo que le pasaría a mi cuerpo si me ve a los ojos.

No puedo evitar retroceder.

- Sabes bien que no puedes hablar con la familia -mi papá habla de nuevo, esta vez con ese filo en la voz de antes, más intenso.

- No sé de lo que están... -me callo porque ya lo recuerdo, yo no cerré las pestañas antes de irme, yo no cerré la puerta de mi cuarto-. Entraron a mi habitación -nisiquiera se los pregunto, es obvio.

- Así es, no irás -dice mamá y yo no entiendo.

- ¿Ir a dónde?

- Es obvio que te invitaron a una de esas fiestas que hacen a final de año por su religión, pero he dicho que no, lo que menos necesitas es de esa familia -dice mi madre sin verme, se cubre lo ojos con una mano que le tiembla sin parar, sé que es por la sangre que arde en sus venas.

- "Esa familia" como le llamas es mi familia, de la que ustedes me han alejado y a diferencia, de ustedes, ellos si están dispuestos a decirme porque razones soy así.

- ¿Eres cómo? -pregunta mi padre como en burla.

- No juegues conmigo papá, puede que estuviera al punto de colapsar en el hospital pero escuche bien lo que ustedes decían, saben porque tenía esas alas, lo saben y si no piensan decirme tengo otros modos de saberlo -digo bastante segura de mis palabras.

Él desvía si mirada claramente incómodo, no piensa hablar de lo que ocurrió en el hospital y yo de eso no tengo problema, no tengo intención alguna de buscar un modo de conocimiento por parte de ellos dos.

- ¿Te han dicho algo? -dice mi madre, me ve pero noto que esta más tranquila, en realidad, solo se esta controlando.

La miro y luego a mi papá, mis manos sudan y siento la garganta seca.

- No -mi voz suena débil-. No, no me ha dicho nada que no supiera.

- Bien -la voz de mi padre es leve-. Aún así no iras.

- Bien -miento, no pienso empezar una discusión innecesaria, voy a ir, con su permiso o sin él-. No ire.



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En el texto hay: angeles, demonios, cadena

Editado: 06.03.2019

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