Capitulo IV : Uróboros

Han pasado unos días desde aquellos incidentes, aún Eleta tiene pesadillas con eso, pero ya se siente mejor.
Espina la llama al patio. Él está parado al lado de una piedra.

—¡Escúchame Eleta ves esa piedra de ahí?! ¡Explótala!! Es fácil, solo apunta y saldrá — Explica Espina

— ¿En serio eso le llamas enseñar? Una hormiga podría hacerlo mejor — Eleta se ve enojada

— Eli es fácil, solo imagina, la magia no es más que la manifestación de nuestra mente, es poder de materializar nuestros deseos, un don que no cualquiera puede acceder al todos lo tienen, pero fueron bloqueados — Espina

— ¿Entonces si lo imagino sucede? — Eleta

— Si normalmente nadie puede usar magia sin que un sello mágico abra una salida para que el maná salga del torrente y pueda circular normalmente, pero Eli tú no eres así, siente la naturaleza, el maná es energía vital, tú eres única — Espina habla con dulce voz sin duda su voz y cara sería el peligro para cualquier mujer.

Eleta cierra los ojos, siente el aire, todo lo que la rodea mueve su mano hacia delante y dice

— FireBoll — Eleta pronuncia estas palabras y una bola de fuego sale de su mano impacta en la piedra a gran velocidad. La piedra queda hecha polvo, al fin Eleta hizo su primer hechizo, la niña estaba tan contenta que brincaba.

— Deja mucho que desear ese hechizo, no entendí por qué le pusiste nombre, pero servirá para defenderte de lo que viene — Espina hablo Espina con una media risa que se le escapaba.

— ¿De lo que viene? A qué te refieres Espin — Eleta pregunta

— Tenemos un caso muy problemático a lo mejor no pueda defenderte bien, iremos a New York en unos minutos así que prepárate — Espina

—!! New York!! Tengo que cambiarme de ropa — Eleta sale corriendo y entra a la casa, se veía muy emocionada.

Al rato sale Eleta vistiendo una ropa muy moderna, un pantalón de mezclilla junto a una blusa algo corta, Espina la mira a él, parece que no le gusta la ropa moderna. ¿Eleta es hermosa su pelo blanco y corto?? Eleta corto su pelo, ahora solo le llega a los hombros, hay que admitir que todo le queda bien a esa niña. Mientras que Espina viste traje, pero no usa corbata, sino la bufanda, el cual nunca se quita todo de negro, como siempre mirarlos a los 2 era como ver una película en blanco y negro. Llega el caballo negro y ambos se montan, no existen muchas personas con el valor de subirse a un caballo, así, Ángelo le había comentado a Eleta que nunca se monte en uno sin su maestro, pues ellos son los encargados de transportar a los muertos, nadie en su sano juicio se montaría en uno a excepción del maestro claro. Vuelan a gran rapidez cuando salen del cielo de la ciudad, ya están en New York.

— ¿Cómo es posible? Yo esperaba un largo vuelo — Dijo Eleta decepcionada

— Pequeña mocosa ¿Por qué crees que viajamos en este caballo?, él llega automáticamente a donde desea llegar sin problemas— Espina

Llegan a un lujoso edificio, Eleta y Espina entran, Eleta estaba maravillada con aquella ciudad, todo eran colores, tan viva se veía, parecía un sueño. Dos hombres custodiaban la puerta, ven a Espina y los dejan pasar, llegan a una sala en el segundo piso hay estaban unas personas reunidas.

— Bienvenido señor Espina, soy Alex el jefe de la policía a mi lado, mi segundo al mando Frey y este señor es el gobernador de New York Orlando — Alex dice mientras señala a cada uno

Alex es mayor, debe tener unos 45 años, va vestido de uniforme, Frey es más joven unos 30 máximos ambos tenían buen físico, se podría ver su entrenamiento con solo mirarlos y Orlando debía tener unos 50 años, era algo obeso normal en un Gobernador aunque era querido por su gente, tenía rumores de desvíos de fondos.

—Es un placer conocerlo, por fin he oído hablar mucho de usted, ¿perdón quien es esa niña?— Orlando

— Es mi aprendiz, así que tranquilos, ella es muy competente — Espina

Frey saca unos documentos y fotos de decenas de personas, entre ellos había hasta niños.

— En menos de 2 meses han desaparecido 50 personas de diferentes razas y edades, no hay explicaciones, ni pistas, la única cosa que los une es que en cada casa de las víctimas encontramos el signo de las serpientes de Uróboros — Frey alega mientras enseña las fotos de cada casa con su símbolo

—Mmm, si es como creo, todas estas personas están muertas, el sacrificio para invocar la serpiente no es nada fácil, miles de almas son necesarias, hasta ahora han estado en las sombras operando con granjas humanas, pero he destruido varias supongo que están desesperados — Espina sonríe como si le divirtiera esta situación de muertes y misterio su cara cobra vida en estas situaciones, su pequeña risa se escapa sin que él lo sepa.

Eleta se ve perturbada esa pesadilla que le persigue todos los días junto a ese signo no es algo fácil de superar. Espina le pone la mano en la cabeza y le sonríe eso la tranquiliza.

— No hay pistas, no hay cuerpos, no hay sospechosos, solo sabemos que es la misma secta que desea invocar la serpiente del eterno retorno Uróboros me imagino que desean la inmortalidad, en el antiguo Egipto usaban el símbolo en los ataúdes significa el eterno ciclo el dragón o la serpiente mordiendo su cola — Espina

— No me interesa esas cosas mitológicas, quiero a esos genocidas bajos prisión — Orlando muy enojado dice

— Entiendo lo que dices, Gobernador, pero tiene que esperar, juro que capturaremos hasta el último de esos imbéciles — Alex

— Pueden callarse mocosos, este caso es mío, ahora mismo pueden quedarse en sus casas escondidos, yo me haré cargo de esto — Espina observa la cara de repugnancia de todos los presentes y abandona el lugar.

Espina y Eleta van a una de las casas de los desaparecidos, en este caso en particular toda la familia desapareció no fue uno sino varios, este hecho llamo la atención de Espina, en todos los demás solo desapareció una persona, entonces ¿Qué hacía diferente este caso? Llegan a la escena del crimen, es en el quinto piso del edificio, apartamento cincuenta y cinco. El piso está con cinta de no pase, unos policías guardan la escena, varios vecinos se encuentran detrás de la cinta que decían" don't pass" significa no pase.