Capitulo 6

Linda 

—Si papá—digo volcando los ojos ante la mirada curiosa de Edward—Si, iré la próxima semana a verlos, es decir, iremos la próxima semana—digo entornando mis ojos en dirección a mi chico de rizos locos y ojos oscuros. Edward frunce el ceño y me hace señas con la mano para que no le pase el teléfono—Si Molly, aquí está—digo y le aviento el celular. Suelto una carcajada cuando alcanza a tomarlo en el aire y refunfuña mientras no le queda otra opción que contestarle a la niña. 

Me tumbo en la cama mientras aguanto mi risa cuando Edward no hace más que decir "Ajá" "Si" "Uh" y "Mmm" él me lanza una mirada matadora y cuando cuelga el teléfono me mira desde los pies de la cama. Hoy es domingo por lo que, el bar no abre y eso quiere decir, todo el día al fin juntos. Edward me toma de los pies sin darme la posibilidad de huir. Pego un grito agudo porque me toma desprevenida e intento sostenerme de las sábanas, pero estas de desarman y él termina por salirse con la suya. Me acorrala entre sus brazos y se agacha hasta estar a pocos centímetros de mis labios. 

—Cada vez que esa mocosa llama siempre me pasas el teléfono. Y ahora, es mi momento de venganza—dice con una sonrisa maliciosa y con sus ojos brillantes de emoción.—Te daré una ventaja de cinco segundos para huyas Rizos...porque una vez que te atrape haré que pagues por todo eso—dice mientras roza su nariz con la mía. Se me hace imposible no reír y en cuanto él me deja libre salgo corriendo. 

Edward cuenta en voz alta y grito cuando siento sus pasos acercándose detrás mío. Parecemos dos niños corriendo por la casa, pero no encuentro algo mejor que hacer juntos. Adoro estos momentos con él. Le lanzo con uno de los cojines del sillón y le doy en la cara, aquello me provoca una gran carcajada y él salta el sillón y me atrapa por la cintura mientras caemos al piso, por suerte yo cai encima suyo. 

Ambos nos reímos hasta soltar lágrimas y apoyo mi cabeza en su pecho para descansar. Él acaricia mi espalda y sus manos se quedan en mi trasero, aquello me hace mirarlo y ahora soy yo quien acaricia su mejilla. Me acerco un poco para besarlo y solo me quedo mirándolo. 

—¿Que?—espeta y río un poco antes de volver mi cabeza a su pecho. 

—Me encanta esto—susurro. 

—A mi también—contesta. 

Algo surca mi cabeza y me incorporo para sentarme a horcajadas. Edward alza las cejas con interés y apoya sus manos en mi cadera mientras yo me saco la camiseta suya que tenía puesta. Estoy completamente expuesta ante él, salvo por el mini short que tengo debajo. Puedo notar como sus pupilas se dilatan y pasa la lengua por sus labios cuando me ve semi desnuda encima suyo. Sus manos suben por mi espalda, rodean mi abdomen y descansan en mis pechos. Siento como de a poco el ambiente se pone más excitante y lujurioso. Él se incorpora hasta quedar sentado, donde nuestros torsos desnudos se unen.

—Creo que nunca lo hemos hecho aca—dice y sonrío a más no poder. 

Una de sus manos sube a mi cuello para acercarme a sus labios. En cuanto estos se unen, suelto un gemido y él con su mano libre me toma de mi cintura para profundizar nuestra cercanía. Enrollo mis piernas a su alrededor y él esta vez, introduce sus manos por mis short para tocar mi trasero, sin embargo, antes de  hiciéramos algo más, tres golpes en la puerta acaba con toda esta pasión. Nos miramos decepcionados y volteamos a ver a la puerta cuando se vuelven a oír los golpes. 

—Ignoralo, sea quien sea, se aburrirá y se ira—dice mientras vuelve a unir sus labios en mi cuello.

—¿Y si es Sandy o Todd? ¿O ambos?—susurro y me separo un poco para verlo. Él vuelca los ojos—Le dije a Sandy que estaríamos aquí todo el día, si no abrimos creerán que no queremos verlos o...

—...o que estamos teniendo sexo y que su visita es una completa molestia en estos momentos—dice y lo miro negando con la cabeza mientras le dejo en claro que desapruebo esa opción. —Esta bien, joder—dice—pero ve tú.

—¿Que? No, ve tu—digo en voz baja. Él frunce el ceño y niega—Edward, mira como estoy se darán cuenta que...

—..que estábamos a punto de tener sexo y que acaban de arruinar todo—dice encogiéndose de hombros. Le lanzo una mirada severa, y él no hace más que bufar y ponerse de pie a regaña dientes—De acuerdo, pero conste que tú hermana vera la erección que acabas de hacerme—dice haciendo énfasis en su entrepierna. Le lanzo con un cojín y él suelta una carcajada mientras se da la vuelta. 

Aprovecho a buscar su camiseta y siento como algo se cae desde donde Edward está. Volteo a ver, y río cuando lo veo pegado a la puerta algo incómodo. Sin embargo, todo atisbo de sonrisa desaparece cuando oigo de quién se trata. 

—July—dice lo suficientemente alto para que lo escuche. ¿Que hace ella aqui?

Sin esperar más, me coloco rápido su camiseta y me pongo de pie cuando ella entra. Edward permanece detrás suyo con el cojín en su entrepierna, y no me pasa desapercibido como ella lo mira, pues él solo tiene unos pantaloncillos cortos y nada más. Carraspeo para llamar su atención y coloco mis manos en mi cintura fingiendo una sonrisa. Ella me sonríe algo incómoda y Edward rodea el sillón para sentarse en él y así tratar de disimular un poco más su erección. Río un poco y presto toda mi atención en ella. ¿Que demonios hace aquí? No sé. 

—¿Llego en un mal momento?—pregunta y enseguida miro a Edward para que él responda. Pero aun así, sé que July se dió cuenta de lo que estábamos haciendo. Pues, nuestra apariencia desordenada nos delata. 

—No, nosotros solo...solo estábamos..—titubea y me mira buscando ayuda. Suelto una pequeña risa y me acerco al sillón para apoyarme en el respaldo y mirar a July. 

—Solo jugábamos un poco—digo y oigo como Edward tose algo incómodo y yo solo sonrío con inocencia. Ella alza las cejas y asiente mientras aparta la vista. —A veces nos gusta jugar...ya sabes—digo encogiéndome de hombros y volteo a mirar a Edward que me fulmina por un momento.