Y aquí me encuentro, huyendo de mi propia boda, quizás no sea lo más correcto, ni lo mejor que he hecho hasta ahora.
Toda mi reputación se acaba de ir por los suelos, y no es que tenga muy buena reputación, toda mi buena imagen se ha ido a la basura desde que el apareció nuevamente en mi vida.
Todo era perfecto, tenía una vida tranquila, bueno solo un poco, me la pasaba de viajes dirigiendo la gran empresa de mi abuela que, a pesar de que todos creen que es mía en realidad no lo es.
Yo más bien soy, solo una cara bonita, una buena imagen de la empresa, que hasta el momento la he hecho crecer el doble de lo que era cuando mi adorable abuela la dirigía, pero bueno eso es otro asunto del cual les contaré más adelante.
Ahora por el momento, estoy aquí corriendo en cámara lenta hacia la salida, pero antes de hacerlo volteo hacia atrás para ver a Max mi futuro ex prometido al cual he dejado plantado en el altar, pero al hacerlo, en vez de que él tenga una cara de enojo, es todo lo contrario, en su rostro se nota claramente la felicidad y el agradecimiento, aunque esto último no logro comprenderlo muy bien.
Se puede apreciar una sonrisa dibujada en su rostro tan delicado que tiene, siempre me he preguntado ¿Cómo es que su piel es más suave que la de una mujer? ¿Cómo es que su piel está mejor cuidada que la mía? En fin.
Quizás él tampoco quería casarse, después de todo nuestras familias arreglaron el matrimonio, y nosotros simplemente accedimos a hacerlo, no teníamos razón para casarnos, pero tampoco teníamos una razón para no hacerlo, y así fue nos comprometimos.
>> Sin amor. <<
Y ahora después de todo lo que ha ocurrido en mi alocada vida me he decidido en que lo mejor es seguir a mi corazón, escuchar lo que me tiene que decir, y para eso lo primero que debo de hacer, es huir de mi propia boda, sé que quizás, después de todo esto nada vuelva a ser igual, pero no me importa, nada de esto me importa si no estoy con la persona que amo, con la persona con la que quiero estar el resto de mi vida.
Y esa persona claramente no es Max.
Por mucho tiempo intenté negar y ocultar esto que siento, intente alejarlo de mi vida y convencerle de que lo que sentía no era amor, pero no lo logré, no lo pude hacer, fracasé después de tanto tiempo de no hacerlo, porque siempre el corazón le gana a la razón, y contra eso no puedes luchar, así que hoy me he decidido a enfrentar mis sentimientos, a expresar todo esto que siento dentro de mi ser.
Conforme camino hacia la puerta, todos los presentes me observan con admiración e intriga en sus rostros, pero no me detengo, nada me detiene, porque sé que aunque muchos digan que no es lo correcto, para mí esto es lo más hermoso que he hecho hasta ahora, y valla que he hecho demasiadas cosas, algunas de las cuales me enorgullece hablar.
Pero bueno, concéntrate, ahora tu prioridad es impedir que se case el amor de tu vida.
“Si lo sé, es irónico, que él también se case el día de tu boda.”
Intento buscar un taxi que me lleve ¡Oh! Rayos, no hay ninguno.
¿No les ha pasado que cuando quieren algo, como un taxi, por ejemplo, simplemente no hay ninguno? Pues ahora esa es exactamente mi situación.
El tiempo transcurre y no encuentro en que irme, para llegar a impedir esa boda. Me decido finalmente por correr.
Qué maravilla, una loca novia corriendo por las calles de Miami, y más aún si te diriges a impedir una boda. Suena muy lógico. ¿No?
Después de algunas cuadras, llego a la conclusión de que correr no fue la mejor opción que se me haya ocurrido. Últimamente no tengo muy buenas ideas que digamos.
>> Estas zapatillas de 15 cm, en serio son muy incómodas. <<
Por lo general, en esta enorme ciudad suele estar la mayor parte del tiempo soleado, pero hoy el sol sí que exageró, estaba en su máximo esplendor, más que otros días, en las noticias se decía que habría fuertes lluvias por la tarde y durante todo el fin de semana.
Y a eso súmenle que estaba corriendo como loca, por las calles con un vestido carísimo de novia, dirigiéndome a impedir una boda.
“Creo que después de esto necesitaré ir a terapia.”
Pero bueno concéntrate. Estoy por llegar, es justo en este momento que me siento, como dentro de una película, pero al revés.
Lo típico, es que el novio llegue a interrumpir la boda, pero en mi caso, todo es al revés.
Me he preguntado muchas veces las posibles respuestas que pueda tener de su parte. ¿Me aceptará? ¿Me rechazará?, esas preguntas me atormentan y están siempre en mi mente.
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Editado: 14.05.2019