- ¡Una mancha! - gritó desesperado el escritor.
Así es una mancha había aparecido en la hoja donde escribía hasta hace unos minutos. Apareció en el momento mismo en que su inspiración se había cortado. Extrañado por el raro evento miró fijamente a la mancha y decidido se dispuso a borrarla, pero una vocecilla grito - ¡TONTO! -
El escritor miró a todos lados y volvió a escuchar - ¡SI ME BORRAS ARRUINARAS TODO! -
Extrañado por lo que había escuchado solo pregunto - ¿Quién eres? -
- En verdad que eres un tonto - replicó la mancha - mil hojas he viajado, cientos de peligros he cruzado para llegar a ti y no sabes quién soy -
- Disculpa mi ignorancia pero ¿acaso no eres una mancha? -
- Si no divagaras tanto en tus pensamientos sabrías quien soy. ¡SOY LA PALABRAS POR LA QUE NO PUEDES CONTINUAR EL RELATO! -
- ¡Claro! - Exclamó el escritor dándose golpes en la cabeza - ¡ya te recordé! - así una vez aclarada la confusión el escritor le dio forma a la mancha y siguió escribiendo.