De las Cenizas

Capitulo 31 "Conflictos"

  • Iré a informar – dijo el técnico dejándonos a todos con el molesto entrenador.
  • Adelante – le contesto. Parecía seguir en shock, pero algo no andaba bien.
  • Victoria – se me acercó Raquel y me abrazo – ¿te encuentras bien?
  • Si – le abrace – lamento haberte preocupado.
  • A su sala ahora – grito molesto el entrenador.

Todos caminamos a la sala con el entrenador pisándonos los talones. Una vez adentro cerró la puerta y se sobo las cienes.

  • ¿Porque te busco? – sabía que la pregunta era para mí.
  • Estaba molesto por las heridas que cause en el entrenamiento de hoy – al escucharme se enojó aún más – al parecer dejó a su equipo ya que nadie más que él podía curarlas.
  • Eso es verdad – contesto tranquilo – continua.
  • Es todo – al instante golpeo la puerta de la sala y esta se aboyo.
  • ¿Porque te estaba ahorcado? – dijo simulando tranquilidad.
  • Porque le regrese lo que me hizo – dio otro golpe a la puerta que me hizo saltar del susto.
  • Muéstrame tú mano – me dijo rechinado sus dientes.

Me quité el guante lentamente y le mostré mi mano. Escuche el asombro de mis compañeros así con el enojo también de Félix.

  • Me van a matar – se le quebró la voz al entrenador – cuando se enteren de esto me harán trizas.
  • No es tan grave – trate de consolarlo – además el está atado de la misma forma que yo.
  • ¿Como que está atado? – me tomo del hombro Félix y me obligó a verlo – ¿ a qué carajos te refieres Victoria?
  • No es de tu incumbencia Félix – le gruñí y me acerque al entrenador – él va a mantener oculta su marca y yo puedo hacer lo mismo con la mía.
  • No sé los vas a poder que ocultar por siempre – cayó sobre sus rodillas y se llevó las manos a su cabeza – lo peor de todo es que no te podrán castigar.
  • Enserio – a acaso los encargados del lugar son igual que ese sujeto que mató a los otros dos compañeros.
  • Tu les podrías decir que no fue mi culpa – se enderezó del suelo con aire macabro – podría obligarte.

Su rostro se había transformado. Desprendía un aura diabólica y por primera vez se veía tan trastornado y temeroso. Estaba en ese punto que no tenía nada que perder y podía hacer lo que fuera por conseguir lo que quería.

  • Podría decir que se lo oculte hasta usted – camine hacia tras y me caí con el escalón que dividía la sala.
  • Es verdad – al parecer le agrado mi idea – así Cruz será el único responsable. El único problema es si mueres.

En mi estomago se formaba un vacío. Tanto era el riesgo de morir.

  • Eso no pasará – me puse pie y me mantuve firme.
  • Claro que si – río para si como el psicópata que era – ese es el riesgo por un contrato como el suyo. Él no puede morir, pero tú sí.
  • No moriré – le conteste molesta y apenada por la mirada asesina que me dedico – además no creo que llegue a necesitar de mí. Es demasiado fuerte.
  • Es verdad – parecía aún más tranquilo el entrenador – pero ya una vez necesito de alguien y murió, aunque claro tu eres más fuerte que ella además de que posees esa aura destructiva.
  • ¿De qué mierda están hablando? – dijo molesto Ezequiel parándose en medio de la habitación – soy el líder de este equipo no pueden excluirme así junto con los demás.
  • Líder – el entrenador empezó a reír y le dio otros dos golpes a la puerta dejándola casi inservible – ¿y quién dijo que podías ser el líder?
  • Mis compañeros lo hicieron – le hizo frente Ezequiel a pesar del enojo del entrenador.
  • Yo no lo hice – soltó Eva en medio del silencio.
  • Yo tampoco – la secundó Dante
  • Yo pensé que no había líder – Raquel les contestó – de hecho, pensé que éramos una unidad y que todas las decisiones las íbamos a tomar juntos.
  • Que estúpidos – se comenzó a reír de nuevo el entrenador como cínico – el líder soy yo. Ninguno de ustedes puede hacer algo tan simple. Son unos inútiles.

La sala se tornó más oscura y el entrenador no paraba de reír mientras caminaba de un lado a otro. Daba un poco de miedo después de cómo había golpeado al puerta que era de metal y el seguia intacto.

  • Escuchen bien – nos amenazó – si alguien más se entera de la marca de Victoria los encerrare en el cubo del que seguramente ya les comento – me volteo a ver – solo que en vez de paredes habrá espinas.
  • Mierda – susurre.
  • Exacto, van a terminar como mierda – rio para si el entrenador – ahora cámbiense en 30 min tienen entrenamiento conmigo.
  • Si – contestamos
  • AHH y si preguntan qué fue lo que pasó – se detuvo y antes de llegar a la puerta – dirán que Cruz estaba molesto porque lo retrasaron en su misión, pero después de conocer a Victoria la su ira desapareció de lo contrario yo personalmente me encargaré de castigarlos.




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