Ya llegando a la nueva ciudad note que había bastantes bosques espesos que escondian un lugar, mientras yo observaba esto mi hermano solo se fijaba en los parques de los juegos pero a mi esto no me interesaba a pesar que era menor que mi hermano.
Cuando llegamos a la nueva casa me di cuenta que era un lugar muy oscuro y con poca gente pero al ver esto en vez de asustarme me emocioné y seguí explorando, hasta que llegó un hombre delgado y de muy mal carácter era el dueño de la propiedad quien viviria desde ahora a lado nuestro. Con una voz gruesa dijo que detestaba el ruido y a los niños haci que si no queríamos problemas más vale que mantenga a sus hijos controlados. Sin decir más le dio la llaves a mi madre y se fue.
Ignorando las palabras de aquel hombre continuamos con la mudanza, cuando ya terminamos de mudarnos mi madre y mi hermano fueron a comprar comida dejándome a mi sola en la nueva casa. A decir verdad no me importó vi esta oportunidad para seguir explorando, al cabo de diez minutos no encontré nada interesante haci que fui al cuarto que me correspondía.
Me acosté en mi cama rendida pero mi vista se dirigió a una parte de la habitación donde noté que había una ventana que daba a la casa del hombre delgado y gruñón.
Al ver mi hallazgo decidí que debía acercarme a ver, al ya estar frente la ventana pude divisar un sombrero, un par de zapatos y cosas así pero lo que me llamo la atención se encontraba en una esquina era un vela blanca prendida al frente de algo parecido a un hueso muy grande, quise seguir mirando pero mi madre ya había llegado con mi hermano y me estaban llamando para comer.
Al estar en la mesa ya comiendo quise contarles de mi hallazgo pero me detuve por que sabía que si decía lo que hice me iban a regañar y castigar como esa vez que dije que vi a la vecina con otro hombre que no era su marido, así que solo me quedé callada sin decir palabra...
Mi madre estaba conversando con mi hermano de como seria el nuevo colegio, a mi eso no me interesaba solo quería saber que hacía el vecino con aquel hueso así que como lo más rápido que pude para ir a observar, cuando ya terminé mi comida di las gracias, me levanté a lavar el plato y fui a mi cuarto.
Al estar ya en mi habitación me fijé en la ventana pero en el otro lado estaba el vecino mirando fijamente el al darse cuenta que lo descubrió solo cerro la cortina y se retiró de la ventana.
Esto me sorprendió mucho pero no le comenté nada a mi madre cuando vino a verme solo me fui a dormir para maña ir al colegio.