-Vamos levántate ya, eres muy dormilona- dice Maud estrujándome mientras yo me tamo con la manta para que ella me deje seguir durmiendo.
- ¡Cailin! ¡Vamos levántate!- chisteo y me quito la cobija de la cara
- ¿Qué quieres?- digo molesta. –ve y báñate y te digo- me empuja al baño haciendo que me chocara con una mesa la miro con mi mirada de asesina dice un "lo siento" con los labios. –Esta me las vas a pagar- digo frunciendo el ceño.
-Ahorra si me vas a decir a donde vamos- digo cuando salgo del baño. Me sonríe
-Vamos a ir al gimnasio.
-¿sabes que te voy a matar?- digo corriendo hacia ella pero me caigo por culpan de los botines de ayer y como estoy en toalla es muy difícil levantarme. Maud se ríe y me extiende la mano la cual yo aprovecho y se la cojo solo para jalarla y se cae al piso, Maud cae encima de la caja de pizza de ayer. Me rio de ella intentando levantarme, cuando lo logro le saco la lengua y cojo la licra y el top y el esqueleto ancho que está en la cama. De seguro ella lo dejo hay cuando estaba en la ducha.
-Maud, me duele todo el cuerpo paremos ya- digo dejando de hacer las benditas sentadillas y sentándome en el piso, ella hace lo mismo que yo.
-Me voy a morir - digo mirándola seria
-Eres muy floja.
-No es que sea flojas es que mi cuerpo no le gusta sufrir-Maud se ríe y se levanta, me da la mano para ayudarme a levantar.
-Soy tan buena hermana que voy a llamar al chofer.
-uf, eres la mejor hermana del mundo, esa que te hace levantar a la 6 de la mañana para que este en el gimnasio con ella, la cual te hizo seguir toda la rutina, por eso te mereces un premio hermosa hermana- digo cogiéndola por los hombros y descuadrando su cabello.
Ella se despide te casi todo el gimnasio mientras yo voy detrás de ella.
-Eres muy amigable- cuando le digo eso pasa un joven demasiado guapo, y saluda al recesionista, vuelvo y ubico mi vista en Maud aunque debo de admitir que se me es muy difícil no voltear a verlo otra vez.
Ayer con Maud y Ayleen cuadramos la historia que vamos a decir sobre de quien soy. Seré la hija de Ayleen la cual estudio en el extranjero porque yo fui un embarazo no deseado "me voy a poner a llorar" pero Ayleen sabía que ese bebe no tenía la culpa por eso le pidió a una de sus hermanas que dijera que yo era su hija. Maud y yo ya teníamos dos años de conocernos. Voy a ir al mismo instituto que ella y tendré una vida totalmente falsa.
Esa noche me contaron mucho de la vida de ellas y algunas de las locuras que cometieron Ayleen y Maud.
Al llegar al penn house, el señor Wilson está hablando con mamá
-Hola señor Wilson- decimos Maud y yo al unísono, nos miramos y nos sonreímos igual que dos personas que estaban en la sala.
-Hola señoritas, Cailin ven un momento.- hago lo que dice el señor
-Esta será tu identificación, tu cumpleaños es 14 de julio, vas a ser la hermana menor, pero ustedes van a estar en el mismo grado ya que ella perdió uno año.- dice señalando a Maud
-Bueno eso es todo espero que se has muy feliz niña- dice para seguir hablando con mamá.
Maud me coge de la mano y me arrastra por las escaleras hasta que llegamos a la puerta de su habitación.
-Salgamos hoy para celebrar que ya tienes tú nueva identificación, hermana menor-dice para a lo último burlarse
-No me causa gracias, hermana mayor-digo sacándole la lengua
Se ríe. –Tendrás que hacer lo que yo te diga.
-sí, claro.- digo con mucha ironía.
(-Eres menor que yo tienes que hacer lo que yo diga tontita- me besa la frente y sale) tuve otro deja vu pero esta vez sí puedo asegurar que era una chica. Mi mente me está jugando una mala pasada-
Maud me chasquea los dedos –Maud llamando a su hermana menor .dice en tercera persona
-¿Adónde iremos hoy?- le pregunto, para olvidar lo sucedido
-A uno de las mejores fiestas-dice sonriendo
Maud me hizo ponerme un vestido dorado de lentejuelas que llegan unos dedos más arriba de la rodilla con la espalda descubierta y unos tacones de punta delgada color dorados. Ella va vestida con un vestido negro pegado al cuerpo con un pequeño escote y unos tacones blancos de punta delgada.
-Vamos hermanita- dice cogiendo una cartera de color blanco empacando su celular, el mío, dinero y tarjetas de crédito.
-Ya voy-digo colocando un poco de labial
-Me enamore-dice mirándose al espejo –Me caso ya, ya traigo el anillo de matrimonio- me rio por la estupidez que dijo a veces se vuelve muy presuntuosa, pero debo de admitir que se ve como un ángel.
-Vamos, hermanita presuntuosa- frunce el ceño y rodea los ojos.
Al bajar por las escaleras vemos a mamá vestida muy elegante con un vestido azul claro largo con una abertura en la pierna izquierda.
-No hagan ninguna locura, no beban mucho y no lleguen tan tarde-dice y nos da un beso en la frente a cada una. –ah, las dejare sola toda esta semana tengo que ir a la boda de su primo- nos guiña el ojo y va directo a la cocina.
La fiesta es un mansión y está muy llena para ser tan temprano. Está sonando una canción de Alan Walker, hay grupo de personas en el centro saltando y cantando partes de esta canción.