Demasiado tarde para Los dos

Capítulo 19

Capítulo 19

-Tiraste el pastel que Maibe te dio, sin importarte ni el sabor, sin probarlo, y estoy segura que sin verlo, solo decidiste tirarlo, fueron semanas en los que ella busco a la pastelera, semanas que Maibe le rogo a la pastelera para que al final el pastel terminara en la basura, Tú no eres el hermano que conozco- dijo Hayden y la voltee a ver y mire a mis dos hermanos perderse en las escaleras, era verdad, yo cambie y lastime demasiado a Maibe, Decidí marcarle y me salto al buzón, ¿me tiene bloqueado?, pase mi mano en señal de frustración de que no me contestaba después de 7 llamadas contestó-

-¿Dónde ESTAS?- dije sin pensarlo-

-Yo estoy feliz- dijo Maibe sonaba ¿ebria?-

-¿Estas tomando?- dije sorprendido, hace tiempo no sabía nada de ella y recordar el tiempo en el que ella bebía no me gustaba-

-NO- dijo casi gritando-

-¿Dónde estás?- dije de nuevo-

-Hay pero que preguntón- dijo y una risita se pudo escuchar atreves del celular-

-¿Dónde estás?- repetí-

-Estoy en el…- pauso - ¿Dónde estoy?- pregunto supongo que a alguien-

-En el “Atlantic”- dijo la voz-

-Atlantis- dijo Maibe, nunca fue buena con el inglés pero ya sabía dónde era, tense la mandíbula, solo imaginarla ahí tomando con muchos chicos alrededor de ella queriendo meterle cualquier porquería en la bebida, colgué enseguida y fui al lugar, en solo 5 minutos ya estaba adentro cargándola como princesa en brazos-

-Ey déjala- dijo un tipo ebrio- nos estamos divirtiendo- el rió y yo baje a de los pies a Maibe tome mi segunda blusa de botones y la puse alrededor de la cintura de Maibe para cubrirla de los pervertidos de ese lugar, él se molestó de que lo ignorara- te estoy hablando- dijo tocándome el hombro y yo lo quite inmediatamente-

-quita tu mano- dije-

-pero que insolente- dijo amenazándome con sus puños para pegarme y yo me moví, con un puñetazo en el estómago lo tire en el suelo para que gatee y volví a subir a Maibe en mis brazos y llevarla a mi carro, le puse el cinturón-

-¿Por qué estás aquí?- dijo Maibe- Eres una alucinación- dijo tocando mi rostro-

-Estoy aquí- dije-

-Pero tú me odias- dijo y sentí como mi pecho se contrajo-

-yo…- fui interrumpido-

-Haces esto tan difícil- dijo-

-¿El qué?- dije-

-Olvidarte- dijo sentándose recta, y sentí como si me hubieran pegado por detrás y evidentemente un chico me pego a mi costado, cerré la puerta y empecé a pegarles a varios chicos-

-Eran  6 contra 1 y ni así pudieron ganarme, pero que inútiles- dije subiéndome al carro después de escupir la sangre de mi labio que se volvió a partir después de que uno de los tipos me pegara justo en la herida que causo mi hermano- Inútiles- dije y cerré la puerta con seguro y arranque el carro-

-¿les ganaste a esos monos?- dijo una voz hermosa-

-Claro que lo hice- sonreí pero ella no sonrió, debo admitir que me sentía extraño no volver a escucharla reír, a no volver a verla sonreí, hice una pregunta que me ha estado comiendo la cabeza desde hace unos minutos- ¿Por qué tomaste tanto?- dije y ella se tensó-

-Por ti- dijo honesta-

-¿Por mí?- repetí-

-Si no hubieras aparecido de nuevo yo seguiría con mi vida, te olvidaría, estaba en ese proceso de olvidarte y darme otra oportunidad, pero apareciste con tu maldita, hermosa cara y todo se fue al carajo- dijo suspirando-

-no quiero que me olvides- dije sin pensar-

-¿Por qué no? ¿No sabes que me hace daño recordarte?- dijo Maibe-

-solo no quiero que me olvides- dije con frustración-

-¿Tienes Leucemia?- pregunte sin más, sabía que ella estaba ebria y no recordaría nada de lo que hablara, sé que es ventajoso pero tenía que confirmarlo-

-¿Cómo sabes de eso?- dijo aun tensa-

-¿Por qué no me lo dijiste?- pregunte viendo al frente pero mirándola de reojo-

-no lo sé, tal vez No quería que sintieras un compromiso de cuidarme supongo, o más bien no quería que tuvieras lastima de mí, que me vieras con lastimas, que me trates diferente sabiéndolo, yo sé que me odias y eso, bueno eso no va a cambiar de la noche a la mañana me lo dejaste muy en claro y solo con lastima cambiaria ese sentimiento de odio hacia mí- dijo-

-No te odio- dije-

-No mientas, si me odias, me lo has dicho a la cara- dijo y yo suspire-

-Al principio si te odiaba pero después vi que era mi error- dije sincero queriendo agarrar su mano pero ella la alejo-

-¿Ves? Ahora tienes lastima de mí, no quiero tu lastima- dijo volteando a la ventana y el carro se sumió en un profundo silencio, después de unos 4 minutos de dar vueltas en direcciones contrarias para no llegar a mi destino la voltee a ver, estaba dormida, completamente dormida en el asiento de copiloto. Y recuerdos de una vez que tomo me vinieron a la cabeza-

*Flashback*

-Bájame- decía Maibe en mi espalda-

-No lo hare, hasta que lleguemos al carro- dije-

-No quiero ir contigo- dijo pataleando-

-No estás en condiciones de opinar- dije-

-Claro que sí, me estas secuestrando- dijo-

-¿secuestrando? Como si alguien quisiera- dije y ella dejo de patalear y empezó a llorar- Rayos, dios dame paciencia- dije bajándola despacio y arrinconar su rostro con mis manos- dije eso para que  te callaras, no lo decía enserio- dije y le di un beso en la frente- ahora copera y vámonos, ella asintió, le limpie las lágrimas y la volví a cargar solo que ahora la cargaba en brazos y no en la espalda, llegamos al carro y ella se quedó profundamente dormida-

 *Fin del Flashback*

Estaba metido en mis pensamientos recordando pero una llamada del celular de Maibe me regreso, tome el celular y leí el nombre, “mi Dylan”, tense la mandíbula al leer eso, respondí inmediatamente.

-¿Bueno?- conteste-

-¿bueno? ¿Quién habla?- dijo sobresaltado como si hubiera corrido un maratón-



#23981 en Novela romántica
#11341 en Fantasía

En el texto hay: tristeza, amor, vida

Editado: 11.09.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.