Primera revelación
Virgil condujo a Lil hasta un sillón, se colocó un pantalón en beneficio de la tranquilidad de ella, aunque nada más, y después de hacer que se bebiese por lo menos el café, le sujetó las manos y la miró a los ojos.
- No entiendo muy bien la razón, aunque podría tratarse solo del retorcido sentido del humor de tu padre, pero…
- ¿Mi padre? ¿Lo conoces?
Después de interrumpirlo para hacerle una pregunta tan necia, Lil se arrepintió, pues era algo que ya ella había supuesto.
- Sí, mejor de lo que quisiera, pero el asunto es que él te envió a estudiar a una escuela católica
- ¿Y eso qué tiene de particular? Es verdad que papá no es especialmente religioso, pero mamá lo era
- Entiendo -- contestó él en tono neutro -- debo asumir entonces que has leído la Biblia y conoces bien la historia de tu religión, o al menos eso crees
- ¿Por qué estamos hablando de la Biblia y de religión?
- Porque es desde la única perspectiva que puedes comprender
- ¿Comprender? ¿Comprender qué? ¿Y qué sucedería si fuese… no sé… judía?
- Te hablaría de La Torá, y si fueses musulmana, entonces habría mencionado el Corán
- ¿Y si no creyese en nada?
- Es posible no practicar ninguna religión, pero todos han escuchado hablar de alguna, y todos creen en algo -- puntualizó
- No necesariamente, pero asumo que ese no es el punto
- No, no lo es, el punto es que… -- Virgil pareció vacilar, algo que llamó la atención de Lil que hasta el momento lo había percibido como un individuo tan seguro de sí mismo que lucía arrogante
- ¿El punto es…? -- dijo ella
- Supongo que te son familiares los términos ángel caído o nephilim ¿no?
- Por supuesto, los primeros son ángeles que fueron expulsados del cielo por desobedecer o rebelarse contra los mandatos de Dios -- dijo en forma automática -- y los segundos fueron una raza resultante de la unión de los Hijos de Dios [1] con las Hijas de los Hombres [2] -- recitó como si estuviese en su clase de religión
- Eso no es exactamente así, porque ambos términos hacen referencia a la misma entidad
- ¿Dis-cul-pa? -- silabeó ella
- Los unos y los otros, en principio, son la misma cosa -- repitió él
- Creo que te saltaste un par de clases, amigo -- dijo Lil en tono irónico
- Escucha, la palabra Nephilim provine el término hebreo náfal que significa caer, de allí que Nephilim signifique “los caídos” o “los que hacen caer” -- aclaró -- Sin embargo, un poco más adelante en el tiempo, se hizo una distinción entre ambos términos, pasando el primero a referirse únicamente a los ángeles expulsados, y el segundo a los hijos de éstos
- Claro, pero a tu fábula le falta un detalle, y es que los ángeles no pueden procrear, porque son seres celestiales, o lo que es lo mismo, puros
- Eso es cierto, el estado vibratorio de un ángel no le permite la procreación, pero una vez expulsados de su dimensión, el asunto cambió y pudieron hacerlo
- Mira, no tengo idea de por qué estamos hablando de esto, pero…
- Lo que intento decirte, es que ambos somos Nephilim -- la interrumpió él, y por un absurdo momento, Lil pensó que estaba escuchando a Maureen
- Creo que has estado leyendo mucha ficción y te recomendaría entretenerte en otra cosa
- Esto no es ficción, es mí realidad y la tuya
Lil lo miró y no sabía si reír o correr muy de prisa antes de que aquel individuo hiciese un episodio psicótico severo.
- No estoy loco ni estoy a punto de sufrir un episodio psicótico -- dijo enfatizando lo último -- y eso debería contestar en parte a la pregunta que me hiciste antes con respecto a que parecía saber lo que estabas pensando. No parece, lo sé
Lil se puso de pie y tuvo el impulso de correr.
- No lo hagas, sería inútil -- le advirtió dando un paso hacia ella
- ¡No te me acerques!
- De acuerdo, pero siéntate y escucha
- No tengo ni tiempo ni interés en escuchar tus fantasías
- Sabes que no son fantasías
- Lo único que sé, es que posiblemente mañana aparezcas en primera plana como el tipo que agarró un arma y comenzó disparar en la puerta de una iglesia o en un centro comercial y…
Virgil desoyendo su petición y al ver que estaba poniéndose histérica, en un segundo suprimió las distancias y la sujetó por los hombros
Sin embargo, si bien liberó sus hombros, sujetó su rostro con ambas manos haciendo que lo mirase a los ojos.
- No quiero hacerlo de este modo, pero tranquilízate por favor, o no me dejarás otra opción