Demons (libro I. Y Cayeron)

Señal de peligro

La discoteca High Life, ubicada en el West End de Londres, era uno de los lugares más visitados por la juventud de la clase media-alta, de manera que aquella noche sus tres plantas estaban a reventar tanto por lo anterior, como porque era viernes y noche de rock en vivo. Aunque sería iluso suponer que allí no se consumía nada más que alcohol, hasta la fecha no se habían suscitado disturbios como el que se estaba escenificando ese día.

Nadie sabía, y posiblemente nunca se sabría, cómo había comenzado todo ni qué era exactamente lo que había sucedido, pero lo cierto era que aquello se había convertido en un pandemónium del que los jóvenes intentaban huir.

Virgil llevaba firmemente sujeta la mano de Lil, pero en un momento determinado la escuchó emitir una exclamación y soltó su mano para asirla por la cintura y pegarla a él, pero notó que nada la amenazaba, sino que ella había visto caer a una joven de la planta superior.

  • ¡Virgil, por aquí!  --  escucharon a Noah, pero cuando se estaban volviendo, Lil quedó paralizada
  • Nena…
  • ¿Qué-es-eso?  --  silabeó ella y Virgil giró la cabeza en la dirección en la que Lil estaba mirando

No obstante, no tuvo ocasión para responderle, aunque sabía perfectamente lo que era, porque en ese momento Kenny apareció ante ellos.

  • ¡¿Por qué?!  --  le gritó a Virgil

Lil no entendió por qué Kenny estaba haciendo aquella pregunta, pero entendería menos la de Virgil.

  • ¿Crees que están aquí porque yo lo ordené? ¿Acaso eres estúpido Kellen?
  • ¡No tenemos tiempo para esto!  --  exclamó Noah

Lil se sentía mareada, confundida y aterrada, porque estaba segura que lo que estaba viendo mientras Virgil y Kenny discutían, no era de ningún modo posible, pero sus nervios llegaron al límite cuando vio a Leah atravesar a uno de aquellos extraños seres con lo que parecía una daga, pero con la particular característica de que parecía estar hecha de fuego. No obstante, y a pesar de que Leah parecía muy hábil, otras dos de aquellas extrañas cosas, se abalanzaron sobre ella y Lil gritó.

  • ¡Leah!

Noah dejó de intentar convencer a Virgil de abandonar el lugar y corrió hacia Leah.

  • Supongo que tu tarea es protegerla  --  le estaba diciendo Virgil a Kenny y él asintió  --  Bien, entonces hazlo  --  le dijo empujando a Lil hacia él  --  Sácala de aquí y llévala a un lugar seguro antes de que noten su presencia  -- le dijo y luego se volvió hacia Lil  --  Ve con él, nena, yo los alcanzo luego  --  le dijo y miró de nuevo a Kenny, él chico sabía lo que él estaba haciendo, pero nada podía hacer para evitarlo  --  Si no están allí cuando vaya a buscarlos, no tendrás tiempo para arrepentirte Kellen. Ahora váyanse

Aunque quizá en otras circunstancias Lil habría protestado, preguntado, o ambas cosas, ni siquiera estaba muy segura de que lo que estaba viendo fuese real, así que se dejó guiar por Kenny que derribó a todos los que se atravesaron en su camino fueran quienes fueren y unos minutos después salían al aire helado de la noche.

  • ¡Prince!  --  exclamó ella mientras corrían por el callejón  --  ¡Maureen y Tony…!
  • Ellos van a estar bien
  • Pero…
  • No me des más problemas Randall, ya tengo suficiente contigo --  le dijo sin detenerse

Lil no estaba muy segura de cuánto habían corrido, pero de pronto se detuvieron y después que Kenny miró hacia los lados, caminaron hacia un auto deportivo y él lo abrió, aunque no poseía una llave, y la hizo entrar.

  • ¿Vas a robar un coche?
  • No, solo lo tomo prestado 

Unos minutos después iban a toda velocidad por las avenidas y Lil notó que Kenny iba en la misma actitud alerta que el día que intentaron asaltarla, pero al recordar que en aquella ocasión él le había ordenado silencio, decidió guardarlo por voluntad propia.

 

Entre tanto en la disco, Virgil y sus amigos seguían ocupándose de controlar la situación, pero tanto Noah como Leah se giraron al escuchar la voz airada de Virgil

  • ¡Azrael!  --  exclamó  --  ¿Qué crees que haces?
  • Mi trabajo habitual, alteza  -- contestó el interpelado como si estuviesen departiendo amenamente
  • ¿Desde cuándo tu trabajo habitual va más allá de propagar enfermedades?  --  preguntó con voz acerada  --  Son jóvenes inocentes
  • ¿Inocentes? – preguntó Azrael en tono irónico  -- Vamos, tú y yo sabemos que aquí no hay inocencia, y lo otro es un… digamos que permiso especial
  • Detén esto ahora mismo
  • Verás, no creo que a nuestro señor le agrade mucho que…
  • ¡Hazlo! 

Azrael no había visto el rápido movimiento de Virgil, pero cuando volvió a mirar, él tenía sujeto a un chico y apuntaba su arma al cuello del mismo

  • Suéltalo
  • Claro, cuando tú obedezcas y tienes cinco segundos para hacerlo o veras morir a tu hijo




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