Descendientes Prohibidos

CAPITULO 10 - HOT CAKES CON SABOR A FRACASO

-Chicos ya esta el desayuno, siéntense-.
En la mesa estaba colocado  unas pequeñas pilas de hot cakes a lado de cada plato posaban las bebidas favoritas de cada uno para este alimento: dos cafés y un vaso de leche.
Felicity sabía que esta semana era de hot cakes, todos nosotros amamos la semana de los hot cakes.
-Señora, sigo diciendo que debería adoptarme- mencionó Leo al mismo tiempo que la ayudaba a alcanzar el envase de la miel de maple y como siempre, solo me quedaba sentado como el flojo que soy pero al mismo tiempo expectante, nunca me ha dado celos cuando mamá consiente a Leo al contrario, me hace muy feliz que al fin el tiene una figura materna a su alcance. Su madre a pesar de ser millonaria, nunca deseo ver a su hijo, el padre al igual que el mío simplemente desapareció.

-Ya te dije que no me dijeras señora, me haces sentir más vieja de lo que ya estoy-.
-Sabe que lo digo por formalidades- dijo apenado.
-No te preocupes hijo, yo te conozco desde que estabas en séptimo grado. Eres de la familia-.
-Mamá vas a provocar que se ponga rojo y llore- mencioné mientras abría la tapa de la miel.

-Eso es mentira Dante, ahora apúrate con eso porque tengo hambre-.
-Que gruñón eres-.
 

Al pasar un par de minutos los tres estabamos comiendo mientras hablamos tranquilamente sobre lo que pasó la otra noche obviamente omitiendo lo de la piedra.
-¿Cómo te libraste de la niña?- mencionó Felicity antes de tomar un sorbo de café.
-Ya sabes, alguien me ayudo-.
-¿No me digas que otra vez besaste a una persona que no conocías?-.

-No lo desconocía del todo, ya sabes como soy, al final hago lo que sea por el bien mayor-.
-Eres un tonto- dijo Leo al mismo tiempo que se servía más de esa bebida que me disgustaba.
-Eres igual a tu abuelo, ni siquiera me voy a molestar-.
-Por cierto, ¿Cómo esta el abuelo?- preguntamos Leo y yo al mismo tiempo.

-Dejen de decir la misma cosa en el momento exacto porque da un poco de miedo-.
-Es porque nos juntamos demasiado, Felicity-.
-Regresando al tema, el abuelo Basstian esta bien pero desea que le hables más seguido-.
-Pero si le hablo 4 veces a la semana, madre-.
-Ahora tendrás que hablarle 5 veces, creo que es buena hora para que le hables después de desayunar-.
-Eso suena bien- mencionamos ambos al mismo tiempo otra vez.
-Si tanto piensan al mismo tiempo, digan que tanto se lastimaron para tener que vendarse-.

Demonios.
-No es para tanto, solo son unos cuantos moretones- Leo se estaba poniendo un poco nervioso, ella lo empezó a notar-.
-Tendré que ver sus heridas nuevamente, se que son tan despistados como para no limpiar sus heridas. De hecho tienen algunas en la cabeza, ¿Seguros que sólo fue una pelea?-.
-Te tenemos que decir la verdad mamá- dije.
-Dante no digas algo estúpido- mencionó jalandome de la manga de mi sudadera.
-Un tipo borracho apoyo a Jeremy y nos lanzó un vaso, por eso la cortada. Despues con algo filoso que encontramos, le jodimos las llantas al tipo-.
Nadie dijo nada por un buen momento.

 

Mamá se quedó un buen rato viendo si decía la verdad.
-Dante, no podrás comprar nada de discos por un buen tiempo. Te dije que no te metieras en problemas tan graves si no puedes resolverlos además, mandarás a reparar la ventana-.
-Lo sé pero no es mi culpa a que le guste a pura gente loca-.
-Y tu Leo, se que no soy tu madre pero por favor al igual que Dante, intenten no meterse en problemas y si sucede algo peor como lo del vaso es mejor que llamen a las autoridades-.
-Lo sentimos-.
-Acepto su disculpa, si me dicen quien en verdad ganó la pelea- dijo Felicity con sus leves y dulces carcajadas, a Leo y a mi nos encantaba cuando reía.
-Nosotros obviamente ganamos y sólo por eso lavaremos los trastes esta vez-.
-Me hacen un gran favor, sigo un poco cansada así que iré a descansar por 3 horas-.
-Pensábamos que seguirías cuidando a ese señor millonario por dos días más-.
-Yo igual lo pensé niños pero su familia esta con el cuidándolo por lo que me dieron 5 semanas de descanso-.
-Eso es genial, Felicity- dijo Leo mientras levantaba los platos sucios y yo las tazas.

Mamá se había ido finalmente a descansar asi que yo me quité la venda para no mojarla.
-Dante, ¿Seria buena idea decirle a tu abuelo lo que nos pasó?-.
-Puede ser, el es muy conocedor de estas cosas y no creo que le diga alguien. Por alguna razón esta piedra se me hace un poco conocida-.
-Se parece al opalo pero ni de chiste lo es-.
-Cierto, debemos prometer que ninguno de los dos se meterá en problemas de esta magnitud- mencioné.
-Lo prometo-.
-Lo prometo tambien-.
-Ambos sabemos que ni lo prometimos en verdad- dijo Leo.

-Seh, ya para que nos preocupamos si somos un fracaso-.
De repente mi celular empezó a sonar.
 




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