Se escuchan ruidos arriba, al parecer uno de ellos entro al cuarto para inspeccionar, mientras escucho sus pasos el está con sus manos a cada lado de mi cabeza, con su cuerpo cálido pegado al mío y su rostro a escasos centímetros del mío, viéndome fijamente, yo por mi lado me empiezo a sonrojar, me pierdo en sus ojos, el temor de que me descubran y vengan por mí se reduce a cero. Levanto mis manos y acarició su mejilla con las yemas de mis dedos, el responde a mi caricia y recarga su rostro en la palma de mi mano, cerrando los ojos, disfrutando mi tacto. Escucho como poco a poco se alejan de dónde estamos, él se relaja un poco, da un paso hacia atrás pero sostiene mi mano con la suya, dejándola sobre su mejilla, abre sus ojos granate y me ve con intensidad.
-Lucifer... (Pronunció su nombre casi en un susurro y el posa su dedo en mis labios)
Voltea hacia arriba, después ve hacia todos los rincones de la habitación, me hace una señal con la cabeza, y caminamos en busca de una salida, bajamos por los restos de escalera, él tiene cuidado conmigo, me ayuda para esquivar ciertos escombros. Salimos del edificio con cautela, atravesamos la calle y ahí nos espera su motocicleta, subimos en ella y yo doy un último vistazo al edificio, veo por una de las ventanas al hombre que acompaña a Yael, nos ve seriamente y da media vuelta para esconderse entre las sombras. La motocicleta ruge y nos ponemos en marcha, mi corazón se alegra de estar de nuevo con Lucifer, creí que no lo volvería a ver. Llegamos a su club el cuál no ha dejado de funcionar como siempre, bajamos de la moto, la rodea hasta llegar a mi, se retira la capucha y puedo verlo claramente, el cabello le ha crecido bastante, sonríe de lado, acaricia mi rostro y una lágrima corre por mi mejilla, se acerca lentamente y me estrecha entre sus brazos con cariño, yo correspondo su abrazo y escondo mi cara en su pecho. El abrazo termina y él me toma de la mano y nos metemos al club, subimos a su penthouse que sigue tal y como lo dejo.
-Veo que no has hecho cambios (ve todo con forme entra, voltea hacia mí) ¿Cuánto tiempo me fuí?
-Un par de días, aunque me han parecido años (le sonrió de lado)
-Bueno, para mí sí son años... (Se sienta en uno de los sillones y me sonríe de lado, extiende su mano y la tomo) ¿Qué hacías en ese lugar? Y principalmente... ¿Por qué Uriel está muerto? (Suspiro profundamente)
-Esta muerto por qué me empezó a golpear ... (Levanto mi playera y le muestro las marcas de sus patadas que ahora se empiezan a tornar moradas) creo que puedo alegar defensa propia.
Se acerca a mi abdomen y ve fijamente las lesiones con el ceño fruncido, con su mano libre toca mi piel, siento las yemas de sus dedos deslizarse por mi vientre y hace que la piel se me ponga de gallina. Levanta su mirada preocupada hacia mí.
-¿Te dijo por qué te estaba buscando? (Su mirada me intimida un poco)
-Hmmm... No... Sólo dijo que... (Pienso bien si es conveniente que él sepa que están buscando liberar a Alexiel) no iba a lastimarme mucho, que al parecer usaría mi cuerpo.. de alguna forma, la verdad no recuerdo mucho (Lucifer frunce aún más el ceño)
-Maldito... Tenemos que hablar con Gabriel y Asmodeus para que vean eso...
-¿Asmodeus? ¿El que me agredió la primera vez que nos vimos?
-Si, será el nuevo emisario del infierno, tendrás que trabajar con él. (Me sonríe de lado)
-¿Se te olvida que ya van dos veces que nos peleamos?
-Qué mejor que poner a alguien que se que le patearas el trasero si te molesta (me guiña un ojo)
-Genial (cierro los ojos y levanto la cabeza)
En eso siento como sus labios se posan en mi cuello, me enchina la piel y me hace abrir los ojos.
-Te extrañe (dice contra la piel de mi cuello)
Paso mis brazos por su cuello y me pego a él, sin dudar él pasa sus brazos por mi cintura y me ve directo a los ojos, su mirada recorre mi rostro y yo le sonrió con ternura. Me acerco lentamente y poso mis labios en los suyos, el responde a mi beso con suavidad y ternura, mi corazón empieza a acelerarse y la temperatura empieza a aumentar. Sus manos buscan la piel de mi espalda por debajo de mi playera, siento como la acaricia, se siente tan bien sus manos en mi piel que poco a poco empiezo a perder mi fuerza de voluntad, hasta que su cama nos reclama y terminamos enredados en las sábanas entregándonos de nuevo el uno al otro.
Estoy terminando de vestirme, al igual que él, después de tomar un regaderazo juntos, me pongo frente al espejo y levanto mi playera, veo los moretones y suspiro, no se si decirle la verdad, no se como respondera, que tal si al saber que Alexiel puede volver todo lo que ha pasado se esfumara y se va con ella, es más... ¿quién me asegura que no me llevará él mismo ante ella para entregarle mi cuerpo?. Cierro los ojos, me asusta pensar en eso y duele, por que en verdad siento algo por él, lo quiero y no soportaría algo así.
Él se acerca sin que me de cuenta, se pone detrás de mi y ve la imagen en el espejo, coloca sus manos en mi abdomen, delineando los moretones, los ve como si le dolieran a él, suspira con fuerza y da media vuelta.
-Ese infeliz merecia que lo mataras... al igual que tú amigo Daniel... (cuando dice eso algo se rompe dentro de mí, recuerdo los vídeos y me siento arrepentida)
-Con respecto a él... Creo que nos equivocamos... (volteo hacia él, coloco la playera en su lugar)
-¿Perdón? ¿Nos equivocamos? ¿te arrepientes de matarlo? (se ve confundido)
-Sí, yo... (me recargo en la pared del baño) entré a su casa buscando información, quería encontrar a sus socios, para encontrarlos y matarlos, así evitar que siguieran acediando la corte de los milagros... y.... (suspiro)
-¿Y? (me ve esperando lo que tengo que decir)
-Encontre unos vídeos en su laptop... él... al parecer... sólo fue víctima de esos ángeles que estaban en el edificio... lo usaron y le lavaron el cerebro... él... si tan solo lo hubiera escuchado... (cierro los ojos con fuerza) Creo que... necesitaba mi ayuda y terminé torturandolo y matandolo... (tuerzo la boca y veo hacia el piso)