Prólogo

El tiempo se acaba, sé que si no lo hago ahora no tendré otra oportunidad para estar junto a él.

Significa seguir arriesgando mi vida, pero es el único que me ha hecho sentir viva otra vez, así que tomó la decisión de subir a ese avión a escondidas y darle la sorpresa.

Las horas pasan y cada vez estoy más cerca de mi felicidad junto a él, sé que pronto el avión va a aterrizar.

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Salgo corriendo del aeropuerto en busca de un taxi que me lleve a su casa, consigo uno y rápidamente me subo en el dándole indicaciones al conductor que me mira raro por mi desesperación y como no estarlo si estoy ansiosa de volver a verlo después de tanto tiempo sin hacerlo.

Cuando llegamos me apresuro a pagarle y salir del taxi, escalo la barda de la privada para después correr, entro a su casa por la puerta secreta.

Me encamino a su despacho sin que se escuchen mis pasos y abro la puerta, lo veo, sentado en la silla de cuero leyendo unas hojas, levanta la vista y se sorprende al verme.

• ¿Me extrañaste? – le dijo con lágrimas en mis ojos
• ¿Qué haces aquí? – pregunta levantándose y caminando hacia mi
• Vine por ti – toma mis mejillas, limpia mis lágrimas y me besa