En junio de cada año se realiza la subasta real en donde asisten mafiosos y empresarios de gran poder para comprar a una mujer.
Todas las chicas que son de dieciocho años somos llevadas a un lugar en donde nos preparan para ser presentadas ante ellos, las que corren con suerte, por así decirlo, son llevadas por hombres jóvenes.
Se dice que algunas son esclavas sexuales, a otras con solo acostarse una vez con ellos las matan y algunas hasta se casan.
Yo ya he sido subastada dos veces, por suerte nadie se ha interesado por mí.
A las que están en la misma situación que yo, que no han sido vendidas, nos llevan todas las noches a un club distinto en el que hacemos un show de baile así nuestros “padres”, como nos obligan a llamarlos, no pierden dinero al seguir manteniéndonos, pero cuando se cumplen los veinticinco años y aún no hemos sido vendidas ya sea que nos maten o prostituyan.
En este lugar nos enseñan a pelear, algunas practican la puntería ya sea con armas blancas o de fuego, esas actividades nos mantienen en un buen estado físico.
Y se preguntaran ¿Cómo es que llegamos aquí? Pues nos recogen de la calle y nos traen al orfanato donde tenemos la posibilidad de hasta los ocho años ser adoptadas y si no te comienzan a preparar.
También recogen a niños, al igual que nosotras tienen la misma oportunidad, pero la diferencia es que a ellos los preparan para ser guardaespaldas, ellos tienen más suerte que nosotras.
Yo llegué a los cinco años, mis padres sufrieron un accidente automovilístico, hui de casa para que no me llevaran a una casa hogar, pero salió peor.
Tomé el vestido azul que dejaron para mí y me lo puse, me asfixiaba de lo apretado que estaba, después me puse los tacones negros.
Nunca he intentado escapar, una vez una chica lo intento y no termino bien, la golpearon hasta dejarla inconsciente y le prohibieron el alimento por una semana.
Era imposible salir de aquí, contaban con la mejor seguridad tanto en cámaras como en personal, si por alguna se iba la electricidad, rápidamente cerraban todas las puertas y los guardias rodeaban el lugar.
No sé porque algunas chicas estaban emocionadas por ser subastadas, más Margot, ella es la preferida de madre, tenía un futuro asegurado con algún empresario joven no permitirían que se fuera con cualquiera, según nuestros padres es la mejor en todo, eso no es una farsa porque la mejor soy yo, solo que me mantengo en un perfil bajo.
No tengo amigas y tampoco me interesa tenerlas, me asegure de no mostrar mis sentimientos a nadie ni dejar que me humillen es por eso que la mayoría de las chicas me odia y más a Margot, siempre la he dejado en ridículo.
Salgo del cuarto y camino por el largo pasillo, cuando voy por la mitad toman mi brazo y me jalan para encerrarme en otro cuarto.
— Tal vez esta sea la última vez que nos veamos – me acorralo contra la pared
— ¿Por qué lo dices? – le digo mientras me acerco a su boca
— En esta ocasión hay más hombres que las veces anteriores – apretó su cuerpo contra el mío – quiero disfrutarte por una vez más – enrollo mis piernas en su cadera
— Espera, ¿sabes algo que yo no? – lo interrumpo cuando comenzaba a besar mi cuello
— Se muchas más cosas que tú, no sé a qué te refieras – continua su camino de besos hasta el comienzo de mis pechos
—Tú sabes lo que quiero decir – gimo al sentir como toma uno de mis pechos con su boca y lo succiona
—¡Smile! ¡¿dónde estás?! ¡maldita sea! – doy un respingo al escuchar el grito de mi madre, me bajo rápido de él y acomodo mi vestido
—Nos vemos más tarde – solo asiente
Salgo del cuarto y voy a donde se esta madre que se encuentra enojada abriendo cada una de las puertas
— Aquí estoy – le digo cuando estoy a unos pasos de ella
— ¡Apúrate! ¡ya es hora! – me jala de mi brazo para hacerme caminar a prisa, saliendo del pasillo para entrar a una sala donde están todas las chicas - ¡quiero que todas se comporten! ¡no quiero ningún error! ¡¿de acuerdo?!
— ¡Si! – contestamos todas
Margot fue quien inauguró la subasta fue vendida por un empresario joven y guapo, hasta ahora es por la que más han pagado, con una suma de treinta millones.
Siguen pasando las chicas, unas se quedan otras se van, no muchas corren con suerte, si se le puede llamar así.
Yo soy la última por pasar y no me preocupa, sé que no me van a comprar las pasadas dos veces cuando terminaron de dar un resumen de lo que soy nadie hablo, el establecimiento se quedó en silencio y quiero que vuelva a pasar.
— Ella es Smile la última chica de la noche, una hermosa castaña proveniente de este país con veinte años de edad y cuenta con un cuerpo de infarto virginal – si supiera, salgo caminando con elegancia y sin mirar a nadie
Me situó en medio del escenario y por alguna extraña razón mis ojos van a para a la esquina izquierda del lugar donde me encuentro con un hombre que llama toda mi atención, desde mi lugar puedo ver lo guapo que es, me deja totalmente embobada.
Pero siento un mal presentimiento
— Un millón – dice un hombre gordo que me mira con una lujuria que me da asco
Mierda este va a hacer mi último día aquí, solo pido que no me lleve ese viejo
— Un millón y medio – ofrece un hombre de mediana edad
— Dos millones – ahora es uno joven
— Cinco millones – es otro
— Veinte millones – habla de nuevo el viejo
— Cincuenta millones – me quedo sorprendida por aquella voz tan potente y ronca es de aquel sujeto que me con el que me quede hipnotizada
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Editado: 16.05.2021