Capitulo 4

Siendo sincera estoy nerviosa parada a lado de la gran puerta de cristal, sin ser un estorbo para las personas que entraban o salían, no tendría por qué estarlo, pero ver a tantos transeúntes ir de un lado a otro observándolos por la ventana de la cafetería en donde me había dejado Arian me hizo entrar en un estado de alerta, lo mejor que hice para calmarme fue concentrarme en la rebanada de pastel con la malteada que compre con el dinero que me dejo Arian, un poco después se acercó la dueña del lugar y comenzamos a platicar en casi toda la conversación tuve que mentir, cuando faltaban quince minutos para presentarme a la entrevista salí de la cafetería que estaba en la esquina de la calle donde estaba la empresa por lo que no me perdí. Finalmente, con mi cuerpo al noventa y nueve porcientos de nervios y un porciento de seguridad entre a la estructura de cincuenta pisos.

Me dirigí a la recepción, la señorita me dijo que subiera al último piso y me registrara con la secretaria también me dio indicaciones por donde está el elevador, por suerte ya tenía personas a bordo y numero del piso marcado la verdad no sé cómo se usa el elevador por lo me maree un poco a la hora de ascender, cuando llegue fui a donde me dijeron.

– Hola buen día, vengo para la entrevista – le dije a la secretaria

–  Llegas tarde, nombre – hablo molesta

–  Winter Vera, tengo entendido que la reunión es a las nueve y media, llegue exacto y no me dijeron que tenía que estar antes por lo tanto no hay retraso – le hable de igual modo mostrándole mi reloj

–  Tu nombre es feo, serás la última en pasar – escupió las palabras con desdén apartando bruscamente mi brazo

–  ¿Acaso te pregunté? – me di media vuelta dejándola con la palabra en la boca

Enojada me recargue en la pared, ¿Quién se cree para tratarme así? Se cree que es la mejor, pero en este mundo nadie es mejor en todo, sé que había dicho anteriormente que yo era mejor pero nunca dije que en todo solamente en la puntería y pelea dentro del orfanato, cada persona es bueno para algo, no hay persona perfecta existente.

Inhalo y exhalo profundo antes de abrir los ojos, miro alrededor y visualizo solamente a cinco mujeres vestidas con elegancia sentadas todas sumergidas en sus celulares, seguramente revisando sus redes sociales las cuales yo no tengo y tampoco las se manejar, saco el mío para jugar un juego que le instale, “plantas vs zombies”.

–  Wao, ¿ese es el iPhone 12? – una chica que está a mi alado me pregunto

–  Este, si – contesto recordando el nombre que tenía la cajita cuando me lo entrego

–  ¿Cómo lo conseguiste aún no está a la venta? – su mirada no se quitaba del aparato

–  Fue un regalo de cumpleaños – seguía sin entender su asombro

–  Pues debió costar una fortuna porque son bastantes caros – fue lo último que me dijo

Pues ¿Qué hace o tiene el celular para ser costoso? no sé porque le dan tanta importancia a un simple aparato, yo prefería comprarme otra cosa bueno si tuviera el dinero.

La secretaria se levantó de su asiento y entro a la oficina de Arian, pasaron unos cinco minutos cuando salió.

–  El señor Relish las atenderá conforme las vaya llamando – esta vez su tono fue tranquilo, menciono a la primera y esta se levantó moviendo de más las caderas

Otra chica tomo asiento que se desocupo, deberían de poner otro sillón ya que el que esta es de dos. Tome una de las revistas que está en la pequeña mesa de centro, lo que veo en la portada me deja sorprendida, es Arian junto a dos hombres uno a cada lado de él, “Hermanos Relish” descubre cual hermano está comprometido. Pg.9; rápido busco el numero en la revista para leer la nota.

Así como lo leyeron chicas un Relish ya cayó por una mujer quien es nada más y nada menos que la famosa modelo Katherine Cohen que hace un poco mas de un año fue fotografiada cenando con nuestro queridísimo Hansed, para quien no sabe quién es un gran empresario dueño de una cadena de hoteles, aunque todos sabemos que para los hermanos Relish sus relaciones amorosas prefieren mantenerlas en privado. El pasado fin de semana se les vio besándose a las afueras de un club, pero lo que causo controversia fue el anillo que portaba en el dedo anular. Aun no se desilusionen mujeres aún nos queda el arquitecto Arian y el artista Maiol ¿serás la afortunada?

Bueno, en realidad solo queda uno

No me imaginaba que tuviera hermanos esa vez que vi la foto de su familia no estaba ninguno de los dos.

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Ya había transcurrido una hora y media de estar leyendo las revistas soportando las miradas de desagrado que me lanzaba la secretaria, me contenía de pararme para darle un buen golpe en la cara, pero me repetía que no estaba en el orfanato si no en la empresa del hombre que hasta ahora me ha tratado bien y me tenía que controlar para no quedar como una idiota.

–  Winter Vera ya pude pasar – llamo la secretaria – no te quedaras – dijo con una sonrisa burlona

–  No estés tan segura – contesté tomándole un mechón del cabello rojo dándole un leve tirón, le di dos toques a la puerta y luego de escuchar un adelante, pasé – hola

–  Puede tomar asiento – lo vi sentado en una silla de cuero negro, verlo así de imponente lo hace ver más guapo de lo que ya es, lo que dijo lo hice el solo me miro y yo me mantuve callada, no sabía que decir – tienes alguna duda

–  En realidad, si, ¿cómo voy a regresar? – hasta ahora era la gran incógnita que rondaba en mi cabeza no conozco la ciudad ni otro lugar

–  Te quedaras en el coche hasta que termine – me tiende las llaves del auto – nadie te vera las ventanas son polarizadas solo ten cuidado al entrar al estacionamiento exclusivo, solo marcas el botón que tiene una ER en el elevador  

–  Pero es demasiado tiempo – no me gustaba nada esa idea