Un momento tan mágico como ese hizo que por varios días creyera que todo lo que había vivido hasta ahora, fuera simplemente un sueño, un mal sueño del cual acababa de despertar, ahora estaba viviendo la realidad que siempre me merecí vivir, aquella realidad que mi iluso corazón siempre estuvo esperando…
Sin embargo…
–Alex… olvida lo que pasó hace unos días en el puente.
Mi corazón se detuvo y el mundo de colores del cual estaba tan ilusionado, se vino abajo tan rápido como entré en él, ¿Qué había hecho mal?, ¿Si no quería estar conmigo entonces por qué me besó?, ¿Por qué aceptarme para luego rechazarme?, simplemente no lo entendía y al llegar a casa luego de que todo el día me haya ignorado… ya no quería tratar de comprenderlo, estaba convirtiéndose en algo demasiado complejo para mí, en algo tan confuso y doloroso que quería evitar pensar en ello, arrancarlo de mi corazón o mejor aún, deseaba por un solo día… dejar de tener un corazón para evitar sentir esas punzadas que me obligan a abrazar la almohada y llorar.
Mi madre esa tarde entró al cuarto a retarme debido a que todo el día la pasé encerrado, “Deja de estar encerrado y sal a hacer algo”, me decía con un tono agresivo de voz. No esperaba que lo entendiera, pero a su vez tan solo quería que me deje por esta vez estar solo.
–¡Hijo!
–¡¡Cállate y déjame solo!! – Respondí con enojo y a su vez con un tono rasposo de voz.
Quien sabe lo que pasaría por su cabeza, tenia motivos de sobra para pegarme, pero por alguna razón no lo hizo y tan solo me dejó en paz en la oscuridad de mi habitación.
¿Qué estoy haciendo?
Al día siguiente me encontraría con la misma cara una y otra vez, y así mismo, una y otra vez tuve que soportar su indiferencia… éramos tan unidos y ahora estábamos actuando como simples desconocidos que no quieren saber nada del uno al otro, ¿Cómo fue que llegamos a estar así?, ¿De verdad era lo correcto actuar de esta forma?
“Es lo normal” … me decían muchos conocidos.
Por mas unidos que sean las personas, siempre y cuando exista un motivo fuerte de tras, pueden llegar a distanciarse hasta el punto de fingir jamás haberse visto, ¿De verdad es lo normal?, ¿Ese es el concepto que tiene la sociedad para este tipo de cosas?, algo tan complicado como el amor y los sentimientos ¿Debe tener este tipo de resolución?, a lo mejor sí, a lo mejor no… no tenía como saberlo, después de todo soy nuevo en este mundo.
Dos meses mas tarde, luego de que nuestros lazos comenzaran a pasar a ser inexistentes y el dolor de mi corazón consiga apaciguarse, ella… apareció de nuevo ante mi con una nota la cual decía, “Te espero en la cancha trasera”, ¿Por qué razón?, primero me pide olvidar aquel momento que había marcado un antes y un después, pero ahora… ¿Quiere volver a verme?
No lo entendía… sin duda alguna, comenzaba a perder la razón.
Me dirigí hacia la cancha trasera tal como me lo pidió, la curiosidad podía más que aquel resentimiento que había en mi corazón.
–¿Qué quieres? – Fue lo que le dije ni bien la vi.
–Quería hablar de algo importante.
–¿Y qué es? – Desvié mi mirada.
–No tengo mucho tiempo así que seré directa, ¿Qué quieres que seamos… amigos o novios?
Una pregunta demasiada directa para un momento demasiado confuso. Tenia muchas preguntas que hacerle, tantas dudas que se me habían formado en lo más profundo de mi corazón con respecto a ella, que no sabia como expresarlo, no me sentía capaz de ello, tenia miedo saber la razón ya que en sus ojos solo podía notar un poco de desesperación por mi respuesta.
–Dime… ¿Qué es lo que quieres? – Observa fijamente.
Me tenia puesto contra la espada y la pared, siendo ella una filosa espada la cual estaba a punto de atravesar mi corazón, sus ojos eran hermosos, su cabello se veía tan suave y su delicada piel tan brillante que… tan solo deseaba poder tenerla a mi lado, pero ¿Qué pasaría si elijo la opción incorrecta? ¿Podré volverla a ver?... tenia mucho miedo a equivocarme, pero mis deseos eran aún más… yo…
–Quiero ser tu novio– Dije con mis lágrimas a punto de salir.
De un momento a otro se me abalanzó y abrazándome nuevamente por la nuca… ella me besó, volví a sentir esos labios, esa suavidad y dulzura que solo ella me podía hacer sentir, estaba tan feliz, tan satisfecho… tan… enamorado que tan solo deseaba… que este momento jamás terminara.
–Te extrañé– Dijo tomándose una pausa entre el beso.
Aquellas palabras suyas resonando en mi oído solo hacían que mi alegría aumentara, ¿De verdad me extrañó?, ¿Todo este tiempo?... quien sabe… me hubiera gustado saber la respuesta en ese momento ya que mi lado cobarde jamás se atrevió a preguntar, tan solo quería continuar sintiendo lo dulces de sus labios una vez más, hasta que el tiempo limite que tenia para mi… se acabase.
Quien sabe si en este mundo los sentimientos son permanentes, aquel que sepa la respuesta quisiera que me la diga puesto que yo no lo sé, las emociones son tan inestables, en cualquier momento puede bajar de su pico mas alta hasta formar una línea recta en el suelo, fue lo que sentí aquel día en que me pidió que olvidara nuestro mágico momento, pero ahora luego de dos meses, volvía a sentir estar en la cima… ahora la pregunta era, ¿Volverá a ser una simple línea recta sin vida? o ¿Viviremos una inestable vida de emociones juntos?
Tal parece… que no…
Luego de dos meses de novios pasamos a las vacaciones, no tenia computador en casa por lo que si o si debía ir a un cyber si quería conectarme y conversar con ella, la pasábamos sumamente bien hablando, reíamos mucho, pero a su vez… veía venir lo inevitable ya que días antes de que saliéramos del colegio comencé a notar ese mismo distanciamiento que sentí aquel día que me pidió olvidar nuestro momento.