Texto ficticio viaje del héroe
Año: 8009
Edad: 10 años
Mundo: desconocido
Hay estaba yo, preparándome para la gran evaluación, era la primera de mi vida, la primera en la que estaba lo suficientemente consciente quiero decir, repasaba todo en mi mente, regla tras regla
...
4. Debes hacer lo que indique el superior
3. La ropa no puede ser; amarilla, azul, roja y sus derivados como morado, verde, naranja...
2. NUNCA salir de las paredes
1. No evadir la evaluación general
...
5 años después
¡¡¡Hoy por fin era mi cumpleaños!!! Que felicidad...
No, de hecho rogaba que este día no llegara nunca, debía hacer la evaluación general, sucedía cada cinco años y no tenía buenas experiencias, la última vez me había desmayado, seguía en este mundo solo porque mi madre tenía influencias, habían concluido que había una toxina en el aire y esa fue la causa de mi falla. Esta vez lo haría bien, ya que en caso de no lograrlo no podían (muy a conveniencia) inventar una nueva toxina, la última vez casi se crea una guerra a mi causa.
No les pasa que sienten que el destino, la suerte, el ayuyu como se les ocurra llamarlo está en sus manos, bueno en este preciso instante me sentía así, la evaluación que estaba a punto de realizar elevaba la posición dictatorial en la que te encontrabas pero si no lo hacía bien me iban a expulsar y tendría que juntarme con los obreros a trabajar, o peor aún, debería salir de la ciudad.
Desde mi último gran fracaso apenas tengo tiempo para mí, voy de clase en clase, de practica a práctica, se podría decir que mamá se obsesiono un poco con entrenarme bien, pero claro no podía culparla, la posición social importaba bastante, la posición social se construía de generación en generación.
Podría seguir numerando las reglas aunque no lo considero necesario en este momento, sin embargo creo que deben conocer la GRAN REGLA; créanme cuando les digo que es en sentido literal,
15. Ser tú sin romper las anteriores 15 reglas
- Mamá nunca te has preguntado que hay afuera de las paredes
- Nunca has pensado que están ahí y nadie dice nada de ellas por algo
Mamá seguía arreglando cajas, maletas y cosas, estaba realmente convencida que me iba a ir bien, eso significaba una mudanza, si me iba bien íbamos a subir en caso de que no, tenía una advertencia anterior, lo que implicaba que mamá no podría subir de clase es más podían bajarla de clase y a mí me expulsarían o me pondrían de obrera, eso definitivamente no debía pasar. Realmente estaba preocupada, hace alrededor de un mes habían hecho una reforma en las pruebas, eso significaba que iban a ser mucho más difíciles para evitar fallos. El timbre de la casa suena y corro a abrir la puerta, estaba esperando que fuera Jacob pero no, es solo Jena, y no me malinterpreten pero ella es algo difícil de tratar, en realidad la quiero mucho pero es de cuidado
- Humm no pensé que fuera a molestarte tanto que viniera, pero no te preocupes si quieres me voy – Salgo de mi pequeño trance, si se va en este momento cosas muy malas van a suceder y justo ahora no es lo que me conviene
- ¡¿Qué?! ¡no espera!, solo me tomo por sorpresa que vinieras, es que Jacob dijo que tal vez vendría por lo que lo estaba esperando, pero me alegra bastante que este saca, ¿quieres pasar? – Ella cambia totalmente su expresión dramática de estar indignada por una radiante sonrisa, si así es ella, tal vez por eso es tan... complicada
- Claro
- Perdónanos el desorden, mamá está organizando para la mudanza
- Ohh que bien, seguramente viviremos más cerca
- ¡Si sería genial! - La verdad que no, además entre mayor sea el rango más grandes son las casas y vecindarios, ella está un rango más arriba que yo, solo nos conocemos por ser del mismo día y año. El timbre suena nuevamente, ¡sí! Odio estar demasiado tiempo con esta loca
- Jena voy a abrir la puerta, ya vengo – ella solo asiente con la cabeza y comienza a abrir cajas, abro la puerta y ahí está Jennifer, ¿qué le dio hoy a la gente con visitarme? Aun así prefiero que sea Jen a Jena, Jen me da un gran abrazo típico de mi amiga, ella está un rango abajo del mío, debería estar en el mismo pero su hermana gemela reprobó.
A diferencia mía su hermana Felicia la reprobó porque no realizo bien la prueba, su anterior nombre era Jeannette, siempre me pareció un nombre hermoso. Por ser tan joven cuando perdió la prueba le permitieron quedarse con su familia e incluso seguir subiendo de rango, sin embargo la mayor vergüenza era su nombre, ninguna fecha se usaba la F, la F era para Fallas y eso era suficiente vergüenza y crueldad para toda su vida, a veces incluso llegue a creer que era peor tener que seguir viviendo dentro de una sociedad como la nuestra a salir sin que nadie te juzgara o apartara.
Subo hablando con Jen, estoy muy feliz de que este acá pero me sigue preocupando Jena, no sé qué pueda estar revisando y ya me hago a la idea de que va a pasar con estas dos, no es que se lleven de lo mejor.
- Oh, Jena esta acá
- Tampoco es un gusto verte Jennifer – ruedo los ojos, este día va a ser muy largo
- Bien ahora díganme ¿Por qué vinieron hoy?, no creo que haya sido por simple gusto, ¿o sí? – Levanto mi ceja mientras la miro
- Tienes razón, yo solo vine porque la prueba es mañana y quería que me prestaras un vestido para poder salir esta noche – ella me da una gran sonrisa, esa que pone siempre que quiere algo a
- Jena tú tienes el doble de vestidos que yo, ¿Por qué no usas uno de los tuyos? – Es verdad, Jena a pesar de estar en el mismo rango que yo tenía más beneficios ya que aso la anterior prueba eso le daba algunos beneficios extras
- Es que ya los use todos y no voy a repetir vestidos, seguro se darían cuenta por las fotos