28/junio/2005
En estos momentos no me he sentido bien, hace días que no logro levantarme de mi cama, me causa impotencia el no poder hacerlo, no quería que llegara ese día, pero al final va a pasar, muy amenas puedo sostener el lápiz, pero sigo aquí escribiendo sin parar, porque cada palabra es un desahogo grabado en una hoja de papel. Desde que te fuiste la libreta se ha vuelto mi mejor amiga y vieja confiable. Los síntomas son cada vez más graves, sólo me he dedicado a escribir, expresando tu abandono de la manera más tranquila posible. Ya no pienso repetir la palabra 'te amo' no para ti. Estoy empezando a amarme. Sé que es demasiado tarde, aunque lo dudo, porque me quiero ir siendo amada, y no hay mejor amor que el propio. Creí que esa faceta estaba muerta dentro de mi, y aunque de verdad me está pesando, lo estoy logrando; ya no te lloro, sólo sufro con nuestros recuerdos, pero espero que me alcance la vida para olvidarte. Te escribo desde mi pequeña alcoba, con Margó a un lado de mi. Extrañaré tanto a Margó y a mi mentada Agustina, también a sus concuñas. Ellas se han vuelto mi escapatoria y mi candil. Están conmigo todo el bendito día, cosa que agradezco de todo corazón, aunque él mío ya no funcione bien.