Viktor 63 años

En los años 90, algunos de los casos criminales resonantes de la época soviética fueron desclasificados y publicados en los medios de comunicación, pero muchos de ellos aún se conservan en archivos con la etiqueta "Secreto". Uno de ellos fue el caso de un asesino en serie y caníbal de nuestra ciudad: Nikolay K. La investigación contabilizó 13 casos comprobados de asesinato y posterior consumo por parte del delincuente de partes de los cuerpos de sus víctimas. Atraparlo resultó ser más fácil de lo que pensábamos.

Resultó que cada una de las víctimas fue vista antes de su desaparición junto a un joven alto con cabello negro, rostro ovalado y nariz puntiaguda con una protuberancia.

Se elaboró un retrato, se anunció la búsqueda del sospechoso y pronto lo capturaron. Durante el interrogatorio, no negó su culpa. Contó que se acercaba a las chicas, les proponía tener una relación amorosa. El asesino se esforzaba por no aparecer con las víctimas a la vista del público, pero aún así había personas que los veían juntos. Después de un mes de relaciones, las atraía a un garaje propiedad de su abuelo, las mataba, las desmembraba, las preparaba y se las comía. Decía que nada se comparaba en sabor con la carne humana. Intentó sustituirla con cerdo o ternera, pero aún así anhelaba su golosina favorita.

Cuando los investigadores le hicieron la lógica pregunta sobre por qué primero establecía relaciones amorosas con sus víctimas y luego las mataba, en lugar de simplemente atacar y matar a la primera chica que encontrara, él respondió que eso es lo que hacía con sus primeras víctimas. Sin embargo, luego leyó en la literatura que en los mataderos, antes del sacrificio, el ganado no debe experimentar estrés, ya que afecta negativamente las cualidades gustativas de la carne, la carne se oscurece y se cocina rápidamente. Por lo tanto, se esforzaba para que la víctima confiara en él y no sospechara hasta el final.