destinados

capítulo 13

Cerré la maleta con mucho esfuerzo y con la ayuda de Brooke, quien no se esforzaba para nada en disimular su tristeza, resoplaba y suspiraba mientras veía como terminaba de empacarlo todo, mi vuelo saldría en unas horas y para mi muy mala suerte nadie podía acompañarme.

—¿Segura que llegarás a Bora Bora?  —me preguntó mientras me perseguía por la habitación.

—Estoy segura, resolveré esto lo más pronto posible, lo prometo  —le aseguré deteniéndome un momento para mirarla fijamente y brindarle una sonrisa para tranquilizarla.

—Es que me da miedo que el tío Mike vuelva con esa excusa de "encárgate tú" para que sigas haciendo trabajos y tenerte bajo su control.

—Debes entenderlo en parte  —la reprendí un poco.

—Entiendo que está enfermo y necesita ayuda, pero sabes que en parte hace todo eso porque no quiere que tengas novio. 

—Tampoco puedo culparlo, él también estuvo conmigo después de lo de Esteban, pero no quiero que te preocupes, ya él sabe que te prometí ir y sabe que no puedo faltar. 

—¡Bien! Confío en ti.

Juntas abandonamos el castillo y mientras el chofer acomodaba la maleta en el auto nos despedimos con un fuerte abrazo.

—¿Y Jeremy no vendrá a despedirse?  —preguntó ella mirando hacia el castillo.

—Probablemente este demasiado ocupado con su madre y con Megan, la verdad me da igual.

—¿Segura que te da igual?  —me miró con los ojos entrecerrados.

—Por supuesto que estoy segura, así que nos vemos en unos días.

Me subí al auto y me terminé de despedir agitando mi mano, solté un suspiro cuando el castillo desapareció de mi visión y me arrojé hacia atrás apoyando mi cabeza sobre el asiento.

Estaba en la sala de espera del aeropuerto esperando a que llamaran para abordar el avión, mi teléfono estaba en completo silencio y me estaba incluso a preocupar ¿De verdad ese idiota no se iba a despedir de mí? ¿O debería tomar el beso que nos dimos como una despedida? Sacudí mi cabeza y me atraganté con agua, debía dejar de actuar como una tonta cuando se trataba de Jeremy, olvidar lo caliente que me sentí con su beso, total ya no lo íbamos a hacer más.

—¿Qué tanto piensas?  —me preguntó alguien al oído pegándome un susto.

Brinque de la silla completamente espantada solo para encontrarme con el rostro divertido de Jeremy mirándome fijamente y enderezándose. 

—¿Qué diablos haces acá?  —le pregunté ofendida mientras recogía mi bolso de mano del asiento.

—Como que me dieron ganas de ir a Las Vegas  —encogió los hombros.

—¡¿Qué?! ¡¿de qué...?! Voy a asesinar a Brooke. 

—En realidad fue Xander, pero... es casi lo mismo. 

Tiré de su chaqueta y jalé su cuerpo para ir a un lugar más privado, no quería llamar más la atención. 

—¿Por qué él te diría a donde voy? Se supone que no le agrado a tu familia. 

—No le agradas a mi mamá, es muy diferente, a mi papá no le importa y Xander odia a Megan así que para tu desgracia no podrás escapar de mí.

—Te recuerdo, por si acaso tu cerebro y tu memoria fallan por momentos, que estás comprometido.

—si ¿Y? 

—¿Y? 

—Ya te dije que es un compromiso cuyo único fundamento es un interés económico, no siento amor por Megan.

—Eso no cambia el hecho de que ella tiene un anillo tuyo en su dedo.

El altavoz de la sala de espera se activó anunciando que ya podíamos embarcar.

—Te lo advierto Jeremy, no te atrevas a meterte en mis asuntos.

—¿Acaso que vas a hacer? 

—Eso no te interesa, así que espero que tú estés por tu lado y yo por el mío ¿Está claro? 

Jeremy desvío la mirada y apretó los labios.

—Trataré de darte tu distancia  —dijo entre dientes.

—Bien. 

Me alejé de él de golpe y prácticamente corrí para subirme al avión, pero no me podía librar mucho de Jeremy, podía sentir su mirada en mi espalda y me estaba empezando a incomodar.

Después de ingresar al avión y tomar asiento en primera clase me asomé a la ventana, por primera vez en mi vida no quería viajar, no había podido disfrutar de París como hubiera deseado, se suponía que pasaría el resto de la semana paseando con Brooke, pero al parecer no estaba en mi destino caminar por las calles de París.

Una mujer de edad se acomodó a mi lado con una sonrisa y ya estaba lista para iniciar una conversacion conmigo cuando Jeremy la interrumpio. 

Excusez-moi ma dame, mais j'aimerais m'installer à côté de ma copine.

Elle est sa petite amie?

Oui, apparemment la compagnie aérienne s'est trompée, pourriez-vous s'il vous plaît changer de siège avec le mien? .

Jeremy le brindó una enorme sonrisa a la mujer y ella se la devolvió, acto seguido la mujer se colocó de pie y se despidió de mí moviendo su mano y caminando junto con Jeremy hasta el que supongo que era su asiento, acto seguido la mujer se arroja a la silla y Jeremy le dio un beso en su mano, se alejó de ella y se acomodó en el asiento junto a mí.

—Te odio, te odio con todas mis almas  —le mascullé mirándolo fijamente.

Pero él no dijo nada, solo se inclinó hacia adelante y me robó un beso.

—Por quince horas tendrás que fingir que eres mi novia para que no me quiten el asiento, así que sonríe y bésame.

—No te aproveches de la situación, no te voy a besar. 

—Entonces sostén mi mano.

—¿Por qué te gusta tanto meterme en problemas?  —murmuré de mal humor antes de agarrar su mano.

—Me gusta meterme en problemas y me gusta el hecho de que no le tienes miedo a los problemas. 

—¿Qué te hace pensar que no le tengo miedo a los problemas?  —pregunté mirándolo fijamente. 

—Instinto.

—Tienes un instinto terrible entonces.

Cuando el avión llego a Los Ángeles para hacer escala Jeremy aún no soltaba mi mano, tuvimos que esperar dos horas en la sala de espera.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.