Destino

Capítulo 13

Julie

Entramos a la sala, era prácticamente un gimnasio. Tenía distintos aparatos de ejercicios y en el fondo había una colchoneta en el piso a su lado se encontraba una estantería con varias espadas y cuchillos. ¿Tendría que usar eso?

-No te preocupes, no aprenderás a usarlos- dice Adonis.

-¿Por qué?- cuestiono curiosa.

-Sólo los hombres y los guardianes los usan- frunzo mi ceño. –No es machismo ni nada por el estilo. Las mujeres desarrollan más su poder, no necesitan espadas o cosas así para guiar y enfocar su poder- asiento.

-Por el momento no aprenderás a usar ninguna arma, nos centraremos en que controles los elementos- el ambiente no cambia en absoluto y los nervios aún dominan mi cuerpo.

-Hasta este momento has usado el agua y el aire- frunzo mi ceño. –El día que dormiste con Sebastian hiciste una tormenta, para crearla debes controlar demasiado bien el agua o usar viento y obviamente agua. No creo que hayas querido hacerla, así que no usaste un solo elemento, además tu cabello tiene un mechón azul y uno gris- observo que sea cierto lo que dijo.

-Julie, recuerda no quitarte los lentes. En este momento representas a Sebastian, así que no te pongas nerviosa y colabora. Por el bien del reino y de él- asiento.

¿En qué momento me había convertido en una persona tan obediente? ¿Tanto me importaba el capitán, príncipe o lo que fuera? Aunque era mi culpa que él estuviera perdido. Levanto un poco mi blusa y observo la marca, paso mi mano por ella y cierro mis ojos. Escucho el rápido latido de mi prometido y siento un poco de dolor. Entonces, algo interrumpe la pequeña conexión y abro mis ojos.

-¿Has visto a Sebastian a través de la marca?- niego.

-Todo era oscuridad, pero su corazón latía rápidamente- hago una pausa. –Y estaba sufriendo- termino en un tono más bajo.

-Tenemos que encontrarlo. ¿No escuchaste otra cosa o sentiste algo del ambiente?- niego y me siento un poco inútil.

-Lo siento- me disculpo.

-Es mejor que empecemos. Caroline, ayuda a que se cambie de ropa- la rubia asiente y me guía por los pasillos del enorme castillo.

Las horas pasan mientras intento mover el agua dentro de un vaso. Caroline me muestra nuevamente como hacerlo, pero al intentarlo no lo logro. Intento que mi mente quede en blanco y así poder concentrarme, pero es realmente difícil.

-Despeja tu mente, Julie- dice Caroline.

-Lo intento- respondo alzando mi voz.

Pensé que sería más fácil. Gruño con frustración. Estúpida agua, ¿no te puedes mover sola? Siento mi corazón latiendo rápidamente y los nervios comienzan a controlarme. Cierro mis ojos y respiro. Vuelvo a intentar y abro mis ojos. Se está elevando, sonrío y veo a alguien entrando. William y Kira caminan tomados de las manos y se acercan a nosotros. La presencia del rubio me distraía. Entonces, veo el agua caer sobre él y siento cada uno de mis músculos tensándose.

-¿No puedes siquiera controlar una simple levitación de agua?- grita y siento el enojo corriendo por mis venas.

-¿Sabes? No eres el único que está preocupado por tu hermano. No tienes por qué venir y desquitar tus emociones a este lugar- respondo.

-¿Y tú qué sabes de él?- cuestiona. –La mayor parte del tiempo te la pasaste huyendo de él-

-Aunque no te guste y a tu madre, ahora estoy unida a él- respondo y camino fuera de la habitación. Escucho dos pares de pies siguiéndome y detengo los míos.

-Te llevaremos a tu habitación y te ayudaremos a vestirte para la cena con la reina- la pelirroja y la rubia comienzan a caminar a mi lado.

-¿Cómo es que habrá una cena oficial con el heredero perdido?- cuestiono.

-Mañana comenzará a búsqueda. Adonis, William, el rey y el jefe de seguridad repasarán los primeros caminos que seguiremos-

Llegamos hasta una gran puesta de madera, los guardias la abren y entramos. Lo primero que veo es la enorme cama con barrotes, una pequeña sala de estar que era del tamaño de la de mi casa y un gran armario. Tenía ese toque majestuoso que caracterizaba a los castillos.

-Sebastian se encargó de preparar cada detalle, desde que supo que tú serías su esposa- siento algo moviéndose en mi corazón.

-Primero te ducharás. Esa puerta es la del baño- asiento y entro.

Me quito mi ropa y templo el agua hasta la temperatura que me gusta. Entro y siento mi cuerpo relajándose, aunque no puedo dejar de pensar en Sebastian. Observo la marca y comienza a perder el brillo. Termino de ducharme y me coloco una bata. Salgo y veo que Caroline y Kira están vestidas igual que yo.

-Es muy importante que te vistas apropiadamente para estar con la reina- asiento.

Ambas toman un vestido verde oscuro. Tenía un escote corazón con los hombros caídos. El top era ajustado y tenía un estampado de flores, la falda tenía un corte en A y era de una tela tipo velo.

Muerdo mi labio inferior y retiro mi bata, quedando en ropa interior. Me ayudan a ponerme el vestido y lo ajustan a mi cuerpo. Sorprendentemente, parece hecho especialmente para mí. Secan mi cabello y lo peinan. Dejándolo suelto, con la pequeñas ondas que se formaban. Me maquillo naturalmente y me pasan los zapatos seleccionados, eran unos tacones dorados. Me los coloco y me siento con cuidado en la cama, hasta que ellas regresen.




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