Destino

Capítulo 15

Julie

Abro mis ojos y levanto mi cuerpo tomando una gran bocanada de aire. Mi pecho dolía, como si hubiese estado a punto de ahogarme. Respiro entrecortadamente y observo la habitación. La habitación no tenía mucha decoración, en realidad era bastante sencilla. Todo era de madera y emanaba un aroma floral. Escucho la puerta abrirse y dirijo mis ojos a esa dirección, observo entrar a Kira y al verme despierta se acerca a mí, rápidamente.

-¿Cómo te encuentras?- cuestiona.

-Estoy bien- respondo.

-¿Juliet?- cuestiona y alzo mi mirada encontrándome con la suya. -¿Qué pasó? Por un momento dejaste de respirar y tu pulso era muy débil.

Me pongo en pie, sin pensarlo y siento mi mundo tambaleándose, Kira me sostiene y cierro mis ojos por el dolor de mi cabeza. Paso saliva por mi garganta antes de hablar y decirle a la pelirroja.

-Sebastian. Necesito encontrarlo antes de que sea demasiado tarde- escucho la puerta abrirse y me encuentro con William, sus ojos me observan fijamente mientras se acerca a nosotras.

-¿Qué le están haciendo?- cuestiona.

-¿A qué te refieres?- sus ojos se posan en mí, me observan fijamente por un momento y luego aparta la mirada.

-¿No lo sabes o intentas ignorarlo?- lo observo a los ojos y suspira. –Lo has visto, ¿cierto? Cuando tocas tu marca, ves lo que él está observando, sientes lo que él siente- me aparto de Kira y observo por la ventana el bosque.

-Agua- digo y giro mi rostro, volviéndome hacia ellos. –Intentaron ahogarlo- William abre sus ojos con sorpresa y sale de la habitación con pasos veloces. Respiro profundamente antes de seguirlo.

Camino siguiendo su camino y me detengo cuando él se detiene. Llegamos hasta una pequeña sala donde se encontraban Caroline y Adonis. Escucho pasos acercándose a mí y pronto veo la pelirroja cabellera de Kira pasar por mi lado.

-Díganle- dice Sebastian y frunzo mi ceño.

-¿Decirme qué?- pregunto.

Nadie responde. Paso mi mirada por cada uno de los presentes y todos lucen incómodos. Frunzo mi ceño y vuelvo a preguntar.

-¿Qué tienen que decirme?- cada uno de ellos evita mi mirada.

-Cuando tus padres se casaron, la familia de tu papá se opuso- comienza a decir William. -Durante años, las personas han pensado que sólo puede haber uniones entre miembros de la misma clase. Tu padre pertenecía a la Región del agua y tu madre a la del fuego. Pero ellos eran almas gemelas, incluso si no se casaban, nunca podrían olvidarse. Tu papá rompió los lazos con su familia y siguió a tu madre hasta la Región del fuego, ya no importaba lo que continuara, tu padre tomó su decisión. Cuando mi madre dio a luz a Sebastian, todas las familias nobles vinieron. Ese día tu padre se reunió con su hermana y tuvieron una discusión bastante fuerte. Se separaron y cada uno volvió con su familia. Ese día, anunciaron una profecía: En el solsticio de invierno, en la noche más larga del año, nacerá la futura reina quien acompañará a Sebastian en el trono. La Luna brillará como nunca antes brilló, el cielo se posará en sus ojos y la oscuridad de la noche estará en cada uno de sus cabellos. La primera nevada caerá cuando la niña nazca y permanecerá con ella, en su piel. El día del solsticio de invierno, dos familias anunciaron el nacimiento de sus hijas. Una nació en la Región del agua y la otra en la Región del fuego. Nacieron el mismo día, en el mismo momento. La madre de la niña del agua, observó a su hija y deseó que fuese la futura reina de Imvelo. Las noticias llegaron al castillo y mandaron llamar a ambas recién nacidas. Partieron de inmediato por orden del rey y cuando llegaron al castillo observaron a ambas y anunciaron el compromiso de Sebastian con la niña del fuego. La madre de la niña de la Región del agua, se enfureció tanto que provocó una tormenta y gritó a los cuatro vientos que una impura jamás podría reinar. Tú eres la niña de la Región del fuego, y aquella chica que nació el mismo día, es tu prima- escucho sus palabras con atención.

-Entonces, esa chica, quien dices que es mi prima. ¿Es la responsable de las muertes de mis padres?- cuestiono.

-No, esa chica tenía siete años cuando tus padres murieron y nunca ha salido de Imvelo- responde Adonis.

-¿Por qué has mencionado esa historia?- pregunto.

-Una semana antes de la muerte de tus padres, su madre desapareció sin dejar rastro. Lilia, tu prima, dejó de sentirla y por ello fue dada por muerta- cada palabra que decían, me confundía un poco más.

-¿Eso significa que desde antes de la muerte de mis padres, alguien de mi familia ya había sido asesinado?- todos vuelven a evitar mi mirada, hasta que me encuentro con la de William.

-¿Sabes por qué tú puedes ver la muerte de las personas antes de que suceda, incluso si no estarás en ese lugar?- niego. –No es un don especial que tienes. La persona que asesina a aquellos que quieres quiere que lo veas. Quiere que aunque no estés en ese lugar sepas lo que vivieron en el momento en que fueron asesinados. Y tú puedes verlo, porque tu mente se desarrolló como humano, no puedes impedir que entren a ella por medio de las pesadillas. Eres débil- dice.

-¿Podrías dejar de recordarme eso cada vez que tienes oportunidad?- alzo mi voz y William camina hasta quedar frente a mí.




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