Punta Dorada, marzo 2012
A inicios del año y ante la inminencia del golpe de estado, Luciano tomó la decisión de infiltrar agentes especiales en el punto que consideraba más álgido y vulnerable, pero en primera instancia, aparte de que no podían ser muchos, debían ser hábiles en varias áreas; como ya tenía cubierto el palacio de gobierno, comenzó a trabajar con el estamento militar. De este modo fue como Gael Gautier se infiltró en la armada, Rudi Gazolla y Frankie Gaelle se infiltraron en el ejército, mientras que el AA3 lo hizo en la fuerza aérea siguiendo las directrices dadas por Giorgio DiVella que había sido formado en ella.
Luciano le había dicho a Fredo que Frankie Gaelle sería el primer enlace y efectivamente, cuando llegaron al punto de encuentro, ya Frankie los estaba esperando.
Gianpoalo, Lisandro y Khabir, recordaban que aquel individuo no era del tipo simpático, aunque a decir verdad ninguno de los instructores lo era, de manera que no se sentían para nada contentos de tener que verlo, mientras que Fredo que era mucho más antiguo, pues había sido de los que inaugurase el programa y había llegado a este antes que los actuales instructores, no parecía sentirse para nada incómodo y los trataba con más confianza que el resto de los agentes, aunque muchos de ellos pensaban que los trataría igual, aunque hubiese pasado por sus manos, porque aquel individuo y con excepción de Ángelo, trataba a todo el mundo del mismo modo informal. Llegaron a una zona de hangares donde parecía haber mucha actividad, de modo que nadie les prestó mucha atención.
Cuando estuvieron más cerca, los chicos identificaron a Stefano a pesar de que tenían más de un año sin verlo, al menos en los casos de Gianpaolo y Fredo. No cruzaron ninguna palabra entre ellos, sino que abordaron la nave como se les había ordenado. Una vez a bordo notaron que había dos tripulantes más, pero como no los identificaron se limitaron a dar las buenas tardes y nada más. El vuelo duró alrededor de dos horas en las que nadie dijo absolutamente nada, y al menos en el caso de Gianpaolo, eso demostraba que el incordio aquel había recibido un inmejorable entrenamiento, porque todos sabían que, aunque él no llegaba a los extremos de Dante que tenía que hablar, aunque fuese solo, igual hablaba en demasía.
En cuanto tomaron tierra, vieron que se acercaba otro Jeep parecido al anterior, pero en esta ocasión quien venía en él era Gael Gautier. Stefano y otro de los pilotos los siguieron y todos se subieron al Jeep; después de rodar unos cuántos kilómetros escucharon hablar a Gael.
Llegaron a otro hangar que parecía abandonado, bajaron y al entrar se encontraron con Rudi Gazolla, otra de las joyas de entrenamiento.
#2406 en Novela contemporánea
#11665 en Otros
#1907 en Acción
sangre venganza y muerte, jovenes amores accion, persecusion politica enemigos
Editado: 27.03.2022