Punta Dorada, enero 2013
Valentino abandonó la cabina, y los BA que lo habían acompañado en aquella misión, ya lo estaban esperando con JC que lo miraba con pésima expresión, pero aparte de que Valentino podía ser muy irritante por mérito propio, en el mucho tiempo que pasaba con Luciano, parecía haber absorbido también parte de su ácido humor.
Los BA, y aunque sus expresiones no variaron, pensaron que en realidad el pasajero no tenía ningún motivo para haber disfrutado del viajecito ni de nada, porque aparte del susto por la forma que habían irrumpido en el lugar donde estaba con su familia, y de la poca delicadeza con la que había sido sacado de allí, el jaleo durante el viaje, cortesía esto último, de la probada locura de Valentino, garantizaba que no, no lo había disfrutado en lo absoluto.
Los miembros del AA, y en teoría, solo tenían que cumplir con sus misiones de vuelo que consistían más que todo en vigilancia o escolta, pero Valentino al igual que Silvano, se había involucrado mucho en otros asuntos, de modo que fue él, el encargado de comandar la búsqueda y traslado de JC, y ahora lo condujo hasta el lugar donde Luciano hablaría con él. No tuvieron que esperar mucho, porque unos minutos después se presentaron Luciano y Dante. Como Luciano no sentía especial simpatía por aquel sujeto, ni siquiera se molestó en saludar.
Como ya JC había tenido otros encuentros con aquellos sujetos, desde el inicio supo que aquello tenía que ver con Ángelo, pero como él no había vuelto a tener ningún contacto con Kelly, no tenía ni idea de por qué estaban haciendo aquello. Y le gustaba menos ver a aquel individuo de nuevo, ya que no había olvidado que había sido quien lo amenazase la última vez.
Dicho esto abandonó la estancia dejando a JC tan confuso como al principio.
JC ya sabía que aquellas personas manejaban ingentes cantidades de información, pero seguía sin ver por qué razón estaban interesadas en sus actividades o en sus problemas.
JC palideció, y de hecho, Dante pensó con fastidio que iba a descomponerse, algo más bien lógico dado lo que acababa de decirle, y como no había aclarado que Damila estaba viva, pues JC en verdad se sentía enfermo.
JC se removió con incomodidad y Dante abrió la carpeta que Luciano había dejado sobre la mesa.
Dante comenzó a recitar los nombres y a observar las reacciones de JC. Con el primero la expresión de JC no varió mucho, pero con el segundo sí, aun así Dante aun mencionó al tercero, pero estaba bastante seguro que se trataba del segundo y emitió un silbido, algo muy característico de él y que molestaba mucho a los que llevaban un DTR.
#11547 en Otros
#1906 en Acción
#2376 en Novela contemporánea
venganza enemigos, accion persecucion sangre, amor promesas boda
Editado: 24.04.2022