Destino de Sangre (libro 14. Familia)

Cap. 22 Primer día

 

Punta Dorada, octubre 2017

Los miembros del GA en general dormían muy poco, pues aparte de acostarse casi siempre muy tarde, solían levantarse entre las cuatro y las cinco para hacer ejercicio y era por eso que cuando no tenían guardia nocturna, aprovechaban para dormir tan temprano como pudiesen. Aquella mañana los primeros en llegar al Gym se sorprendieron poco al encontrar a Luciano allí, y se alegraron mucho menos porque hacer ejercicio con él era algo análogo a pasar por una trituradora, de manera que se sintieron afortunados cuando finalmente se marchó y ellos seguían enteros.

Después de bañarse y rasurarse, Luciano salió del baño, pero se encontró con que ya a aquella hora tenía una visita.

  • Entiendo que hayas estado muy ocupado con tu asunto, Lucky – dijo Franco que era su visitante – pero se me está acabando la paciencia
  • Algo muy preocupante, señor Rossi – dijo él en tono irónico, pero como Franco no dijo ninguna barbaridad, Luciano se giró y lo miró con atención – ¿Estás bien?
  • Estoy molesto, pero estoy bien

A Luciano le tomó poquísimo tiempo concluir que lo que le sucedía a Franco, era que siendo el entrometido que era, estaba perfectamente al tanto de lo que se había discutido la noche pasada y tomó nota mental de mandar a hacer una revisión adecuada para bloquearles el acceso a los niños a las reuniones que se efectuaban en el comedor como habían hecho con el despacho de Ángelo, porque una cosa era que escuchasen cosas sin importancia, aunque estas no fuesen para sus oídos, y otra muy distinta que lo hiciesen con otras que revistiesen gravedad o peligro, y aunque lo de esta ocasión no calificaba como ninguna de las dos cosas, era mejor estar preparados.

  • Veamos señor Rossi, sigo siendo la misma persona que era anoche, así que…
  • Solo ocúpate de lo que hablamos… por favor – dijo marchándose a continuación

Aquella conversación puso del peor humor a Luciano y no por el contenido de la misma, sino porque aquel trato distante lo incomodaba mucho.

  • Ice, ocúpate de que se realice una revisión exhaustiva de los ductos de ventilación o de cualquier otro posible lugar que les sirva a nuestros pequeños espías para enterarse de lo que no les concierne, y asegúrate de que sea convenientemente bloqueada
  • Copiado – contestó Piero

Las clases ya se habían iniciado desde hacía más de dos semanas y los únicos que no lo habían hecho eran los gemelos y Giuliano, porque Giulio siempre encontraba una excusa para que no fuesen. Sin embargo, o bien Damila se hartó o a él se le acabaron los motivos, pero lo cierto era que aquel día los niños finalmente iniciarían sus actividades en el preescolar. Giuliano y Pierangelo estaban muy emocionados, pero la gemela se quejaba de que tenía sueño y el padre de la criatura estaba furioso.

  • G, si no dejas de gritar a todo el mundo en este momento, te juro que me voy a mudar a la China – dijo Damila, pues él acababa de gritarle a la empleada porque el café estaba frío, aunque Damila estaba segura que no era así

Solo Giulio podía pensar que aquello podía ser cierto y compuso expresión de horror, pero sirvió para que se tranquilizase, aunque eso no iba a durar mucho. Otro que no estaba especialmente feliz era Ángelo, y aunque no lo estaba expresando con el escándalo de Giulio, lo hacía mirando mal a su mujer.

  • El desayuno te va a caer muy mal, abogado
  • Eso ya lo sé – dijo él – Mira a la pobre niña, está prácticamente dormida – dijo señalando a la gemela que tenía la cabeza recostada en lugar de estar comiendo – ¿Puedes decirme cuál es el apuro? Son poco más que bebés
  • Deja de decir tonterías, porque tienen la edad adecuada. En cuanto a que Pierangeli se cae del sueño, es lógico porque está acostumbrada a dormirse muy tarde, pero a partir de ahora, con seguridad se dormirá a una hora más razonable

Los mayores comenzaron a levantarse pues ya era hora de partir, así que Damila bajó a la gemela de la silla mientras Giulio bajaba a su hijo y Fredo al suyo. La mayoría se había despedido de Ángelo y Kelly con las prisas de costumbre y los últimos eran sus nietos.

  • Ci vediamo piu tardi, bambina – dijo Pierangelo mientras le daba un beso a Kelly y Giuliano lo imitó
  • Espero que se diviertan mucho en su primer día y presten mucha atención a las maestras ¿bueno?
  • Va bene – dijeron ambos

A Kelly siempre le había llamado la atención que los niños tuviesen dificultades para construir oraciones en castellano, pero que no tuviesen prácticamente ninguna para hacerlo en italiano. Los niños se despidieron también de Ángelo y por último se acercó la gemela.

  • ¿Sono bella, nonno? – le preguntó mirándose el uniforme
  • Bellisima, mia principessa – le contestó él
  • ¿Vienni con me?
  • No bambina, irás con tus padres ¿está bien?
  • Deve laborare
  • Questo è –  le contestó él y la niña lo abrazó hasta casi asfixiarlo dándole un beso después




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