Capítulo 3

Suena la campana, ya es la hora del almuerzo, que mañana tan agitada, esta vez comenzamos sin perder el tiempo, y aunque eso me gusta también es sinónimo de que estaremos bastante ocupados con las tareas. Como es costumbres Vale y yo salimos al patio de la cafetería para almorzar juntas, tenemos tiempo suficiente para comer y ponernos al día hasta que nos toque la siguiente clase. Valeria y yo somos bastante parecidas, tanto así que en algunas oportunidades nos han llegado a preguntar si somos hermanas o parientes cercanas.

Una de las diferencias entre ella y yo es que, Valeria tiende a engordar mucho más rápido que yo, por eso ella trata de cuidarse y mantenerse, por lo cual sus comidas son un poco más ligeras, mientras que yo puedo comerme 20 hamburguesas y no engordo, aunque tampoco puedo abusar de la comida chatarra. Vale siempre me dice que quisiera ser como yo, ya que yo siempre mantengo mi figura tal cual. Ella estuvo un mes de vacaciones y pues es obvio que se salió un poco de sus límites ya que la veo un poco más rellena.

• ­Y cuéntame Vale, ¿cómo te fue en tus increíbles vacaciones?
•  Estupendo, aunque mi papa salió de un día para otro con la sorpresa fue lo mejor. Me encanto España, su clima, costumbres, cultura, su gente, el acento ¡Dios! Tendrías que ver a esos españoles hablar, se me erizaban los pelos.
•  ¡Buenísimo! Puedo imaginármelo, pero cuéntame ¿qué tal la comida de allá? — le pregunto mientras la observo de pies a cabeza con una mirada picara
•  ¡Ay Dani! No me mires así, sé que subí unos kilitos de más — Me dice bajando la cabeza — En mi defensa estaba de vacaciones y la comida era muy buena, así que tengo la excusa perfecta para estos kilos de más, bendecida tu que mantienes tu hermosa figura comas lo que comas
•  Ja ja ja, tranquila Vale, ya verás que en unas semanas estarás como te gusta estar, aunque tú siempre eres hermosa
•  Gracias amiga, mi consuelo es que no fui la única que engordo, mis padres también se trajeron unos kilos de más de España.
•  Me lo puedo imaginar, supongo que hicieron mucho turismo ¿te divertiste?
• ¡Totalmente! los paisajes de España son una pasada, cuando vayas a mi casa te mostrare lo que trajimos de allá, y todas las fotos y videos de los recorridos que hicimos. Además también traje unos recuerdos y cositas para ti
•  ¡Estoy segura que me encantara! Pero no tenías que traerme nada Vale — Le digo un poco apenada
•  No empieces Daniela, te lo traje porque me hiciste mucha falta y cuando lo vi pensé en ti, y sé que te quedara hermoso
•  Está bien, está bien, lo aceptare pero sabes que no era necesario, yo lo único que quería era verte de nuevo — le respondo mientras le hago una carita de puchero
•  Ay Dani — me dice mirándome tiernamente — porque eres así tan linda, te adoro
•  Yo te adoro más — ambas nos abrazamos y nos reímos
• Ahora tú, cuéntame que hiciste durante este mes…
• Nada muy interesante la verdad, como ya te había dicho por mensajes de WhatsApp, fui a la playa con mi familia estuvimos por allá dos semanas, la verdad me relaje y divertí muchísimo
• Se nota querida, estas más bronceada que de costumbre
• ¡Sí! Aunque procure ponerme protector solar varias veces al día si me broncee un poco
• Bueno pero tranquila en unos días volverás a tu tono de piel natural, aun así no te ves mal, te hacía falta un poco de color siempre tan blanca como un papel — me dice entre risitas
• Pues si no me quejo, me quedo un color bastante bonito.
• Y dime a parte de divertirte con tu familia, relajarte y ver paisajes lindos… ¿Qué otras cosas lindas viste? — me dice mientras me mira con una mirada picara
• Pues solo eso Vale, no sé de qué me hablas — le respondo un poco nerviosa porque ya sé por dónde van sus intenciones
• No te hagas la tonta Daniela, en España habían hombres muy guapos, pero en la playa también se pueden conseguir — me lo dice mirándome descaradamente
• Vale sabes que yo no estoy pendiente de chicos…Aunque… Si habían unos que otros con un buen físico… — Le digo bajando la cabeza ya que recordar esos chicos en traje de baño me hace sonrojar un poco
• ¡Lo sabía! Ahora dime que tienes el teléfono de alguno de ellos por favor — me dice con un tono de voz esperanzador
• Ehh, no. — Le digo con una sonrisa nerviosa mientras ella se golpea la frente por frustración
• Ay Daniela, cuando será el día que te animaras a conocer a alguien
• Pero si los conocí — Le digo tratando de alivianar las cosas — algunos de los chicos se me acercaban para hablar conmigo pero después me daba cuenta que simplemente eran puro físico, eran unos patanes Vale, cuando me pidieron mi número de teléfono simplemente les dije que se me había dañado
• Ja ja ja, ay Dani, porque eres así, siempre tan exigente, así nunca tendrás novio
• Vale sabes que no me hace falta tener novio, pero si un día le doy la oportunidad a alguien y me la doy a mí misma también, tendrá que ser alguien que al menos valga la pena. No querrás verme con el corazón roto ¿cierto?
• Por supuesto que no, se lo que se siente ese sentimiento, y no se lo desearía a nadie, mucho menos a ti que eres como mi hermana y que me has visto pasar por esas decepciones. Aun así mantengo la esperanza de que un día te enamores de alguien que merezca la pena.
• Lo sé, lo sé, pero tranquila, todo llega a su tiempo, tampoco pienso morir sin saber lo que es tener una relación

Ambas nos reímos, y suena la campana, el receso termino y es hora de volver al aula de clase. Tomamos nuestras cosas, y nos disponemos a ir a nuestras respectivas clases

—Termino la hora de relajo y chisme — me dice Valeria mientras caminamos hacia los pasillos

—Sin duda, siento que se pasó súper rápido, un mes sin vernos no se cuenta en una sola hora

• Súper de acuerdo amiga, pero nos tocara esperar a la hora de salida…
•  Y aquí vamos de nuevo — digo mientras nos sentamos en nuestros lugares y comienza la clase