Tuve un día intenso pero agradable, al final de todo me entregaron mi libreta de calificaciones con un perfecto 10 de promedio, un excelente comportamiento y con excelentes recomendaciones para el próximo año, de clases extracurriculares he logrado conseguir lo suficiente para inscribirme a la universidad de manera temprana —Da saltitos de alegría—. Recibí varias felicitaciones de mis profesores y en especial del director de la institución.
Si bien no sabe que fui el autor intelectual de la guerra de comida, me alegro que todo me saliese de maravilla. Este día no pudo haber ido mejor, a la salida me ha recogido mi madre y me he librado de terminar de cabeza en algún bote de basura, ahora que estoy en casa lo prometido es deuda.
He tomado la decisión de borrar Thought y así lo are, enseguida enciendo mi ordenador y luego de unos segundos aparece una foto de Camila, Clark y yo en un parque, fue un día de campo improvisado que armamos entre amigos, la pasamos espectacular, hicimos muchas tonterías ese día —Suspira mirando la foto—. Busco entre los íconos de la pantalla hasta toparme con el globo terráqueo verde de la aplicación, antes de borrarla decido darle un último vistazo, ingreso mi correo y mi contraseña, dos segundos después ya estuve dentro de la plataforma, las notificaciones estaban por los cielos, el muñequito de solicitudes de amistad solo indicaba que había una persona a la espera de mi respuesta, en la pestaña de inicio había mucha propaganda de una banda que se presentaría el próximo fin de mes, estuve varios minutos revisando todo lo que había, mensajes, notificaciones y aunque me entretuve recordé porque iba a borrarla.
Me di la última vuelta por la aplicación y me dio curiosidad el saber quién me había mandado una solicitud, hasta ahora las que había aceptado eran de puros degenerados, abrí la pestaña de solicitudes y había una foto de una chica, llevaba un pantalón de mezclilla negro, tenis y una blusa rosa, su fondo era difuso, parecía ser una especie de parque, me lo pensé un buen tiempo y decidí dejarla en espera, eso evitaría que la solicitud se borre y salí de allí, no pude borrar la cuenta, simplemente me encargue de limpiarla de toda la bola de pervertidos que habían entrado en mis solicitudes, dejando quizá unas 10 personas que no conocía, pero tampoco me habían escrito antes.
Ya he salido de clases hace un mes más o menos, en todo este tiempo no he tenido gran cosa que hacer, me dedique a estudiar un poco para prepararme para el próximo año, sin embargo leer tantos libros ya me tienen totalmente aburrido, no he hablado con Camila y mucho menos con Clark. Toda la situación se complica y honestamente no sé si pueda arreglar las cosas con él, quizá exagere un poco, pero él tampoco tenía derecho a burlarse de mí.
Para dejar pasar un poco el tiempo y como que aprendo a manejar un poco más los sistemas decidí empezar a trabajar en una nueva aplicación, ideada por mí, básicamente se tratará de mensajes instantáneos y video llamadas de corta duración con diferentes personas del mundo, esta aplicación tendrá un traductor incorporado, lo que ara que al escribir se traduzca automáticamente de ambas partes, de la misma manera funcionará en las video llamadas, todo se traducirá pero sin cambiar la experiencia y menos modificará la voz, la idea de esta aplicación me tiene muy entusiasmado sin embargo las dos últimas semanas que he estado trabajando en ella no he descansado muy bien, me la he pasado estudiando libros sobre los códigos de manejos, manejos de protocolos y mucho más, sin embargo me siento animado a hacerla posible.
En mi pantalla miro el ícono de Thought y no evito las ganas de entrar, he estado pensando muy seriamente en la chica desconocida de la solicitud y he decidido que quiero aceptarla, solo para curiosear un poco sobre su perfil, nada malo, simplemente la curiosidad me gano, ingreso a mi cuenta rápidamente y le doy clic en aceptar, el ícono carga unos segundos y me notifica que estamos conectados, la curiosidad se apodera aún más de mí y hago clic en su foto de perfil, quería verla de más cerca.
Parecen siglos que pasan mientras la página carga, la barra de carga se va llenando lentamente hasta que la voz de mamá de saca de mi trance, me veo interrumpido a seguir con mi labor.
Bajo las escaleras de madera a prisa, esperando que no sea nada grave, no quiero demorarme demasiado, necesito ver más fotos de la chica, saber si nos hemos visto en alguna parte, sin embargo todas mis ganas y mi entusiasmo desaparecen cuando veo a Clark parado en la sala esperándome, tiene esa mirada fría y su rostro con la típica seriedad que lo caracteriza, puedo ver el enojo en sus ojos, sé que las cosas no se han arreglado entre nosotros pero ¿Qué hace aquí? ¿Viene a disculparse conmigo?
No podía evitar el leve nerviosismo que empezó a recorrer mi estómago con cada escalón que bajaba, es que era inevitable. Me sentía intimidado con su presencia y más en mi casa.
—Hijo —Sonríe— Clark vino a visitarte, invítalo a tu habitación y en unos minutos les subo unos bocadillos —Desaparece rumbo a la cocina—.
—Q… ¿Qué haces aquí? —Juega con sus dedos nerviosos—. Pensé que no te vería al menos hasta regresar a clases.
—Alexander —Dice de manera dura y fría—. No vine aquí para revivir una vieja amistad, menos para recibir una cálida bienvenida, ni galletas, ni golosinas. Simplemente vine a avisarte que mis padres van a viajar a Miami la próxima semana, y me han insistido mucho en que te lleve, es más me tienen arto con ese tema —Suspira molesto—. Así que si te niegas a venir te daré la paliza de tu vida, no quiero escuchar un no como respuesta, conoces muy bien en donde vivo, puedes usar perfectamente los pies para llegar ahí y darles la respuesta a mis padres, y pobre si te atreves a mencionar que te he amenazado, te prometo que te daré una buena golpiza para que no te levantes nunca más. —Mira la casa de reojo y se marcha—.