Sol arena y playa

A través de mi ventana podía apreciar partes de la ciudad, era realmente hermosa, estaba entusiasmado, era la primera vez que salía de Toronto y me sentía emocionado, sentía un revoltijo en mi barriga y era de emoción, todo el camino hasta aquí fue casi una tortura, la hermana de Clark me tenía agobiado con tantas preguntas que decidí darme una pausa y escaparme a otro asiento con la excusa que quería ver la ciudad por los aires, si bien no era mentira, necesitaba alejarme de verdad, me sentía feliz, en todos los sentidos.
Pasados unos minutos aterrizamos y cada quién se preparaba con sus maletas, Clark decidió bajarse prácticamente de último, cosa que agradecí internamente porque llevaba un serio problema con el apartado de las maletas

— ¿No bajarás chaparro? —Clark lo mira sonriente sabiendo que tiene problemas para abrir el portaequipajes—.

— He… Sí… Sí bajo, es que no… —Se sonroja haciendo fuerza con el portaequipajes—, no puedo abrirlo —Bufa dándose por vencido—.

—Bueno, si me dejas te ayudo. Adelante —Murmura Alexander sonrojado—. Solo debías quitar el seguro y ¡¡Ta, tan!! La magia sucede, solo estaba el seguro puesto —Sonríe y le entrega su mochila—.

— Gracias Clark ¿Puedo hablarte en privado un segundo? Es importante.

—Me encantaría — Clark baja las escaleras del avión—, pero ahora no puede ser, en el hotel ¿Te parece?

—Sí Clark, gracias. A  penas pise el Suelo de Miami, un agradable calor enseguida me envolvió, estábamos en el aeropuerto, frente a nosotros estaba estacionada una preciosa camioneta negra esperándonos, antes de nada me apegue a Clark y cuando entramos me senté alado de él para tratar de Alejarme de su hermana, creo que me agarro manía porque durante todo el vuelo no paraba de sacarme plática y estaba bastante incómodo, luego que me cambie de asiento no me quitaba la vista de encima y me sentía peor, afortunadamente dentro del avión había wifi y para tratar de distraerme me entre a mi cuenta y ahora la Reina roja tiene mi número, enseguida prendí mi teléfono y segundos después una marejada de mensajes me llegaron a la bandeja de entrada y varias llamadas de un número desconocido, ignorando todo eso llame a mamá, le prometí que apenas llegase a tierra le llamaría.

La llamada termino y la vista de las edificaciones no me desilusionaban nada, iba tomando tantas fotos como podía, me sentía emocionado, como un niño pequeño, Clark de vez en cuando soltaba comentarios contra su hermana en francés, como si no entendiese lo que decían, pero lo deje de lado, active los datos y segundos más tarde  un mensaje de un número privado había enviado algo, lo abrí enseguida.

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Hola Alex, este es mi número, apenas puedas me escribes, estaré encantada de poder hablar contigo, ten un buen viajeJ.

Visto ✓

04 de Abril de 2021 10:00

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Me debatí varios segundo hasta que recordé que le había dejado mi número a la Reina Roja, un poco inquieto y dudoso le escribí un corto mensaje, dudando en si lo recibiría o no.

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Hola, Reina Roja, ya estoy en tierra firme, ten un buen día o noche          

     Visto ✓ 

04 de Abril de 2021 15:25

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Me guarde el móvil enseguida dándome cuenta que ya habíamos llegado al destino deseado, estábamos frente a la playa, un inmenso horizonte rodeado de arena y mar eran lo que mis ojos visualizaban, el sol, el viento soplaba cálidamente besando cada parte de mi cuerpo haciéndome sentir sensaciones agradables, sentía una ilusión inmensa dentro de mi pecho, era la primera vez que estaba frente al mar, sintiéndome pleno, lleno de vida, como si todas las piezas encajasen en su lugar.

Rápidamente Clark se colocó a mi lado mirando el lugar y sonriendo inmensamente

— ¿Te gusto el enano?

—Me parece mágico, creo que me escapare y viviré aquí eternamente —suelta una sonrisa ronca llena de alegría—.