Devorador de Emociones

Memorias y Reencuentros.

-           ¡Cuidado! – Grité Violentamente a la vez que abría mis ojos.

     Sentí una mano sobre mi hombro derecho y recordé que estaba en mi habitación, había despertado a Kervin por culpa de mis gritos.

-           Hey – Susurró - ¿Estas bien?

-           Si… es solo… un mal sueño.

     Lo último que había visto antes de abrir los ojos fue a Aquiles intentando bajar por las escaleras de la azotea de algún lugar que no pude identificar, y detrás de él había una mujer que lo apuntaba directamente con un arma, lo único que podía hacer era advertirle, así que le grité. Kervin me abrazó por la espalda y beso mi cuello, causándome escalofríos.

-           No te preocupes – Dijo acariciando mi hombro - Solo fue un sueño.

-           Si… solo un sueño.

     Estaba muy cansada, y a través de la ventana ya podía verse como el cielo comenzaba a tornarse azul, pero yo volví a recostar mi cabeza en la almohada y me quedé profundamente dormida.

ooooooooo

     Desperté mirando el techo de concreto de la pequeña habitación que Brenda me había preparado para esconderme, ya había amanecido, desde donde estaba podía ver a través de la ventana de cristal como los autos estaban en pleno embotellamiento matutino, típico de la hora pico de la mañana en la que todos los caraqueños se disponen a ir a trabajar. Salí de la cama y me estire para desperezar el cuerpo, fui a darme un baño y luego de cambiarme pasé por la cocina, me gustaba el lugar, en tonos de color gris pero decorado con rosas y una alfombra roja bajo los muebles de cuero negro, la cocina era toda placas de acero inoxidable, y la alacena era del mismo color, dándole un aspecto tecnológico, cosa que no estaba tan alejada de la realidad ya que apenas toqué el suelo de la cocina la luz de la lámpara del horno se encendió automáticamente.

-           Buenos días señor Aquiles – Una voz automatizada que no sabía de dónde provenía me dio la bienvenida – ¿que se le antoja para desayunar?

-           Pero… qué… ¿Quién eres?

-           Soy Odín, Sirviente automatizado de la señorita Brenda – Una pantalla holográfica se desplegó justo sobre el mesón junto a la cocina de filtro cerámica – Me encargo de organizar, administrar y distribuir información dentro de la embajada y… preparar el desayuno de la señorita Brenda y sus invitados – En la pantalla holográfica se desplegó un menú matutino, había desde wafles y tostadas hasta arepas y empanadas. Eso sin contar las bebidas que iban desde chocolate caliente hasta café negro.

-           Joder… - Dije viendo el menú totalmente sorprendido.

-           Iba a Ponerle Jarvis… Pero Tony Stark me quitó el nombre – Reí.

     Cuando me giré, vi a Brenda aun en pijama, una bata de color rosa al igual que el mono que llevaba puesto y pantuflas de color blanco de las que sobresalían unas largas orejas y tenía grabadas en cada pantufla una sonrisa de gato, me imaginé al Mokona Blanco. Estaba cruzada de brazos recostada en el borde de la esquina que da acceso al pasillo de las habitaciones.

-           ¿Tú lo programaste?

-             Solo modifiqué un poco un programa que había descargado de internet, dándole más libertad. Se llama O.D.I.N. Omnipotente Distribuidor de Información de la Net. Aunque obviamente solo funciona aquí en la embajada… y en mi cocina - ¿Cómo dormiste Akiresu?

-           Muy bien – Dije asintiendo la cabeza – Iba a preparar café pero…

-           Enseguida lo preparo señor, dígame… ¿qué quiere desayunar?

     Miré a Brenda enarcando una ceja y ella sonriendo me hizo señas con la mano para que pidiera algo.

-           Eh… ¿unos wafles… tal vez?




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