Devorador de Emociones

Decisiones

Estaba a un par de casas de llegar a casa de Ivanna, cuando crucé la acera para quedar en frente de esta, vi una camioneta aparcada en frente de ella, era negra y de vidrios polarizados, inmediatamente me oculté y me mantuve alerta, no había visto esa camioneta antes en los alrededores en todas las veces que hice vigilia, cosa que me pareció extraña, caminé en cuclillas hacia la camioneta y me asomé por una ventana no vi a nadie dentro, pero estaba frente a la casa de Ivanna así que sin hacer ruido caminé hacia la puerta, me coloqué frente a la entrada pero en el momento en que iba a colocar mi mano en la perilla, alguien la abrió desde dentro. Un hombre vestido con un traje gris, cabello negro, piel blanca y casi de mi misma estatura estuvo a punto de chocar de frente conmigo, cuando miré su rostro mis ojos se abrieron de par en par, al igual que los de él, Kervin se puso tan pálido que creí que se desmayaría.

-           ¿Tu? – Susurré

-           ¡Oh! ¡Mierda!

     Lo tomé del cuello de la camisa antes de que se le ocurriera hacer cualquier cosa y casi lo levanté para apoyarlo contra el marco de la puerta. Soltó un leve quejido cuando lo estampé contra el marco de madera.

-           ¿¡Que estás haciendo aquí!? – Gruñí en voz baja cerca de su rostro.

-           ¡Oye, oye, oye! ¡Tranquilo! – Kervin tenía la voz temblorosa, pero es de sobra que él no es un cobarde – Ha pasado mucho tiempo amigo – Alzó sus manos en señal de rendición – Relájate ¿sí?

-           ¡Lo haré cuando me digas que haces aquí!

     Con la misma fuerza con la que lo estampé contra la puerta lo arroje hacia el patio haciéndolo rodar por el suelo, se levantó casi inmediatamente, respiraba algo acelerado, pero luego de respirar profundamente se mantuvo en calma. Lo vi sacudir su saco y acomodarse el cuello de la camisa, su rostro se tornó serio y sonrió… algo que me dejó totalmente confundido.

-           Palacios me había dicho… - Dijo acercándose a mí – Que me toparía contigo de nuevo.

-           ¿Qué?

-           ¿Cómo te fue en estos cinco años que estuviste fuera? Espera… ¿Sabes qué? – Dijo sonriendo – Mejor no me cuentes – Pero su rostro volvió a tornarse serio – No lo quiero saber, no me importa.

-           Aléjate… - Cuando estuvo a un par de pasos de mi baje el rostro y lo mire directamente a los ojos, dejándome llevar por mi ira y convirtiendo mi mirada en oscuridad, una clara señal de advertencia -… de Ivanna.

     Su olor penetraba mi olfato, algo que me molestó recordar. Una vez Ivanna me había contado que Kervin tenía un olor corporal muy fuerte, un olor que según ella… le gustaba; Resoplé con fuerza por la nariz para expulsar ese asqueroso olor de mis fosas nasales.

-           ¡Eso es lo que debería decir yo! – Dijo entre dientes – ¡Aléjate tú de ella! Se lo que palacios quiere hacer contigo y los de… tu especie, no eres humano… ¡eres un monstruo!

-           Solo eres un títere más de ese tipo – Le respondí – ¿si yo soy un monstruo entonces Ivanna que es? ¿Mm? porque palacios quiere…

-           ¿Qué tiene que ver Ivanna en todo esto?

-           ¿Qué? ¿No lo sabes?

-           ¡Lo único que sé es que eres un monstruo y la Creed Company los quiere a todos ustedes muertos!

-           ¡No tienes idea de lo que está pasando realmente grandísimo idiota! – Lo tomé del cuello de la camisa, tenía ganas de estrangularlo, Palacios le había lavado el cerebro, quien sabe de qué forma.

-           ¿Qué vas a hacer? – Dijo en un susurro - ¿Matarme? – Sonrió mirándome de forma altiva – El señor Palacios me dijo tu pequeño secreto.




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