Diario de un corazón roto

Día 1

Hoy me levanté sin una lágrima en el resto, pensé que me dormiría llorando y levantaría llorando, pero no. No es mi caso. Sin embargo, no es fácil. Aun no entiendo el porqué decidiste jugar conmigo de esa manera cuando lo único que hice fue darte mi amor y al parecer, no fue suficiente. Hice ejercicio y tomé una ducha. Entonces los recuerdos empezaron a abrumarme. Pensé que la noche sería mi tormento pues hablabamos más durante esas horas, pero es en el día donde los recuerdos me atormentan y rasgan mi corazón. 

Mientras me duchaba esos recuerdos me invadieron y lloré. Lloré hasta que los ojos me ardieron. Tuve que decirle a mi madre que el shampoo se había metido a mis ojos para no levantar sospechas. Y mientras me cambiaba a mi ropa de casa, era aun peor. Recordaba los mensajes que nos mandabamos durante el día y me ponía a pensar que si yo te hubiera dicho que tomaría una ducha me dirías: Ya era hora puerquita bonita. Necesitas bañarte amor. Y yo solo te regañaría por decirme puerca en diminutivo, pero terminaríamos diciendo que nos amamos y hablando de lo que haríamos en el día. Es muy duro, demasiado. El día de ayer ya sabía que no recibiría un mensaje de buenos días princesa o un dulce sueños amor, pero cuando me levanté sentía un vacío. 

Así que no podía más con todos los sentimientos que albergaba mi corazón porque mientras ayer trataba de no reclamarte y desearte lo mejor mientras me enteraba que había sido el cuerno en algo que tenías con otra persona, lloraba en mi cama, abrazando mis piernas y meciéndome para calmar un poco el dolor de tu partida. Y para no quedarme con todo esos sentimientos decidí escribir una breve carta, una carta que quería enviarte, pero decidí solo escribirla como un desfogue. No quería seguir sufriendo pensando en que si te enviaba la leerías o no. Además, me bloqueaste de algunas redes sociales y talvez sea lo mejor. La carta dice lo siguiente:

Hola David, soy Natalia. Ahora ya sé porque nunca quisiste aprenderte mi nombre. Talvez nunca leas esto, talvez si, talvez incluso lo borres antes de leerlo. No lo sé, pero necesito desahogarme. Nunca entenderé porque hiciste lo que hiciste conmigo y con ella. Talves querías divertirte, talvez querías venganza y sentir el poder de hacerle a alguien lo que te hicieron a ti. Ya no sé y créeme he intentado entenderlo, pero no puedo. Sabes, lo único que siempre te pedí fue sinceridad y duele mucho, muchísimo. Nunca había llorado tanto después de la muerte de mi abuela. Ayer lloré y lloré hasta cansarme. Y aun ahora, mientras escribo esto, no puedo evitar llorar.
Te di muchas de mis primeras veces, te di mi cariño, mi confianza. Talvez para ti no significó nada, pero para mí, significó demasiado. Te dije que no era dada a confiar en las personas, te dije que no daba mi cariño fácilmente y decidí confiar en ti. Por primera vez en mi vida decidí abrirle mi corazón a un chico. Nunca imaginé que me pasaría esto. Pero sabes, a pesar de lo que me has hecho no te guardo rencor, ni te deseo nada malo. Al contrario, espero que te vaya bien, que encuentres tu lugar en la vida y que no te dejes llevar por tus malos pensamientos. Tu pasado, si al menos es verdad algo de lo que me contaste, ha sido muy duro y jamás podré decirte que lo entiendo, porque no lo hago. Sería hipócrita de mi parte. Pero espero que salgas adelante. 
Sinceramente ya no sé si tus sentimientos por mi fueron reales. Me preguntó si realmente llegaste a sentir algo por mí. Para mí los te amo no se regalan tan fácilmente y yo te los di sinceramente. Ay David, ¿cómo pudiste hacerme esto? Ayer me atormentaba tanto pensar en ello. Me he preguntado si lo mismo que me decías a mi se lo decías a ella, si las mismas promesas que me hacías a mí se las hacías a ella. Si a ella también le decías que era tu prioridad, que jamás le harías algo como ello, que a pesar de la distancia la confianza y el respeto siempre seré lo vital entre nosotros, si yo he sido a quien le has sido infiel o a ella. Pero no pido respuestas, ni siquiera espero una respuesta. Solo necesito desahogar todo lo que llevo dentro. 
Nunca voy a olvidar esto, pero sí lo superaré. Tú quieras o no vas a quedar en mi memoria. Pero llegará a un punto en el que no va a doler más. Quisiera que sea ya, quisiera dejar de llorar, solo quisiera retroceder el tiempo David, pero no puedo. Y lo más doloroso, es que tengo tan buena memoria, que se me va a hacer muy difícil. En este momento quisiera tener tu memoria y olvidarme de esto tan fácil.
Me diste mi primer corazón roto, pero está bien, lo superaré. Quisiera decirte tantas cosas, quisiera preguntarte tantas cosas, pero ya no. No es sano para mí. Solo escribo estas líneas porque ayer me lo guardé todo. Ayer mientras te escribía diciendo que te deseaba lo mejor, solo lloraba. 
Gracias, gracias porque aunque tú siempre decías que eras un pendejo, dejaste algunas enseñanzas en mí. Espero haber hecho lo mismo en ti. Cuídate mucho David, ya no sé si es verdad sobre tu salud. Pero igual, cuídate, no te dejes morir David. Espero que termines el bachillerato y cumplas tus sueños. 
Prometo no volver a escribirte, prometo hacer todo lo posible para olvidarme de esto. Prometo ser feliz.
Gracias. Ten una buena vida. Porque aunque tú no lo creas, después de todo lo que has sufrido, mereces ser feliz. 

Natalia </3

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Después de escribir esa carta aún seguía mal. Lloré durante todo el día. Recuerdo su voz, sus rasgos faciales, su sonrisa, sus chistes estúpidos. Tengo los recuerdos tan vividos en mi mente, que no sé como arrancarlos. Entonces decidí contarle a mi madre. Lo que tanto me pediste, lo hice. Le dije la verdad, desde el inicio. Me consoló y ella tampoco entiende como pasó. Porque fuimos del te amo al mejor alejarnos. No tiendo David, quiero hacerlo. Quiero entender que te llevo a hacernos esto. Porque si en la mañana me decías cosas bonitas y en la tarde, me enteraba que era la otra. Porque lo hiciste, si siempre me decías que no me lo harías, que era tu prioridad, que era tu mujer. Dime porqué, porqué tengo el corazón partido en pedazos. Dime porque después de tantas promesas que nos hicimos, terminaste rompiendolas todas. Me decías, te vas a aburrir de mi primero, me vas a romper el corazón tú, me vas a dejar tú y al final el que me dejó con el corazón roto fuiste tú. 




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