La calma antes del amor

Les voy a contar una historia, una historia que duraría 100 días y un poco más; crónicas de una amante, amigo y ebrio estudiante, relatare lo que me sucedió en mis dos últimos semestres en el nivel medio superior en una escuela, nacida por el año de 1972 en la cual cientos, miles de estudiantes escribían con anelos su historia y entre tantas personas me fije en una sola, en una sola chica que me inspiro a escribir y redactar una pequeña obra literaria.

Comencemos lo que pasó dos días antes de mi historia, dos días antes que empezara a correr el reloj de un nuevo comienzo. Aun no comenzaban las clases y por alguna extraña razón, algo no usual en mí, me dijo que tenía que ir a la biblioteca, sin ningún motivo en especial y como de costumbre de ir a cualquier lugar, la biblioteca me quedaba de paso en un ruta sin rumbó. Encontrándome con el que sería uno de mis mejores amigos, apodado “El matón” por múltiples rumores e historias graciosas en primer año

– ¿Qué pasó matón? ¿Puedo sentarme?-sin esperar respuesta me senté.

Si guey, ¿Qué pasó ?–  Contesto con voz calmada levantado su cabeza y volviendo la mirada a lo que leía

La charla empezó a fluir con cada pregunta que le hacía, sus gustos en música eran únicos o pocos usuales con el metal más pesado y poco común, lo que hacía en la biblioteca y sus pasatiempos.

–Escribo poemas guey– Me dijo con su calma habitual.

Por mi mente no se podía concretar una idea clara sobre mi tarea y mientras "El matón" hacia su tarea, yo observaba con atención las mesas de la biblioteca, en cada banca y fue cuando la vi, una hermosa chica de mi clase filosofía, por primera vez la contemple. 

La conversación con “El matón” empezó a tener fluidez con cada tema, amigos en común, música y sobre todo géneros de música, en la cumbre de nuestra conversación los poemas y para quien van dirigidos, las bellas féminas que han vuelto loco en esos tiempos a mi amigo y una muy larga lista de escritos.

–Todas las chavas bonitas e inteligentes tiene novio o son lesbianas–Dije abusando de la privacidad y la confianza.

–Al chile sí– Respondió “El matón”.

–Mírala a ella por ejemplo, es hermosa y muy inteligente. –Señale con la mirada disimuladamente a unas mesas de distancia–Va conmigo en filosófica, solo mírala, nunca se fijara en mi.

–No pues al chile si, esta bonita, nunca se fijaría en ti.

–Ja. La verdad sí, mucho para mí.

Con una enorme ironía termina ese tema en especial y continúa la conversación discutiendo temas de poesía que si bien no sabía nada trataba de aportar algunos textos recordados en el momento, al final cada uno tomo su camino y el tema en lo particular creí que sería aislado.

La calma antes del amor

Les voy a contar una historia, una historia que duraría 100 días y un poco más; crónicas de una amante, amigo y ebrio estudiante, relatare lo que me sucedió en mis dos últimos semestres en el nivel medio superior en una escuela, nacida por el año de 1972 en la cual cientos, miles de estudiantes escribían con anelos su historia y entre tantas personas me fije en una sola, en una sola chica que me inspiro a escribir y redactar una pequeña obra literaria.

Comencemos lo que pasó dos días antes de mi historia, dos días antes que empezara a correr el reloj de un nuevo comienzo. Aun no comenzaban las clases y por alguna extraña razón, algo no usual en mí, me dijo que tenía que ir a la biblioteca, sin ningún motivo en especial y como de costumbre de ir a cualquier lugar, la biblioteca me quedaba de paso en un ruta sin rumbó. Encontrándome con el que sería uno de mis mejores amigos, apodado “El matón” por múltiples rumores e historias graciosas en primer año

– ¿Qué pasó matón? ¿Puedo sentarme?-sin esperar respuesta me senté.

Si guey, ¿Qué pasó ?–  Contesto con voz calmada levantado su cabeza y volviendo la mirada a lo que leía

La charla empezó a fluir con cada pregunta que le hacía, sus gustos en música eran únicos o pocos usuales con el metal más pesado y poco común, lo que hacía en la biblioteca y sus pasatiempos.

–Escribo poemas guey– Me dijo con su calma habitual.

Por mi mente no se podía concretar una idea clara sobre mi tarea y mientras "El matón" hacia su tarea, yo observaba con atención las mesas de la biblioteca, en cada banca y fue cuando la vi, una hermosa chica de mi clase filosofía, por primera vez la contemple. 

La conversación con “El matón” empezó a tener fluidez con cada tema, amigos en común, música y sobre todo géneros de música, en la cumbre de nuestra conversación los poemas y para quien van dirigidos, las bellas féminas que han vuelto loco en esos tiempos a mi amigo y una muy larga lista de escritos.

–Todas las chavas bonitas e inteligentes tiene novio o son lesbianas–Dije abusando de la privacidad y la confianza.