Difícil de admitir

34. "Caída a malas"

—Disculpen —Una voz tan conocida me devolvió a ese mundo. Giré lentamente mi cabeza, encontrándola con las manos en la cintura—. Y yo ya decía que te habían raptado, primita. La compañía nunca te falta.

Una sonrisa perversa surcó sus labios.

—No es nada de lo piensas, él no... —Me callé por momentos al punto de caer en los nervios. No era muy buena con las visitas inesperadas—. Necesito ir al baño, debes acompañarme al baño.

Sentencié de pronto en voz alta y ella jugó con mis cejas, como si disfrutara aquello.

—Sí, claro —Vaciló.

Tomé su antebrazo y la arrastré hasta al baño. Al entrar un montón de ojos femeninos se me quedaron viendo. Encontré un cubículo vacío, entramos con rapidez, le puse seguro a la puerta y me crucé de brazos.

—¿No querías hacer pipí? —Levantó una ceja.

—¿Qué pretendes? —Fui tajante, sin rodeos.

—No sé de qué hablas.

—Nos criamos juntas, señorita. Sabes muy bien de que hablo —Levanté una ceja y Victoria sacó un largo suspiro—. Escupe, prima

Los segundos pasaron hasta que...

—¡Agh! Es que se ven tan lindo juntos —Chilla emocionada—. Son como una película romántica, se ven...

—¡Alto ahí! —Sellé sus labios con mis dedos y negué con decepción. Al parecer no es tan fácil olvidar—. Tengo una herida abierta y no estoy dispuesta a ir por una nueva.

Victoria resopló al escucharme.

—¡Alison! —Ella se puso a mí misma altura, cogiendo aire mientras sus ojos transmitían confianza—. Sé que es pronto para pensar en aquello y no tengo idea de cómo ese corazón tardará en sanar, pero al terminar ese momento, quiero que le des una oportunidad a Ethan. No es difícil adivinar como sus ojos te mira con un cariño que no es de amigos. Él no está dispuesto a dañarte, yo lo sé cómo amiga de él y tú deberías estar al corriente como su mejor amiga.

Saqué un suspiro cuando la oí.

—De que sirve, no pretendo terminar una amistad por una oportunidad para perderlo si nada de eso funciona —Un nudo en la garganta me ardió—. Ethan, terminará sus estudios y tú sabes muy bien donde es. Y-yo no tengo la cabeza y el corazón para enamorarme de otra persona. Me arde y me quema tener las mismas sensaciones. Jaiden hizo que todo eso sea tan vulnerable.

Victoria rápidamente desvió la mirada.

—Nunca pensé que Ethan se iría —Confesó perpleja.

Volvió su vista a mí.

—Todo cambió por mi culpa y la de Jaiden. Hubo una discusión entre ellos dos por defenderme y por mi culpa, Jaiden minimizó a Ethan tratándolo de un simple cartero —Le expliqué con molestia, simplemente por creer de cómo unas simple palabras provocan tanto desastre y caos—. Me duele saber que se irá lejos. Estuvo conmigo siempre, pero de pronto eso cambiará.

Sonreí de forma inútil, porque ya no puedo hacerlo cambiar.

—¡Chica! ¿Te puedes apresurar? —Un leve golpe en la puerta nos hizo reaccionar. Tomé el seguro del cubículo y abrí la puerta. Una mujer apenas nos miró y en su cara noté el arrepentimiento—. Yo lo siento, no debí.

—Descuidé, gracias por tener la paciencia de esperar tanto —Sonreí por cortesía.

Haciendo un pacto de no hablar más del tema, volvimos en busca de ellos por los pasillos. Los encontramos en la sala de espera. Ethan fue el primero en acercarse a mí, apenas me vio. Notó un cambio brusco de humor que tomó mis mejillas estudiando cada parte de mis facciones. La fragilidad de su tacto lento y suave, hace que esas barreras grandes que construyo se desmoronen por completo y vuelva a ser esa chica frágil que tanto odio.

—¿Estás así por ese idiota? —Negué, sintiendo el peso de la mentira.

—No es nada —Tomé sus manos para tratar de alejarlas—. Es porque...

Me quedé muda, no encontraba los argumentos necesarios.

—¿Por qué?...

—Porque... —Sigue con la idea de saber la verdad.

—¿Por qué?

—¡Agh! No encuentro la excusa necesaria —Una sonrisa se formó en ese rostro perfecto.

—Eres tan sincera sin que te des cuenta —Me encogí de hombros.

—Y tú tan... —Achiné mis ojos tratando de encontrar un defecto, pero me es inútil—, tan sobreprotector.

—¿No pensé que era un defecto? —Alzó su ceja derecha—. ¿Debo sentirme mal por eso?

Una carcajada resonó de sus labios.

—¡Ps! Yo creo que sí, además... —carraspeé un poco. La cercanía me está matando—, nunca fui buena discutiendo contigo.

—Estamos a la par.

Se acercó para darme un beso en la frente, con su gran altura las cosas eran más simples. Cerré mis ojos para disfrutar las pocas muestras de cariño que me quedaban que, sonreí entre sueño. De pronto alguien aclaró la garganta que nuestra burbuja se fue a la China.

—Disculpa por interrumpir —Tomé un poco de aire y me giré hacia Victoria—. Tenemos que embarcar, ya nos llamaron.

Asentí comprendiéndola. Hice un puchero todo mal echo y me despedí de ella con un cálido abrazo. Tomamos una leve distancia para vernos y noté la culpabilidad en su mirada.

—Lo siento —Se disculpó.

Reí levemente y giré mis ojos. Odiaba que pidiera perdón cuando no era necesario.

—No tienes que pedirme perdón —Sonreí—. Solo cuídate y disfruta este tiempo que tienes con Adam. Yo estaré bien, tengo a Ethan. No tienes de qué preocuparte.

—Te dejo en buenas manos —Ella me sonrió de igual forma y yo asentí—. Bien, creo que debo irme o lloraré como una magdalena.

—Sí, vete antes de que arrepienta de darte permiso... —Le ordené con una sonrisa, aunque tenía un nudo en la garganta.

Le di un último beso a la mejilla y después me despedí de Adam.

—Cuídala —Le apunté con mi dedo acusador—. No la hieras, te lo digo porque ahora no sé en que confiar.

—Descuida —Se gira a verla con Ethan—. Espero nunca defraudarle, le quiero mucho.

—Eso me gusta oír —Elevé un poco las comisuras de mis labios—. Que tengas buen viaje.



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En el texto hay: juvenil, romance, amor

Editado: 28.10.2021

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