Luego de discutirlo con sus amigos, Taiki llegó a la conclusión de que no podían permanecer ocultos para siempre. Tras idear una rápida estrategia, emprendieron el camino hacia una zona desolada en las afueras del Área 11. Su plan consistía en intentar abrir la puerta al DigiQuartz. Si lo conseguían, Taiki y Kiriha irían a la base de los Caballeros Negros para tomar a Nene por la fuerza y llevársela al mundo a donde pertenecía. Akari se había quejado de la cantidad de huecos que tenía ese plan, pero a ninguno de sus amigos pareció importarle.
—Sabemos lo que hacemos —había dicho Tagiru cuando Akari se quejó del plan por quinta ocasión.
Fue por esa misma razón que Akari se negó a vigilar el portal al DigiQuartz y dejó bien claro que quería acudir junto con Taiki y Kiriha a buscar a Nene. Aunque los dos muchachos se negaron al principio, terminaron por acceder para evitar iniciar discusiones.
Todo iba perfecto hasta que se percataron de la cantidad de Knightmares y soldados que se apostaban en las entradas de cada edificio. Compañías de diez o quince soldados marchaban por las calles y todos los negocios comenzaban a cerrar sus puertas al mismo tiempo. Ocultos en un callejón alcanzaron a escuchar a una mujer gritando poco antes de que se hicieran presentes los dos disparos. La voz de la mujer se apagó y Taiki no pudo evitar sentir una opresión en el pecho. Sin duda todo aquello había sido causado por la muerte de Euphemia.
—Una Eleven —aseguró Yuu con tono sombrío.
Taiki se limitó a sentir. Era obvio: Cornelia quería asesinar a todos los Elevens ya que sus enemigos, el Xros Heart, eran de nacionalidad nipona. Echaron a andar refugiándose en la sombra de los callejones, pero no pasó mucho tiempo antes de que un par de soldados los descubrieran.
—¡Ustedes! ¡Alto! —exclamó uno de los sujetos.
Shoutmon salió entonces del Xros Loader de Taiki y atacó a los soldados con su Rowdy Rocker.
—¡Los encontramos! —se escuchó la voz de otro sujeto que corría hacia ellos.
Taiki lo supo en ese momento. Habían caído en una trampa.
Cornelia y Zero discutían los términos de su alianza. Finalmente, tras horas de infructuosa negociación en la que fue necesaria jugar ajedrez para que Zero se sintiera en su elemento, se acordó todo. Cornelia y Zero cederían el armamento de cada ejército para vencer al Xros Heart. Sólo si conseguían vencer, el Área 11 sería liberada, la Orden de los Caballeros Negros dejaría de ser perseguida y Zero abandonaría su lucha contra Britannia. En más de una ocasión figuró entre las peticiones de Cornelia el hecho de que Zero mostrara su rostro ante el mundo. Cuando lo mencionaba, la negociación volvía al principio y tenían que ir recitando sus intereses poco a poco. Cornelia terminó por ceder ante el anonimato del hombre enmascarado y dejó de mencionar el asunto de descubrir su identidad.
Estaban a punto de sellar el trato cuando Darlton irrumpió en la sala y, tras ofrecer una reverencia, informó:
—Hemos encontrado a Yuu Amano, alteza.
Nene sintió un escalofrío recorrer su espalda y aferró con más fuerza el arma que llevaba en la mano.
—¿Dónde? —exigió saber Cornelia.
—Los están trasladando a éste sitio —respondió Darlton eficientemente.
—Perfecto, Darlton —sonrió Cornelia—. Ahora vete.
El hombre dedicó una última reverencia y se retiró. Nene sintió que el ataque de nervios la invadiría pronto.
Veinte minutos transcurrieron antes de que una compañía de soldados llegara con el Xros Heart a los jardines donde Yuu y Airu habían aparecido. Fue tiempo suficiente para que Zero le indicara a Oggi y otros cuatro sujetos que fueran por el Guren, el Gawain y el Galahad, sólo en caso de necesitarlos. Oggi adivinó que tendrían que usar los Gloucester de Britannia y no estaba dispuesto a pilotear semejantes máquinas, así que trasladaron también unos pocos de sus propios Knightmares.
Cuando los soldados entraron en compañía de los prisioneros, Zero y sus dos guardaespaldas ya los estaban esperando frente a sus Knightmares. A la derecha, a una distancia prudencial, estaba Cornelia bordeada por Guilford y Darlton. Nene se horrorizó al ver las condiciones en las que se encontraban sus amigos. Ren y Ryouma tenían golpes en el rostro, el labio inferior de Akari sangraba y sus ojos estaban anegados en lágrimas, Kiriha tenía un contundente golpe en el lado izquierdo de su cabeza, la nariz de Tagiru sangraba, Airu escupía sangre y se presionaba con fuerza el estómago, la nariz de Yuu tenía un corte en la base, Zenjirou tenía un ojo morado, y un hilillo de sangre corría por las comisuras de los labios de Taiki. La desesperación de Nene no le pasó por alto a Zero.