La Ashford Academy cerró sus puertas indefinidamente. Y, en realidad, no había otra opción ya que muy pocas eran las zonas que se habían salvado de la explosión. Uno de esos sitios era la residencia de los Lamperouge. El resto constaba sólo de montañas de escombros y estructuras calcinadas, el número de muertos ascendía a 350. Aquella cifra estaba conformada básicamente por los asistentes al evento de recaudación de fondos, invitados y estudiantes.
Ya que la escuela dejaría de funcionar, Lelouch y el resto del comité se despidió con innecesarios y emotivos abrazos. Más que una despedida era una forma de darse consuelo mutuo. No era sencillo ver que la Ashford Academy quedaba reducida a cenizas. Nene no se quejó cuando Shirley Fenette estrechó a Lelouch y le besó ambas mejillas. Ya se las cobraría cuando estuviera a solas con el muchacho. Además, había sido una experiencia de lo más aterradora y era obvio que todos quisieran recibir apoyo de los pocos sobrevivientes. Fue en ese momento cuando sintió el impulso de ir en busca de sus amigos y obligarlos a pagar por lo ocurrido. ¿En qué momento pensaron que era buena idea atacar un sitio lleno de personas? Miró entonces a los amigos de Lelouch y sólo en ese momento se percató de las heridas que ellos presentaban. Rivalz tenía un improvisado vendaje en el brazo izquierdo, la tela blanca que había usado tenía una mancha de sangre que seguía creciendo. Sangre escurría por la comisura de los labios de Nina, así como tenía un corte en la nariz. Milly y Shirley tenían contusiones en la cabeza, las manos de la chica pelirroja estaban bañadas en sangre. Se sentía culpable, ni siquiera quería mirarlos a los ojos.
—Puedes quedarte en la mansión el tiempo que quieras —decía Milly en ese momento mientras abrazaba con fuerza a Lelouch—. No te preocupes por nada, todo seguirá igual entre nosotros.
Se separó de él y le besó la mejilla. Shirley se negó a retirarse hasta que pudo abrazar por última vez a Lelouch. Nene apretó con fuerza los puños al verla, convencida de que como prima del chico no podía recriminar nada en público.
—Calma, Shirley —decía Lelouch un tanto incomodo—. Volveremos a vernos —le aseguró.
Nene se alegró cuando finalmente podrían retirarse. Lelouch se detuvo entonces y miró las condiciones en las que Kallen se encontraba. Nene estaba a punto de explotar, ¿quién se creía ella para usar las camisas de Lelouch si ni siquiera Nene lo hacía?
—Ven, Kallen —dijo Lelouch y la aludida se sobresaltó—. Te daré algo de ropa antes de que te vayas.
Bellísimo…, pensó Nene de mala gana. ¿Y por qué está desnuda en primer lugar?
A pesar de que Cornelia no se presentó en la masacre, como Taiki había querido desde un principio, ella estaba totalmente enterada de lo acontecido. Britannia tenía la mala costumbre de hacer transmisiones en vivo de todos los desastres y batallas en contra de la Orden de los Caballeros Negros. Por obvias razones, no podían dejar de transmitir el incendio de la Ashford Academy. Vio al Xros Heart haciendo su trabajo, pero no había rastros de Zero. Lo único que veía en cámaras era a ese muchacho de cabello negro y ojos color púrpura vestido con el uniforme de la Ashford Academy. Habían pasado ya los años, sí, pero los rasgos eran idénticos. Sin embargo, era imposible. Él tendría que estar muerto… ¿No es así?
—Guilford —llamó en voz alta y el aludido se hizo presente—. Quiero que investigues el paradero de una persona.
—¿Qué persona, alteza? —respondió el hombre eficientemente.
Y Cornelia, haciendo uso de la voz más fría de la que fue capaz, dijo:
—Lelouch Vi Britannia.
Milly y los demás se reunieron en la casa de los Ashford. Se congregaron en la habitación de la chica rubia y, tras la orden de ella, cerraron las cortinas y aseguraron las puertas. Ahí se encontraban Shirley, Nina, Rivalz y Suzaku, la chica pelirroja estaba soñada recordando el momento en el que sus labios se fusionaron con los de Lelouch. Tuvo que volver a la realidad cuando vio a Milly darle un manotazo sobre su escritorio. Miró su mano, había quedado roja y adolorida. Cerró el puño y dijo una única frase:
—Quiero unirme a la Resistencia.