Y L E N I A
🌊🌊🌊
Reviso una vez más mi reloj ya es demasiado tarde y Mar todavía no aparece intente llamarla muchas veces, pero no me contesta. Intente ubicarla usando mis poderes, pero no la encuentro y ahora Adonis está recorriendo los lugares que suele frecuentar con sus amigas. Escuche ruidos en la sala por lo que camine hacia la puerta dudando si abrir o no. Con el corazón en mis manos abro la puerta viendo a la dueña de mis preocupaciones caminando despacio para no despertar a nadie.
– faltaste a tu entrenamiento – mi hija salto en su lugar porque no esperaba que estuviese despierta, viéndola bien noto que lleva la misma ropa con la fue al liceo. Estoy muy enfadada con ella con solo mandar un mensaje o usar la bola de cristal me basta para saber que está bien y que no es la cena de un monstruo – te estuve llamando toda la tarde Mar – ella agacho la mirada buscando algo dentro de su mochila el celular que se puso a revisar rápido.
– perdón mamá yo... – su voz se fue apagando ante mi mirada acusatoria de madre que no se le escapa ni una. Estaba segura de que mi hija falto en mi casa toda la tarde por que no estaba haciendo nada bueno. – te diré la verdad porque no soy buena mintiendo y no me gusta el mentirte a ti. Le hicimos una broma a un trío de niñas odiosas que se burlaban de Cata y me siento bien por haber hecho eso. Después fuimos a celebrar en la cafetería de la tía Emma y luego nos invitaron a una fiesta la cual no pude rechazar de ir. – abriendo la puerta de su habitación Mar se encerró dejándome con las quejas atoradas en mi pecho. Mi niña nunca fue de mentirme la educamos con Adonis en una base de confianza para que llegada esta edad ella nos pueda contar que le sucede sin tener vergüenza o miedo de que la castiguemos. Frente a mi aparece mi esposo con los cabellos algo revueltos y mirada preocupada, antes de que dijera algo pongo mi dedo índice sobre sus labios.
– Mar acaba de llegar – las facciones de mi amado se relajaron y como si fuera un globo que se desinfla poco a poco se fue tranquilizando. Yo seguía analizando el comportamiento nervioso de Mar ella hablo rápido, pero en sus ojos note que algo más me estaba ocultando.
– ¿qué pasa? – Salgo de mis pensamientos para ingresar en mi habitación junto con Adonis. En la cabeza no solo estaba lo de Mar, sino que nuevos o más bien viejos problemas estaban pasando en el olimpo.
– Ella actuó algo extraño cuando era una adolescente fui un poco rebelde no en exceso como lo fue mi amiga Zoe o como lo está siendo Tadeus, pero si tuve mis momentos. Pero Mar, ella no es el tipo de chica que miente o la cual no avisa donde está. Recuerdas su primera pijamada en casa de Aileen, – Abriendo la cama me meto dentro tapándome hasta la altura de los hombros. Viendo como Adonis se apronta para entrar en la cama conmigo lo veo pensar y luego asentir con la cabeza – Mar nos llamó más beses de las que puedo contar y hasta nos llamó para tener su saludo de buenas noches – mi esposo se acostó a mi lado lo que me dejo acomodarme en su pecho mientras él me acariciaba la cabeza.
– Princesa nuestra hija está creciendo y aunque no nos guste ella dejara de hacer cosas que antes hacía. Como depender demasiado de nosotros, si no dejamos que nuestras hijas hagan cosas por si mismas jamás sabrán enfrentar sus problemas solas. No quiero decir que la dejemos a la deriva, pero si mostrarle que cuenta con nuestro apoyo si tiene algún problema. – Apoyando mi codo en el colchón levanto un poco mi torso para ver a mi amado esposo. Una de las cosas que más amo en este hombre es que siempre sabe que decir para que me sienta mejor. Me estiro para darle un beso que se transforma en una búsqueda de cariño recorriendo la piel del otro.
Buscando estar más cómoda me siento sobre Adonis que me sonríe tomando mi rostro para luego estampar nuestros labios. Caricias suaves recorren mi cuerpo y la sensación de calor comienza a embriagarme sus manos viajan al final de mi camisón donde se detienen al igual que yo. Tres golpes en la puerta me hacen salir de encima de mi esposo para acomodarnos apresuradamente.
– ¿Si? – Pregunto algo jadeante mientras acomodo mi cabello. La puerta se abrió asomando una cabeza de largo cabello negro. Bianca entro sin hacer mucho ruido y con su peluche de unicornio se acercó hasta nosotros.
– Tuve un sueño feo quiero dormir con ustedes – trepando por encima de su padre Bianca se tira entre medio de nosotros y se acurruca dejando que la tapemos. Me recuesto a su lado acariciando su sedoso cabello negros mientras le canto bajito una canción para dormir.
– Bianca todavía depende mucho de nosotros – con una sonrisa acaricie el rostro de Adonis que acomodándose nos abrazó a ambas.
La mañana siguiente Mar se despertó temprano de un muy buen humor hasta preparo el desayuno para todos. Su comportamiento me extraño comparado con el de ayer que me veía como un gatito asustado. De igual forma mi instinto maternal se encendió cuando mi hija reviso una notificación en su celular y se puso tensa.
#22912 en Fantasía
#48162 en Novela romántica
dioses griegos y problemas, amor amistad romance adolesencia, poderes y profecías
Editado: 10.10.2020