Capítulo 31| Marchita y aplastada

C A L Í O P E
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Llorar. Llorar a moco tendido fue lo único que pude hacer durante toda la noche. Intente distraerme escuchando música pero las canciones parece que fueron creadas para hacerme sentir mas triste y volví a llorar de nuevo. Es irónico porque antes yo me reía de las chicas que lloraban en las películas románticas y ahora yo soy una de esas tontas lloronas. Styx subió a animarme trajo helado, algunas películas tristes y me abrazo hasta que me dormí. Cuando desperté estaban las gemelas hechiceras que intentaron animarme y me preguntaron que fue lo que paso. Pude desahogarme con ellas contándoles todo y llore en su regazo siendo acompañada por Alcíone que llora cuando ve a alguien llorar.

Las chicas luego de unas horas acompañándome se fueron y me quede sola llorando mientras comía helado. Una escena mas patética de mi no encontraran, me sentía decepcionada, rota y vulnerable. Oliver creo que no se dio cuenta de que estoy llorando a mares en mi habitacion y si se dio cuenta espero que no este yendo a golpear a Colín.

– Estas peor de lo que creí – giro mi cabeza hacia el balcón donde con sus enormes alas negras me mira Blake. Trae una caja que desprende un olor extraño y una funda con latas que no logro identificar que son.

– ¿Q… ué ha-ha…ces a…quí? – pregunto entrecortada por los espasmos del llanto mientras limpio mis mejillas. El pelinegro esconde sus alas terminando de entrar por completo a mi habitacion y cierra la puerta de vidrio tras de si.

– La tía Styx me aviso que estabas triste y fui por la mejor pizza de la ciudad para venir a hacerte compañía – hablo acercándose el moreno dejando la caja con olor extraño pero que hizo a mi estomago rugir.

– N… o ha-a-ce f-f…fa-a lta – respondo entre sollozos no queriendo verlo a los ojos debo parecerle patética.

– Claro que hace falta, las penas de amores no las solucionara una pizza y una charla pero al menos te hará sentir menos triste – su mano tomo mi mentón y me hizo verlo a los ojos. En ellos además de oscuridad pude ver sinceridad, preocupación y amabilidad. – Ahora comamos antes de que se enfrié – dejando de tocar mi piel, Blake abre la caja cuadrada y deja al descubierto una comida algo rara.

– ¿Qu…e e…s eso? – pregunto desconfiada por esa comida extraña que hacia rugir a mi estomago. Blake dejo la porción que había tomado y me miro con los ojos muy grandes.

– ¿Nunca has probado PIZZA? – habla escandalizado como si no haber probado la pizza fuera como si hubiera insultado a Cronos frente a sus narices. – Debes probar esto ya, será como morderle una nalga al universo – el chico pone una porción frente a mi y espera a que la muerda. Sin muchos ánimos lo hago y comienzo a mascar la mescla de masa, salsa y queso grasos. Por todos los titanes esto sabe a gloria, mi paladar esta teniendo un baile dentro de su boca y el anfitrión esta dando un espectáculo.

– Esto es delicioso – hablo cubriendo mi boca y Blake me entrega mi porción de pizza con una sonrisa de satisfacción. – ¿Por qué eres tan bueno conmigo? – de donde vengo los gestos buenos con los demás son sinónimo de que buscas algo a cambio o esperas un favor a futuro.

– Solo trato de ser amable y acompañarte en un momento difícil eso hacen los amigos – el muchacho es toda una caja de sorpresas y me agrada tener su compañía que al contrario de Oliver sabe como hacerme reír sin recordarme sucesos vergonzosos.

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Quedarme en casa era lo que necesitaba para poder entender que sucedió y asimilarlo. Tenia que comenzar a calmarme y pensar con claridad que es lo que haría a partir de ahora. Miro las flores del jardín como si ellas fueran a darme todas las respuestas que se me vienen a la mente.

– Mírate pareces una rosa marchita y aplastada – frente a mi aparece Avril con su cabello negro con puntas rojas y un vestido esmeralda ajustado a su cuerpo.

– Prefiero estar marchita y aplastada antes que ser una cobarde que ataca en momentos de vulnerabilidad – sentencio con algo de veneno que me venia tragando desde que llegue al mundo mortal. – Vete antes de que llame a los guardias de Styx – la cazadora seguía firme en su lugar sin mover ni un solo musculo. Era como si mis palabras no significaran nada para ella y fuera a golpearme en la cara diciéndome que soy una niña entrometida.

– No me eches tan pronto niña tengo una propuesta jugosa que te puede interesar – analizándome con sus ojos oscuros ella se cruza de brazos y alza una ceja. – Colín será todo para ti cuando terminemos con nuestro trato – lo que me dijo fue como si me metiera el dedo en la herida y comenzara a hurgar. Dolió como la mordida de una hidra.

– ¿Qué te hace pensar que yo quiero a Colín? – si estaba intentando tener un trato conmigo usando mi dolor como manipulación esta muy perdida. Me duele lo de Colín porque le quiero, pero de ahí a intentar arrastrarme para que me de migajas de su amor no vale la pena. Adams tenia dos opciones o quedarse conmigo y seguir adelante con todo lo que implica una relación o preferir ir detrás de Mar y ver que pasa. Él eligió la segunda opción y no hay vuelta atrás yo no pienso ir corriendo tras de él mendigando que me quiera. Duele pero no me moriré por eso.

– Lloraste como una condenada durante dos días. Si no lo quieres ¿por que te duele tanto? – en momentos como este es cuando preferiría ser una planta sin emociones para ignorar a personas como Avril. Pero soy una adolescente con emociones, dramatizando hasta el mas mínimo suceso de mi vida y ahora estoy enojada.