CAPÍTULO 30. Un verdadero primer beso

Adeline despierta sintiendo algo caliente y poroso contra su cara, estaba sobre la arena, al abrir completamente los ojos se da cuenta que estaba en el desierto absoluto, estaba en mitad de la nada, la tierra le recordaba a “Zelda” justo cuando “Link” se encontraba con las gerudos. Su traje era completamente rojo sangre, con ornamenta de encaje de un tono más oscuro, que lo hacía que se sintiera como una princesa.

Ella se sentía ligera, pero le falta algo, camina hacia con los demás que cada vez se miraban más grandes, era la última que faltaba, esta se acerca mientras quien la sorprende en un abrazo es Malek, el joven pensaba que la misión ahora era salvar a Adeline Allen, pero no era así esta caminaba hacia ellos.

El la estrecha como si nunca lo hubiera hecho, como si esta fuera a desaparecer y Adeline ni se esfuerza por separarlo, ella ya estaba completamente de una cosa, que estaba segura de que quería estar con Malek.

Nerviosos ambos se separan, mientras cuenta a todos, estaban todos vivos. Él no se suelta Adeline, quien la tenía agarrada de la muñeca. 

—Adeline ¿Qué fue lo que pasó? — Pregunta Samuel estaba un poco aturdido porque para él todo pasó tan rápido.

—Yo tomé los objetos reales, lo que ustedes tenían era la fe en que los que ustedes tenían eran los falsos para engañar a Leslie, cuando Noah usó más fuerza de la necesaria es obviamente que esos iban a desaparecer, por lo que ella no sabría que solamente eran la carnada para poder detener a Seth.

—Adeline, Leslie escapó — Le dice Dylan totalmente serio.

—¿Qué? — El coraje hizo que sintiera una llamarada caliente en sí.

—Más bien se transformó en cucaracha y no la pudimos atrapar.

—No llegará muy lejos. Los humanos odian por naturaleza a las cucarachas, terminarán con ella más pronto de lo que esperamos — Comenta Amira con un vestido color amarillo. La chica se acerca a Adeline, mientras jala a Malak —. Enserio lo sentimos.

Adeline no las comprendía, pero si sus amigos le dieron una oportunidad a Malek. ¿Por qué no ella darle una oportunidad?

—Malek, ya suelta a Adeline — Le reprocha la hermana, mientras él la suelta. Ahora ya no era secreto que esos dos sentían algo por el otro, solamente era secreto para ambos.

—Hay que ir hacia allá — Les sugiere Samuel. Mientras los demás lo toman como una orden, la arena se metía por sus zapatos, pero todos iban juntos, no caían en cuenta de nada, puesto que solo pensaban que era una fase más, ya casi llegaban a su casa, pero estaban fuera de la realidad.

Una fiesta les daba la bienvenida los elegidos, las personas los saludaban, el egoísmo creció en ellos, las personas les ofrecían cosas por lo que se terminaron separando cada uno, por su lado alejados de todos, Adeline quien solo saludaba no evitaba estar baja la guardia, su primer pensamiento es que no se acordaba si había mirado a Dylan con los demás.

Lo que la hace alertarse, a la chica a veces se le olvidaba que Dylan no necesitaba ser protegido. Ella no sabía por donde los demás se habían ido, pero camina todo recto no había fallo, una mujer que no encajaba con los demás le hace una seña hacia la izquierda, Adeline le agradece, pero al voltearse nota que ella ya no estaba.

Dylan estaba sentado en una fuente, siempre sintió que era el dios menos importante, y ahora que nadie le agradeció su victoria no evitó que malos sentimientos nacieran dentro de él. Su primer pensamiento era que quería hacer pagar a los dioses por sus acciones, pero al levantar la cara, mira a la única persona que siempre había tenido fe en él, esos sentimientos desaparecieron.

El chico odia los abrazos, pero la abraza, sintiendo su piel real. Ahora entendía por qué a ella le afectó tanto verla morir. La chica encaja su cara en su hombro.

—Te juro que la próxima vez no te salvo — Le vuelve a decir, sin soltarla.

—Y yo te juro que siempre te salvaré — La chica lo decía porque algo en ella le decía que esto nunca iba acabar, ella siempre estaría ligada a este mundo.

—¿Y los demás? 

—No, lo sé. En un momento los perdí de vista — Ella se pone de pie esperando que este lo siga —. Hay que buscar la salida.

—¿La salida a qué?

—De aquí. 

—Adeline no se si lo sabes, pero tal vez estamos muertos.

La chica había ignorado completamente este dato, era cierto. Ellos podrían estar muertos. La mujer que la había guiado a encontrar a Dylan, ahora está delante de ella, esa aura hacía que ella se sintiera identificada al ser tan similares.

—¿Quién dice que lo están?

—Dios madre… — Dylan busca saludarla, pero la mujer solo estaba concentrada en su mejor amiga.

Sejmet hace unas señas que obliga a traer a los elegidos de varias direcciones, estaban demasiado aturdidos. Solo estaban en medio de una fiesta y después fueron arrastrados hasta una fuente. Malek toma la delantera para sentarse en la fuente a un lado de Adeline, pues del otro estaba Dylan.

La mujer los miraba a todos, eran más de los que esperaba. 

—¿Estamos muertos? — Pregunta Dylan, pero la mujer solo se limita a verlo.