Disfrutando el dulce néctar de tus labios

Capitulo II

Natalia.

¡¡Por fin es inicio de semana!! Me emociona porque la única forma de salir de casa es cuando voy al instituto, solo allí puedo conversar con mi gran amiga Ally. Ella es muy extrovertida y encantadora, sus padres la consienten en sus caprichos, ya que son personas adineradas y poseen poco tiempo para compartir con ella, pero al menos la dejan salir y divertirse.

-¡¡¡Amiiiiiii!!!— grita al verme bajar del carro— te tengo dos noticias una mala y una buena— no para de moverse y hablar toda emocionada.

-Gracias señor Paul— me despido de mi chofer y me dirijo a recibir el abrazo de Ally— estás loca, ¿sabes?— digo entre risas.

-Tu loca amiga te tiene una sorpresa hoy, que dices, ¿aceptas?— me intriga, todavía no me acostumbro a sus locuras.

-Dime cual es la sorpresa y te digo si me apunto— sé que mis dudas la molestan.

-Pues si te digo no es sorpresa, así que iras conmigo quieras o no— se engancha de mi brazo y caminamos juntas los pocos pasos que faltan para entrar al instituto.

Veo pasar a muchos estudiantes, pero no me fijo en sus rostros porque que hago con verlos si no los puedo saludar, sé que a mi amiga la conocen por sus famosas fiestas y alocadas pijamadas, a las cuales no he asistido. Salgo de mis pensamientos al ser tropezada por alguien a quien no logro ver porque está corriendo.

-Fíjate por donde vas, idiota— grita mi amiga, aunque lo último lo dice en un susurro— ¿estás bien?—se dirige a mí.

-Sí, sí, estoy bien— respondo algo aturdida ya que casi caigo al suelo.

-Estos hijitos de mami ¿que se creerán?, por Dios casi te avienta al piso, este es un instituto de chicos y chicas de clase alta, deberían de comportarse como tal, pero no, simplemente son más malcriados que las personas comunes que no tienen dinero, imbéciles…—cuando se molesta no para de hablar.

-Tranquila amiga, estoy bien, vamos a clase ¿sí?— asiente y seguimos a clase sin ningún contratiempo.

Las clases estuvieron entretenidas, no me di cuenta de cómo paso el tiempo hasta que mi amiga me hace gesto de que tiene hambre; salimos al comedor para almorzar, simplemente todo es un orden en el instituto, te sientas en una mesa y te atienden como si estuvieras en un restaurante, comes y van a recoger los platos. Mi amiga me hace gestos con la mano para llamar mi atención.

-¿Qué pasa Nat? Has estado algo distraída— me mira con preocupación.

-Solo estaba pensando en lo perfecto que parece el instituto, no había analizado cada cosa hasta ahora— se ríe y la miro extrañada.

-¿Perfecto? No te has fijado en nada, ve aquellas mesas de allá— volteo a mirar y los chicos que están sentados tienen a las chicas abrazadas y sentadas en sus piernas— y veras hoy la realidad, abre los ojos de una buena vez y mira a tu alrededor amiga, hoy te llevare a un lugar de este instituto al cual no has ido— frunzo mi entrecejo sin entender a qué se refiere— ¡Ven vamos!, hoy el profesor de gimnasia no viene, así que tenemos una hora para distraernos— me agarra de la mano y caminamos como para salir del instituto, pero antes de llegar a la entrada desvía por un pasillo, caminamos y empiezo a notar más chicos de lo normal, es como una especie de parque, hay bancos, arboles, y parejas besándose, ¡¡¡oh Dios!!!

-¿Qué es esto? ¡Ally detente!— se detiene y me mira molesta.

-Ahora te fijas de lo que te pierdes por estar encerrada en tus estudios y metida de cabeza en esos libros— me causa pavor su manera de hablarme.

-Yo… yo…—tartamudeo.

-Tu nada, ahora camina quiero mostrarte algo— me vuelve a tomar de la mano y voy arrastra con ella, siento temor de lo que ella quiera mostrarme, pues su comportamiento me deja a la imaginación de que no será nada bueno.

Caminamos al final del pasillo y hay una escalera que baja al inmenso parque detrás del instituto, y lo que veo me deja atónita.

-Ally—se detiene y me mira, luego dirige la mirada hacia donde estoy mirando.

-¡Ves! por estar encerrada en tu mundo te has perdido de muchas cosas que podrían hacerte feliz, además de que aquí puedes leer los libros que gustes y sentirte libre, sin contar que el chico que te gusta tiene novia— me mira con tristeza, Albert está besándose con una chica y sus cuerpos están tan unidos.

Salgo corriendo sin importar los gritos de Ally, tropiezo con alguien pero no le doy importancia sigo mi camino, hasta cansarme y me tiro al suelo, respiro profundo y las lágrimas salen por sí solas. Me escondo detrás de un árbol cuando escucho a mi amiga llamarme y a alguien más venir con ella.

-¡Nat! ¡Por favor sal! Amiga solo quería que lo vieras con tus propios ojos, no quería hacerte daño— la escucho suplicar y suspiro, cuando voy a dar un paso para salir, escucho esa melodiosa voz.

-¿Qué pasa con tu amiga? Sí que es rara— dice Albert y me duele que no sepa ni mi nombre.

-No es rara solo reservada— dice mi amiga con molestia.




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