Dividida

.

Al bajar las escaleras el delicioso aroma del desayuno alegra mi día, mamá como siempre tiene todo listo, mi papá ayuda sirviendo los platos y mis pequeños hermanos juegan en la mesa mientras esperan, me toma un segundo plasmar esa imagen, pareciera que todo es perfecto, que nada hubiera sucedido. -hija se está haciendo tarde, no vas a desayunar- mi papá me hace reaccionar -si ya voy- lo único que respondo y me siento en el comedor

-estuviste hasta tarde haciendo tarea- pregunta mi mamá mientras sirve mi plato

-si mamá es temporada de finales y estoy un poco atrasada con algunos trabajos...

-trata de no desvelar te tanto, si lo haces no podrás concentrarte en clases y...

- Ya es tarde niños los dejó en la escuela vamos- interrumpe mi papá, solo puedo ver el puchero de mamá al no terminar su sermón, mi papá corre por toda la casa con los mellizos, yo solo tomo un sorbo de jugo y tomo mi tostada entre mis labios, muestras me cuelgo mi bolso, todos nos despedimos de mamá y subimos al carro de papá, la escuela de los mellizos es la más cercana,  ellos bajan contentos, y papá corre para alcanzarlos en la entrada para despedirse de ellos, yo solo observó por la ventana con una sonrisa y moviendo mi mano, papá no tarda tanto y vuelve al auto, al encenderlo apaga la música

-hija, solo preguntaré esto hoy,  ¿las pesadillas han vuelto?

Giro sorprendida a ver a mi padre el cual no aparta la vista del frente, solo puedo pensar ¿como se dio cuenta?, de pronto el auto se detiene regreso la vista al frente y me doy cuenta del rojo del semaforo, mi padre voltea a verme -Cielo, dime las pesadillas volvieron? Miro a mi papá preocupado y solo niego con la cabeza, aunque no lo convenzo -tranquilo papi, las pesadillas no han vuelto- el semáforo cambia de color y el vuelve a mirar al frente avanzando lento, yo giro a la ventana y no me dejó de sentir mal por mentir, aunque técnicamente no lo hice, ya que los sueños que e tenido estos días no son horribles, tal vez es mi conciencia castigando me por lo que hice, haciéndome recordar como pasó todo, aunque la sombra negra que veo no creo haberla visto hace dos años y las pesadillas que tenía eran horribles, o por Dios de solo recordar el miedo que me provocan esas pesadillas mi piel se eriza, cierro los ojos con fuerza obligándome a olvidar. 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.