—Habla, que me tienes nervioso —dije observando a Justin, de pie en el umbral de la puerta.
—No traigo buenas noticias —dice mi amigo y abogado.
—La expresión de tu rostro, lo deja claro —respondí, bebiendo mi trago de golpe.
—Debes brindarle a Ambar un hogar Will, de lo contrario, servicios familiares, va a quitártela —contesta mi amigo serio.
—Ambar y yo tenemos un hogar y somos felices, hace pucheros cuando estamos juntos y babea mi nariz, si eso no es felicidad no se que lo sea —respondo, imaginando a mi pequeña bebé, en mis brazos.
—Lástima que eso no cuente, como prueba —espeta Justin.
—¿Qué sugieres? —dije saliendo de mi ensoñación.
—Necesitas una esposa y Ambar una madre, en palabras claras debes casarte —agrega mi amigo.
—¡Acaso te volviste loco! —dije, incorporandome —Ya sabes lo que opino del matrimonio, además ni novia tengo ¿qué crees que voy a salir a comprarla así no más?
—¿Y por qué no? —contesta mi amigo —Siempre todo lo resuelves con dinero —responde Justin con sorna.
¡DEMONIOS! Alguien puede decirme ¡¿DÓNDE COMPRO UNA ESPOSA?
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Editado: 02.01.2024